jueves, 6 de diciembre de 2018

ROMÁN IBARRA, LA POLÍTICA Y EL DEPORTE


En todos los deportes existen los jugadores promedio, y por supuesto los jugadores fuera de serie. Los primeros, no es que sean malos, sino que no siempre sobresalen; ello quiere decir que hacen las jugadas que les están encomendadas y se esperan de ellos para el quehacer diario.


En el caso de los superestrellas, fuera de serie, o los cracks se considera que, no sólo son capaces de hacer las jugadas de rutina, sino que en un lance de virtuosismo, de talento superior, son capaces de hacer jugadas inesperadas que pueden darle la vuelta de manera dramática a un evento, o un juego.

En los  momentos cumbres de un partido son capaces de llevar al público, y sus fans especialmente al paroxismo, con un lance maestro que explota las emociones colectivas para alcanzar el triunfo.

A decir verdad me gustan todos los deportes, pero debo confesar que me apasionan excesivamente cuatro, o cinco, sin que en ello haya prioridades, sino ocasiones. Me refiero al futbol, al béisbol, al baloncesto, al boxeo, y el atletismo.

Es por ello que guardo en mi memoria momentos espectaculares de cada uno de ellos, como el mundial México 70, y el Brasil de Pelé; el mundial de Alemania 74, de Beckenbauer; el mundial Argentina 78, de Kempes; el mundial 82, de Rossi; el del 86, de Maradona; el 90 con Klinsman; 94 Brasil de Romario como líder; 98 Francia de Zidane; 2002 Brasil, de Ronaldo; 2006 Italia de Buffon; 2010 de Iniesta; 2014 de Kroos, y 2018 con Francia campeón, y su líder Mbappé.

Otro tanto puedo recordar de momentos estelares del béisbol con Reggie Jackson; Derek Jetter; Mariano Rivera con los Yankees (cada uno en su tiempo); Carl Yastrzemsky, Luís Tiant; Big Papi (Boston); Pete Rose; Concepción, Tany Pérez (Cincinnati); Roberto Clemente; Manny Sanguillén (Pittsburg), Ozzie Smith (Saint Louis); Omar Vizquel, Galarraga (Texas, y Colorado), entre un sinfín de estrellas.

Recordar juegos olímpicos y ver correr a figuras como Ben Johnson; Carl Lewis, o Usain Bolt, nos hace recrear mentalmente la maravilla que puede alcanzar el talento, y la constancia de los humanos.

A Michael Jordan en el baloncesto de la NBA y sus Chicago Bulls, o a Lebrón James con los Miami Heat, para solo citar a dos superestrellas de esa disciplina. Del mismo modo, podría pasar largo rato recordando figuras estelares del boxeo, como: Cassius Clay (Muhammad Alí); Joe Frasier; George Foreman; Sugar Ray Leonard; Mano e´ Piedra Durán; De la Hoya; Marvin Hagler; Pacquiao; Mayweather, y otros púgiles también notorios en distintas categorías.

Con la reseña de estos grandes deportistas quiero destacar que ellos fueron capaces de deslumbrar al mundo gracias a su talento, y su tenacidad, pero también porque junto a ellos estaban otros grandes deportistas y técnicos, quienes sin ser superestrellas eran también muy buenos desarrollando tácticas y estrategias previamente diseñadas y practicadas hasta el cansancio para dominar a sus rivales.

En el caso de la política hay unos líderes emblemáticos, como Churchill en la segunda guerra mundial, y Rómulo Betancourt en Venezuela, a quienes las circunstancias, junto a su talento, les llevaron a ejercer roles definitivos y triunfadores. Pero no todos los políticos tienen ese talento, y sin embargo, son capaces de hacer el trabajo correcto a diario para vencer a sus contrincantes.

Con esto lo que quiero decir, es que todos los políticos, asesores, y ciudadanos de la oposición debemos hacer las jugadas diarias correctamente, y ya se harán presentes los superestrellas para rematar la jornada que todos deseamos, como es derrotar al comunismo que nos asfixia y destruye! Se puede.

Román Ibarra
@romanibarra

No hay comentarios:

Publicar un comentario