El Secretario General
de la OEA Luis Almagro reiteró el 8 de abril en sus declaraciones dadas a la
cadena informativa CNN en Español, su disponibilidad de recibir a la anunciada
delegación de la Asamblea Nacional de Venezuela en relación a la solicitud de la
aplicación de la Carta Democrática. El ex Canciller Uruguayo afirmó que “las democracias del Continente no podían
permitirse tener presos políticos” resaltando de esta manera su clara voluntad
de hacer valer los alcances adoptados en
la Carta Democrática Interamericana, suscrita en el 2001 por los países
integrantes de la máxima institución hemisférica. La iniciativa le corresponde
ahora solicitarla a los integrantes de la mayoría del Poder Legislativo, y una
vez hecha la exigencia en la sede de la OEA, el Secretario General podrá
proceder a procesar el pedido de los legisladores venezolanos.
Ni siquiera las
amenazas y el chantaje de la responsable de la Diplomacia Venezolana Delcy
Rodriguez en su desesperada y poco
diplomática respuesta al indicar que solicitará una “investigación a Almagro
por desviación de sus funciones como Secretario General de la OEA” puede frenar
las repercusiones internacionales que ven con preocupación la reiterada
negativa del Ejecutivo de cumplir lo dispuesto por las leyes aprobadas de
conformidad con los dispuesto por la Constitución Nacional de 1999. Además del
llamado del Secretario General de la OEA también se han expresado los
Cancilleres de la Unión Europea; varias Cancillerías del Hemisferio entre
ellas, el Departamento de Estado; las
posiciones adoptadas por los Parlamentos de América del Sur y de América
Central, y la opinión democrática de América Latina. En todas estas posiciones
se refleja la preocupación por las reiteradas amenazas en contra de la voluntad
electoral a pesar de que la oposición logró obtener las 2/3 partes de los
curules del Parlamento.
Los diputados
venezolanos deben propiciar la aplicación de la Carta Democrática
Interamericana cuyos principios también fueron adoptados en otros Acuerdos
Regionales como el Protocolo de Ushuaia -de Mercosur- o la clausula democrática
de UNASUR. La voz de los representantes
de Venezuela ante el Parlamento Latinoamericano, ante el PARLASUR, ante la
Unión Interparlamentaria Mundial, han sido categóricos, mientras que en sus
contactos bilaterales con los Parlamentos de América, el Presidente de la
Comisión de Política Exterior de la Asamblea Diputado Luis Florido ha cosechado
el apoyo de los legisladores de Brasil, Chile, Uruguay, México recibiendo la
solidaridad de la “diplomacia parlamentaria “en el firme propósito de lograr
que se cumplan las disposiciones nacionales e internacionales, que exigen el
respeto y cumplimiento por parte del Ejecutivo y del TSJ de las disposiciones
adoptadas legal y legítimamente de manera reiterada y valiente por la Asamblea
Nacional.
Una vez que se
solicite la aplicación de la Carta Democrática, los Gobiernos miembros de la
OEA tendrán un reto ya que deberán pronunciarse en sus diferentes órganos, sea
en la Asamblea General o en la Reunión de Consulta de los Ministros de
Relaciones Exteriores, si desean cumplir los alcances aprobados en pro de la
Democratización del Hemisferio, o si desean enterrar los principios y valores
de la Carta Democrática. Los pueblos de América Latina estarán atentos para
constatar si siguen con una “solidaridad ciega” o si apoyan la justa posición
del Secretario General Almagro.
Milos
Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@MilosAlcalaym
Internacionalista
Miranda - Venezuela
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