REFLEXIONES LIBERTARIAS
Me levanto este lunes, el primero de la administración de Trump, y de
inmediato me conecto con los principales medios mexicanos y, wwoouu, no
encuentro uno solo que no hable de Trump para identificarlo como el
apocalipsis, enemigo #1 de Mexico, y una infinidad de insultos. Unos arremeten
contra el sistema electoral de EU, al cual una distinguida paisana llama,
disfuncional (tal vez por eso el traspaso del poder se ha dado, durante más de
200 años, sin violencia) otros lloran por la pérdida de la mitad de nuestro
territorio. Esta histeria me hace recordar cuando, en los años 50, emergía una
ola similar en contra de Guatemala y un tal presidente Idígoras, pidiendo su
cabeza cuando los mexicanos ya vestían las botas y carrilleras estilo Pancho
Villa.
EU acaba de transitar un proceso político singular en el cual, Donald
Trump, en contra de todos los momios, en la madrugada del 9 de Noviembre
emergía con la victoria. Pero aun después del triunfo, sus enemigos continuaron protagonizando infinidad de
incidentes violentos, exigiendo recuento de votos, actores pidiendo al consejo
electoral no ratificarlo. Sin embargo, después de su juramento como presidente,
se suponía el proceso estaba terminado. ¡Oh no! Aun cuando hasta los indígenas
de las selvas de Perú, Bolivia y Colombia, al escuchar el nombre de Trump
montan en cólera, visten su pintura de guerra y proceden a afilar sus hachas
para el combate, hay un país al cual el fenómeno Trump ha sacudido como a
ningún otro; Mexico.
Quiero hablar a mis paisanos esgrimiendo un argumento diferente. Trump
ya es el presidente constitucional de EU, y no hay absolutamente nada que se
pueda hacer para desmantelar un hecho de tal dimensión. Es hora de modificar
actitudes y entender el dicho ranchero: “Con las mulas que me quedan tengo que
arriar”.
Porfirio Díaz hizo famosa una frase que los mexicanos nunca entendimos:
“Pobre Mexico, tan lejos de Dios y tan cerca de los EEUU”. Siempre que la escuchamos,
de inmediato blandimos los machetes y nos brotan expresiones como; “Pinches
gringos nos quitaron la mitad del territorio, nos discriminan. Nos explotan. Se
aprovechan de nosotros”. Pero ese masoquismo imaginario no era lo que don
Porfirio sabiamente pretendía provocar con el mensaje.
El héroe del 5 de Mayo lo afirmaba como su preocupación de que, nuestra
actitud negativa hacia los EU, no nos permitiría observar la forma en que ese
país se desarrollaba para convertirse en la nación más libre, más rica y más
poderosa del mundo, en menos de cien años. El país que, durante más de 200 años
llevara a cabo la transmisión del poder político de forma pacífica. El país que
inventara la moderna republica comercial. El país al que los mexicanos, todavía
cegados por el odio, no pudieran observar y entender el milagro que se
desarrollaba allende el norte, a diferencia de Simón Bolívar quien, en su lecho
de muerte, condenando a toda la América Latina al fracaso, aconsejara a sus
habitantes emigrar al norte al cual le veía gran futuro.
Pero la verdadera advertencia de don Porfirio era aún más profunda. Lo
que realmente temía, era que Mexico se convirtiera en dependiente de los EU. El
que el increíble desarrollo económico del vecino, para Mexico se convirtiera en
un cómodo refugio en medio de nuestras tempestades políticas y económicas, un
oasis en medio de nuestro mortal desierto de mercantilismo. El que Mexico
estableciera esa simbiótica relación de dependencia y no nos permitiera
madurar, cambiar y desarrollarnos para convertirnos en un país próspero,
moderno, libre, independiente.
A más de cien años, los mexicanos montados sobre las olas de histeria
bordeando en odio contra Donald Trump y contra EU, ahora ejecutan actos
completamente estériles que no conducen a ninguna solución, como invitaciones a
no comprar en Walmart. Yo invito a mis paisanos a llevar a cabo la lectura de
la ejemplar vida de lucha y sufrimiento de ese gigante, Víctor Frankl, y su
maravilloso libro: “Un hombre en busca de significado”.
El Dr. Frankl fue un psiquiatra judío que durante la segunda guerra
mundial fue confinado a un campo de concentración nazi. Ante a tal tragedia,
llevó a cabo una reflexión; “En este infierno tengo dos alternativas. 1) Sumirme en una depresión frente al sufrimiento
maldiciendo su origen. 2) Convertir el sufrimiento en un agente que me
purifique, para entender que cuando no puedo cambiar el entorno, si puedo
cambiarme a mí mismo”. Frankl decidió darle significado al sufrimiento que lo
hiciera crecer y salir vivo, para contar al mundo la tragedia de esos campos de
exterminio.
Nuestra angustia ante Trump debe ser una oportunidad y, en lugar de
continuar montados en esa histeria colectiva, cambiemos nuestras actitudes
para, enfocados, identificar esa oportunidad que el evento nos ofrece y no la
vemos. Estamos furiosos porque Trump amenaza con deportar millones de paisanos.
Vamos identificando el verdadero problema ¿Por qué esos millones de mexicanos
fueron expulsados por Mexico? Trump quiere construir el muro ¿Por qué toneladas
de droga cruzan esa frontera cada año? ¿Por qué miles de jovencitas son
secuestradas por las mafias para, luego de cruzarlas ilegalmente, ser vendidas
a los mercaderes del sexo? ¿Por qué la frontera es una zona de guerra por donde
se trafican armas, dinero ilegal y cruzan hasta miembros de ISIS?
Si las empresas de EU van a Mexico atraídas por los salarios de hambre
que ahí se pagan ¿Por qué los salarios en Mexico son de hambre? ¿Por qué Mexico
no produce autos, televisiones, aviones y tantos otros productos que infinidad
de países extranjeros llevan a Mexico para ensamblar? ¿Por qué Mexico no
establece ciudades libres estilo Hong Kong, como lo hace China en toda su
costa? ¿Por qué México continúa soportando políticos como Padrés, Los Duarte,
Moreira? ¿Por qué el suroeste de EU, antes parte de Mexico, tiene un PIB 7
veces mayor que el nuestro? Tal vez México tenga un canceroso tumor.
Si Mexico no estuviera pegado a EU ¿Qué hubiera sucedido con los
millones y millones de mexicanos que ha recibido durante los últimos 100 años?
Si tanta angustia nos provoca la presidencia de Trump, acudamos a la
teoría del gran economista Schumpeter: “La creativa destrucción de los
mercados”. El afirmaba que los cambios económicos eran catapultados por la
innovación, emprendedores y el poder del mercado, no mencionaba al gobierno. Y
esos cambios provocan que proyectos defectuosos establecidos sobre bases
arenosas, sean destruidos por el mercado
para dar vida a otros nuevos sobre bases firmes.
Debemos entender y aceptar que Mexico es un proyecto defectuoso y se
tiene que reinventar. Si no fue destruido por la revolución, Echeverría, el
Jolopo, Azcárraga, los empresarios estatistas, los sindicatos de Pemex y
maestros. Tal vez en lugar de la invisible mano del mercado, llegue la visible
mano de Trump para quemar lo que es defectuoso e inútil, y de esa forma México
reviva sobre bases sólidas, pero de la mano de los mexicanos de buena fe, no
del gobierno.
"Si pudiésemos correr el velo oscuro de la antigüedad [en lo
referente al origen de los reyes, del Estado y los impuestos] y pudiéramos
rastrearlos hasta sus orígenes, encontraríamos que el primero de ellos no fue
más que el rufián principal de alguna banda desenfrenada; su salvaje modo de
ser o su preeminencia en el engaño, le hicieron merecer el título de jefe entre
canallas. Incrementando su poder y depredación, obligó a los pacíficos e
indefensos a comprar su seguridad con frecuentes contribuciones." Thomas
Paine
Ricardo Valenzuela Torres
chero@refugioliberal.net
chero@reflexioneslibertarias.com
@elchero
México-Estados Unidos
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