domingo, 1 de noviembre de 2015

CESAR GUILLEN CITTERIO, EL COMUNISMO, RAICES DE UN FRACASO. (8)

La igualdad absoluta es una lamentable ilusión, para que pueda existir tendríamos que ser todos sin excepción similares en espíritu, condiciones físicas, talento y habilidades. La única igualdad social para el hombre es la del derecho. Debemos ser gobernados por los más instruidos, los más capaces, los más interesados en la aplicación de las leyes, de las virtudes y de la racionalidad sin prejuicios ni fanatismos.

Un país gobernado por el resentimiento, el desapego, la ignorancia y la ambición es un país de fracasados y avanza inexorable  a su destrucción. La idea de la comunidad de los bienes fue la primera fórmula del comunismo. Luego del manifiesto de Babeuf, pasa a ser una ideología que así entraba en la historia política.
La táctica del comunismo, tiene su esencia en lo que Jean Paul Marat definía tempranamente como: “Después de la toma del poder mediante la insurrección, sería estúpido remitirse a una asamblea según los principios de la democracia política, incluso debemos hacerlo fuera del sufragio universal”.
Así mismo afirmaba: “La dictadura de una minoría revolucionaria es indispensable durante el tiempo preciso para la restructuración de la sociedad y la puesta en marcha de las nuevas instituciones”.
Estas ideas pasaron a Buonarroti y luego a Blanqui, lo que es la base en la práctica de la “dictadura leninista del proletariado” ¿Cuánto es ese tiempo? 50 años, 80 años, ¡Indefinido! habría que preguntárselo a los rusos, Coreanos del Norte, Chinos y a los patéticos hermanos castro.
Lo único cierto hasta la fecha, es que el proceso de restricción de los valores esenciales del ser humano, el desmantelamiento del sistema de trabajo productivo y de la dictadura del proletariado ejercida por un grupo de privilegiados, condujeron a la estrepitosa caída del comunismo en el mundo.
Cesar Guillen Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com

Caracas - Venezuela

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