LA DEMOCRACIA ESTA VIVA EN LOS CORAZONES VENEZOLANOS
Absolutamente todos los 26 textos constitucionales que ha tenido
Venezuela, otorgan al Poder Legislativo extensas facultades que trascienden la
de sancionar leyes. Lo facultan para que con fundamento a lo pautado en su
texto, conjuntamente con el Ejecutivo, diseñen políticas que viabilicen el
desarrollo armónico del país.
Pero el castro-chavismo gobernante, coludido con los integrantes del
TSJ, le imposibilita el pleno ejercicio de sus funciones. Así, entre otras, le
ha sido cercenada la del control de las actividades político-administrativas, a
saber: velar por el respeto de los derechos constitucionales, la revisión de la
ejecución presupuestaria y su orientación, cuidando de la observancia de la
pulcritud administrativa. Al parecer la actividad de los integrantes de la Sala
Constitucional se limita a redactar, con antelación a la sanción
correspondiente, la sentencia de inconstitucionalidad de cuanta ley o cualquier
iniciativa contemplada en el orden del día.
Por supuesto que la administración de justicia en Venezuela no siempre
ha sido prístina. Pero, al menos desde que el uso de razón me asiste, no estuvo
regimentada y parcializada como en estos años de Socialismo del Siglo XXI. En ese distante ayer era inimaginable un juez
adversario, mucho menos enemigo del gobierno. Todos, hasta los del interior
profundo, los nombraba el Ministerio del Interior. Pero, pese al control
totalitario, hubo casos en los que enfrentaron con dignidad, muchos riesgos y
menguados éxitos la sinrazón gobernante.
Serios temores me asaltan con respecto a la pulcritud de jueces
afiliados al PSUV u obligados a serlo, no tan sólo en los juicios de conciencia
sino en los atañen al común de los ciudadanos. Se vencen los plazos fijados en
las leyes y los indiciados no son llevados a juicio hasta cuando la “matraca”
está satisfecha y, con suerte, algún día oirá sentencia. Muchos son absueltos
pero pasan días y hasta meses para que la excarcelación sea efectiva. Así de
crueles son los castro-chavistas.
¿Y la FAN? Desde la primigenia Constitución, la de 1811, los cuerpos
armados de la República han sido definidos como elementos de apoyo a las
instituciones del Estado, obedientes y no deliberantes. La de 1961? les otorgó
a sus integrantes el derecho al voto.
Pero tanto las antiguas dictaduras como la del Socialismo de Siglo XXI
han deturpado la doctrina militar trastocando el honroso servicio a la Patria
en el de guardia pretoriana y lambiscona del mandón ¿Nicolás o Raúl, Raúl o
Nicolás? para el logro de tan vergonzante abyección estimulan su pretendida
condición de herederos únicos y universales de Simón Bolívar, Libertador de
media Suramérica. Previamente, oficiales superiores y generales fueron
sustraídos del quehacer castrense para ocupar cargos políticos-administrativos
de primera importancia, con lo cual los facultan para opinar, debatir y hasta
de irreverenciar al Poder Legislativo, pretendiendo señalarle normas de
conducta a seguir en el ejercicio de sus
funciones constitucionales.
De tal manera que tenemos un TSJ cuyas únicas funciones no son las de declarar a troche y moche todos
los actos de la Asamblea Nacional, pero lo hace y un Alto Mando de la FAN que
no tienen autoridad para “corregirle la plana” y amedrentar al poder civil,
pero lo intenta con el poder que dimana de las bayonetas en posición de firrrme
detrás de la silla.
Sin embargo la democracia está viva, es consustancial a la mayoría de
los venezolanos, incluyendo la mayoría determinante de los militares. El Alto
Mando junto con quienes lo secundan es minoría. En los mandos medios y en los
soldados arde el fuego democrático. En ese segmento mayoritario de la FAN no es
común la corrupción ni la aproximación al narco-tráfico y, en su momento, harán
valer la voluntad ciudadana. Como en otros momentos de la historia, no
dispararán contra hermanos civiles y, además, desarmados.
German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico
Miranda - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario