Un importante movimiento accionario tuvo lugar la
semana pasada en China cuando el principal y más influyente medio de
comunicación occidental asentado en Kong Hong fue adquirido por el grupo
informático chino Ali Baba.
El Grupo transnacional SCMP, dueño del South China
Morning Post traspasó el mas importante periódico impreso diario de toda China,
que es de su propiedad, a la empresa de
comunicaciones y de tráfico de internet
líder del gigante de Oriente, Ali Baba.
Se pregunta
uno cual puede ser el interés de Ali Baba en tener entre sus activos a un medio
impreso en inglés. Pues no es otro que cambiar la percepción del mundo entero
sobre los parámetros de actuación de los chinos. Estos son mal interpretados
por el resto del planeta cuando son evaluados y con valores de conducta social
arraigados en occidente..
Es conocido que la prensa mundial- y la anglosajona mas aun- proyectan una muy
mala imagen de los ciudadanos chinos, al descontextualizar su manera de abordar
la vida, incluyendo dentro de ello, los elementos políticos. Estos resultan incomprensibles
o imposibles de compartir para Occidente.
El periódico South China Morning Post ha sido,
hasta el presente, el medio más influyente de China en inglés, pero lo ha
logrado a costa de asumir valientemente el rol de informar lo que está vetado a
los otros medios chinos. Pues bien, este
nuevo y estratégico paso empresarial tiene un importante sesgo. Intenta validar
las actuaciones de la China de hoy ante el mundo que los observa. Si el resto
de la prensa mundial es crítica y cáustica con respecto a la manera de actuar
del Partido Comunista y sus dirigentes, ahora tendremos que este nuevo medio,
entre manos chinas, se tornará complaciente con las autoridades.
¿Por qué una mala percepción en el exterior de
China como conjunto afecta a una empresa como Ali Baba , quien no tiene una
estrecha relación con la política?
Porque en el exterior no se produce una c clara diferenciación entre
China como país y Ali Baba como empresa. Es decir si China, en materia de
respeto a los derechos y libertades ciudadanas , obtiene un bajo puntaje como
nación de parte de Occidente, AliBaba es calificada igualmente de manera
negativa.
La compra del este medio, con una notoria
influencia en la idiosincrasia occidental, no puede ser sino benéfica para el
masivo negocio de la comunicación que AliBaba maneja y espera manejar en el
futuro. Además, pagar 100 millones de dólares por un instrumento que genera
12.000 millones no parece ser un mal
negocio.
El periódico que ahora estará entre manos
empresariales chinas, no debería cambiar la línea editorial que se caracterizaba
por no ser complaciente, sino por ser muy crítica de los postulados y acciones
comunistas. La realidad es que a los ojos de los países libres, Alibaba tiene
mucho más que ganar si mantiene al nuevo medio de su propiedad dentro de un
equilibrio editorial y al margen de los
preceptos comunistas..
¿Es eso posible dentro de la política
comunicacional oficial de la China de Xi?
Probablemente si, ya que con el nivel de influencia que el país ha ido
adquiriendo en la escala global, le conviene mucho más una suerte de apertura
monitoreada. El medio seguirá siendo escrito en inglés como hasta ahora. En
beneficio del mantenimiento y crecimiento de su audiencia y lectoría, sus
autoridades deberían mantener la apertura de pensamiento que ha garantizado el éxito editorial de los
antiguos dueños..
El resto está por verse. Del lado de AliBaba el
movimiento empresarial debe haber sido minuciosamente negociado con las
autoridades.Los chinos han aprendido de Occidente, con toda seguridad, que no
es prudente dar puntada sin dedal.
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo
Miranda - Venezuela
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