sábado, 14 de agosto de 2021

ROMÁN IBARRA: MEXICO LINDO Y QUERIDO

Ha comenzado un nuevo capítulo de las ya muy largas, interrumpidas, e infructuosas negociaciones, entre el gobierno venezolano, y un sector de la maltrecha oposición venezolana.
Esta vez la sede de los encuentros es México, la querida nación hermana que cede su territorio para ver si ahora, con el auspicio de los Estados Unidos; Canadá; Unión Europea, y el Reino de Noruega, acercan las posiciones entre los bandos, y con ello hallar salidas a la prolongada y profunda crisis en nuestro país.

Antes del comienzo ya se vieron hostilidades, por cuanto el gobierno de Maduro vetó a algunos de los representantes del sector opositor que participa en la delegación, aunque aparentemente resueltas, a juzgar por lo que se vio en los discursos iniciales de los jefes de delegación, Jorge Rodríguez, y Gerardo Blyde, respectivamente.

Sorprende ingratamente la exclusión de un sector de la oposición, precisamente el que siempre ha auspiciado la vía electoral. Pareciera una mezcla de perversidades por conveniencia: por una parte, el veto del G4 a esos grupos para seguir considerándose la ¨verdadera¨ oposición, y ello coincide con la necesidad de Maduro de dividir para seguir dominando, controlando y atropellando la civilidad. Lamentable que los garantes no presionaran por la presencia de todos los sectores. Mal augurio!

Lo poco que se conoció previamente al viaje con relación a la agenda de cada bando, no auspiciaba buenos resultados. Por una parte, el gobierno de Maduro exige que se levanten todas las sanciones, y se les reconozca nacional e internacionalmente. Y por la otra, el sector de la oposición ahí representado, exige la celebración de nuevas elecciones presidenciales, y nuevas elecciones parlamentarias.

Como se ve, frente a esos planteamientos es casi imposible no concluir que ninguno quiere llegar a ningún acuerdo. Las sanciones, aunque exageradas por sus efectos contra la población, las resiente la gente del gobierno, por sus implicaciones internacionales.

Por su parte, por qué el gobierno debe convocar nuevas elecciones presidenciales y de la Asamblea Nacional, si ese sector de la oposición abandonó esas convocatorias llamando a la abstención sistemáticamente? Poco menos que ridículo el planteamiento.

La cosa es distinta; la oposición tiene que reagruparse sinceramente, y competir para ganar fuerzas, y ello pasa por ganar tantas gobernaciones; Alcaldías; Diputados a los Concejos Legislativos Regionales, y Concejales como sea posible, en vista de que abandonaron la última elección de la AN, regalando ese importante poder al gobierno por su estupidez recurrente.

La negociación debería estar centrada en la participación inequívoca de toda la oposición en las elecciones del 21 de noviembre, procurando la unidad, y la búsqueda de los mejores candidatos para derrotar al gobierno. La negociación con el gobierno debe ser para buscar salidas a la crisis socioeconómica, a través de la consecución de recursos internacionales para solventar la crisis del sector eléctrico; transporte; salud; educación; vialidad; seguridad de bienes y personas; el rescate de la industria petrolera; las empresas de Guayana; frenar el deterioro del Arco Minero, libertad de todos los presos políticos. Es decir, el gobierno a gobernar, y la oposición a reagruparse para presionar los cambios que requiere la sociedad.

La negociación debe encontrar el fin de la agonía del pueblo venezolano, y producir los cambios políticos que garanticen la gobernabilidad: Olvidarnos del Referéndum Revocatorio, que seguro perderíamos en esta dispersión de la oposición. Reagrupar fuerzas y en la próxima AN promover la eliminación absoluta de la reelección presidencial; aprobar la doble vuelta electoral presidencial; la eliminación del RR; volver a la representación proporcional de las minorías. Esos si son cambios sustanciales y duraderos, garantes de la gobernabilidad.

Ojalá se incluyan estos temas en la agenda de discusiones, y no se pierda –otra vez- la oportunidad de avanzar. Gracias México.

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

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