Agotado el argumento de ser los
representantes del pueblo como herederos de Bolívar y aturdidos por la derrota,
el régimen y su banda insisten con el pánico ahora como discurso en huir hacia
adelante no percatándose por la ceguera que produce la desesperación que el
venezolano venció el miedo. Siguen todavía bajo la instrucción castro-comunista
para seguir entregándoles nuestras riquezas.
Sembraron el odio de clases y armaron a
los delincuentes para usarlos como escudo, se les revertió esa perversa
estrategia. El presenciar no con asombro, más bien con lastima a estos
generales arengando a sus tropas (alaridos incluidos) aparentemente humillados
por haberse profanado el retrato deformado del Libertador y del comandante
eterno, no indica otra cosa sino que el final de esta cerca.
El primer paso se ha dado, el país
habló democráticamente, somos la mayoría nacional. El segundo, es el apego a la
constitución y el llamado obligatorio a un “Gran Acuerdo Nacional”. Nuestros
diputados, son valientes pero no
suficientes para la reconstrucción nacional. El
tercer paso, el Económico, debe asumirse con valor, sin prejuicios y con
el concurso inequívoco de la inversión privada responsable.
Preparar la investigación y posterior
juicio de los casi 11 mil funcionarios del chavismo, entre militares,
empresarios y familiares, plenamente identificados y que están viviendo en
lujosas propiedades en Europa, USA, Brasil, Argentina y el Caribe. El desfalco
alcanza los 340 mil millones de dólares. Desmontar el aparato mediático del
régimen, que través de emisoras y medios de comunicación en manos de ignorantes
llenos de odio, actúan bajo la dirección del ministerio de propaganda Cubano.
Una medida de emergencia en lo atinente
a la seguridad y el orden será necesaria para reconstruir el país con base a
una férrea disciplina en todos los aspectos de la vida nacional. Desde la firme
supresión del delincuente hasta la sanción del ciudadano irresponsable. ¡Tolerancia
cero!
Es el momento de que el régimen aun en
funciones entienda que tiene que dimitir en pleno, todo su tren ministerial y
todo el alto mando militar antes de que los eventos que están por acontecer
produzcan resultados impredecibles y lamentables para todos, ellos y sus
familiares incluidos.
Una fuerza armada
institucional debe emerger con sentido republicano para rescatar la dignidad y
el decoro como nación, para proteger al venezolano honrado y de trabajo, a su
cultura y a nuestros verdaderos valores,
no los postizos que quisieron imponernos con milicianos y comuneros. Debemos
apartarnos del castro-comunismo y del bodrio ideológico corruptor que fue la
revolución del siglo 21.
Cesar Guillen
Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
"Adhuc
Stantes"
“Todavía en Pie”
Caracas- Venezuela
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