miércoles, 16 de diciembre de 2015

ADOLFO P. SALGUEIRO, MOSCA: AHORA QUE GANARON NO NOS VAYAN A DEFRAUDAR

Finalmente el 6D transcurrió  en paz pese a las amenazas tanto veladas como explícitas lanzadas desde los mas altos y también los menos altos niveles del gobierno. La alteración de los resultados –si alguna vez estuvo planteada- no fue posible ante la abismal diferencia de votos entre los contendientes y la vigilancia internacional ejercida en medio de toda clase de restricciones. El evento en definitiva no fue solo una elección parlamentaria sino que se convirtió en un plebiscito para juzgar la acción y los resultados de una gestión ya demasiado larga y preñada de desaciertos cuyos efectos y consecuencias no requieren de sesudos análisis sino que se aprecian en las colas para adquirir comida.

Entre los venezolanos que votaron por la MUD imperan distintos sentimientos y reacciones, desde los que creen que llegó el momento de la revancha hasta los que estiman que lo que conviene es el diálogo. En las filas del gobierno –a juzgar por las insólitas manifestaciones de algunos jerarcas- hay quienes piensan que lo que llegó es el momento de la radicalización. Para ellos la paliza recibida no se llama derrota sino “triunfo de la contrarrevolución” y para el inefable Nicolás solo se trata de la victoria momentánea de una guerra económica que sólo existe en su cabecita y/o en las estrategias de sus asesores electorales . Seguramente también  habrán chavistas razonables que entiendan y absorban lo ocurrido y –como en todas partes- están aquellos que habiendo sido principales responsables ahora reclaman por los “errores” que ellos mismos contribuyeron a generar. “Tarde piaste pajarito” Giordani, Navarro, Osorio & Cía. Solo falta verlos saltar la talanquera.
Lo que sí es evidente es que una rectificación de rumbo resulta indispensable aunque para ello haya que inventar nombres que la hagan mas tragable. Aquí no hay posibilidad alguna de solución mientras no hayan dólares por mas que reconocerlo suene a diablo. Como están las cosas en el país, en el ámbito petrolero y la situación política mundial no parece que la “perversa moneda del imperio” pueda llegar sino de la mano del Fondo Monetario Internacional con algunas ataduras o por vía de inversiones privadas para impulsar la economía que requerirán  que antes se reconstituya la confianza. No estamos en condiciones de elegir el salvavidas con el que nos vamos a salvar. O si?
Pero antes de todo eso habrá que ver que quienes ganaron las bancas en la Asamblea ( y sus jefes o referentes políticos) entiendan y sean conscientes que el interés de la patria está por encima de las ambiciones personales o grupales de ellos. Este columnista –curtido ya en el escepticismo- abriga dudas acerca de tales presagios fundadas ellas en bastantes desengaños ya vividos como ciudadano de a pie. Si acaso pudiéramos otorgar un cheque en blanco ello sería por muy poco monto y breve tiempo, con ojo avizor y pluma presta para la denuncia.
Hemos abogado y celebramos con entusiasmo la renovación generacional del liderazgo pero con la misma buena voluntad alertamos a esos valientes jóvenes  que se aprestan a empuñar el timón de los asuntos públicos para que no caigan en la tentación de creer que se las saben todas y que las canas son una descalificación para opinar o conducir etc. Bien afirma el dicho de que quien olvida la historia está condenado a repetirla.
Por último vale la pena reflexionar acerca de lo que fue y es la MUD. No habrá sido lo ideal pero así y todo logró anudar alianzas que llevaron a un triunfo de proporciones históricas que para eso se constituyó. Lamentamos que en nuestras propias filas hubieran y haya aun quienes pensaban y decían que había negociaciones bajo cuerda entre sus dirigentes y el gobierno. Si las hubo en definitiva los resultados hablan por sí solos. Saludamos a todos aquellos que desde un lugar u otro contribuyeron igual como a  la comunidad internacional oficial o no cuya presión contribuyó en forma decisiva para que un gobierno abusivo no se atreviera a amañar los resultados. Sin ellos dudamos que  la jornada del 6D hubiera podido transcurrir como lo hizo.
Adolfo P. Salgueiro
apsalgueiro1@gmail.com
@apsalgueiro1

Miranda - Venezuela

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