Juan
Manuel Santos podrá controlar medios de comunicación y manipular a su antojo
toda la información del país, perseguir a quienes divulguen opiniones adversas
al incomprensible acuerdo de paz con impunidad, meter presos, desterrar y
levantar expedientes a sus adversarios políticos, pronunciar discursos que son
una retahíla de mentiras, propias de un incompetente rebasado por problemas que
no ha resuelto, pero de nada le servirá, porque los ciudadanos son los mejores
testigos del abandono y el daño visible, que este demagogo en su delirio de
grandeza le ha causado al pueblo Colombiano.
Estos
mentirosos no buscan la paz, sino espacios y tiempo, para fortalecer su
armamento, para tapar sus delitos, para esconder sus fortunas, para
incorporarse en funciones de gobierno, para lograr curules y espacios en el
Senado de la República y en la Cámara de Representantes, para incorporarse a la
vida social, sin pagar un solo día de cárcel por los delitos cometidos y una
vez firmen lo acordado tendrán el apoyo de la Cuba Castrista, de la Venezuela
Madurista, del foro de Sao Paulo, del Polo Democrático y de un presidente
Santos objeto de un lavado de cerebro ejecutado por la revolución del siglo
XXI.
Les
Concederá privilegios a estos narcoterroristas, culpables del asesinato de
hombres, mujeres y niños de Colombia, les dará salarios que duplican lo que
gana un soldado profesional, y así como abre la frontera en común acuerdo con
el gobierno de Venezuela al crimen, al contrabando y a los violadores de los
derechos humanos, por trochas, atajos y ramales y cierra las aduanas y puentes
internacionales a trabajadores, industriales, comerciantes, empresarios y
turistas, creando incertidumbre y perdida de la confianza en el comercio
binacional, también le abrirá las puertas del Palacio de Nariño a sus amigos de
las Farc.
Este
mal presidente de los Colombianos, le brinda poder político a los violentos,
pero no le soluciona los problemas a los ciudadanos de bien, les ofrece curules
y la conservación de sus riquezas producto del delito y se olvida de los
enfermos, los jubilados, los damnificados, los campesinos, los obreros y las
victimas de la delincuencia, les dejará las armas y los incorporará en
funciones de gobierno, mientras a los desplazados, los desempleados y todos
aquellos que hoy son más pobres por su mala gestión serán ignorados, porque
para Santos y las Farc esta claramente demostrado el objetivo no es la paz,
sino el control del gobierno.
Los
colombianos sufren hoy las consecuencias de la más perversa unión entre terroristas
y gobernantes, que se han convertido en ciudadanos acaudalados con dineros mal
habidos, mientras el ciudadano común pasa hambre. Las fuerzas armadas son
tratadas como victimarios nivelándolos con los terroristas, pero el pueblo
digno defiende su democracia y respalda sus Fuerzas Militares y están saliendo a las calles, avenidas y
plazas públicas, a reclamar la reconstrucción del país, de la mano del
ex-presidente Álvaro Uribe y de los mejores hombres y mujeres, a quienes no los
vence ni la mermelada, ni el narcoterrorismo, por el contrario sus ideas y
acciones abren caminos de justicia y libertad.
Nestor
Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep
Tachira - Venezuela
demócrata colombo venezolano personas como usted son las que verdadera mente necesita nuestra democracia colombiana felicidades y ni un paso atrás liberación y democracia presente.
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