OLIGARQUÍA FASCISTA
Si alguna clase política ha mostrado unos altísimos niveles de
disociación psicótica es el chavismo. En momentos en los que el país se hunde
en el peor momento de su historia, a un militarete favorecidos por el proceso
político se le ocurre imponer de manera fascista una instrucción que no se
sostiene en la realidad. Pretende el individuo de marras que la gente no hable
mal del responsable de que el venezolano esté sufriendo la peor calidad de vida
de todo el continente americano.
La instrucción del militarcito demuestra algo muy preocupante. El
espíritu golpista del 92 está vivito y coleando. Aquellos que de forma violenta
intentaron derrocar a un gobierno democráticamente electo porque supuestamente
coartaba la libertad de los venezolanos, pretende ahora impedir que la gente se
exprese libremente y descargue su disgusto con quien al final es el responsable
directo de su pésima situación.
Ya hemos visto a los compañeros de Chávez en aquellas aventuras
golpistas comportarse como lo que verdaderamente son. Unos fascistas que
pretenden imponer una forma de vivir, de actuar, de pensar y de obedecer. Estos
primitivos que se colaron por el túnel del tiempo no tienen respeto alguno por
los principios de la democracia. Ellos esperan poder seguir ejerciendo un poder
omnímodo sobre la población para evitar rendir cuentas.
¿Y de qué tienen que rendir cuentas? Es sabido que el actual gobernador
de un estado andino, mientras estaba recluido por los criminales intentos
golpistas, escribía cartas a militares superiores pidiendo ayuda para no perder
el apartamento que acababa de adquirir con un crédito hipotecario. ¿Cómo es
posible que un tiempo después y habiendo
solo ejercido cargos oficiales, este militar retirado muestre unos niveles de
vida que no se compadecen con los emolumentos de un funcionario público?
He ahí un ejemplo trivial de las cuentas que no quieren rendir. ¿Cómo
explicarle al país que se aparece en una lista de los Estados Unidos
relacionados con el tráfico de narcóticos? ¿Cómo explicarle al país que se está
en la lista de los sobornados por Odebrecht? ¿De qué manera se puede justificar
el despilfarro de la riqueza más grande que haya tenido Venezuela desde el descubrimiento?
¿Cómo se le explica al venezolano que muchos niños murieron por desnutrición
porque no hay suficientes alimentos?
Esta clase política que nos oprime es el conjunto de políticos más
corrompido de nuestra historia. La corrupción no se mide solamente en la
cantidad de dinero que se han robado. Se mide también en los hospitales que no
cuentan con los suministros requeridos. En los números falsos de la misión
barrio adentro para justificar el saqueo que los cubanos hicieron de nuestras
riquezas, etc., etc.
La corrupción está en el ADN del chavismo. Habiendo el país recibido
desde 1999 hasta ahora más del doble de la sumatoria de todo lo recibido por
los gobierno de 1830 a 1998, no hay manera de explicar la situación menesterosa
que vive la mayoría de los venezolanos. Lo que si se sabe es de cantidad de ex
funcionarios chavistas y contratistas del gobierno que viven como grandes
pachás en las principales ciudades de Europa y los Estados Unidos.
Es imposible no hablar mal de Chávez cuando uno se entera que los niños
en Venezuela sufren desnutrición, asisten a escuelas de calidad cuestionable,
no tienen acceso a la alimentación y mucho menos a una medicina de calidad.
Abundan los casos de niños con cáncer que no reciben la atención que la
constitución de Chávez supuestamente le garantiza.
¿Cómo no hablar mal de Chávez cuando se está una cola rogando que la
comida no se acabe antes de que le llegue el turno? La sola mención de la
guerra económica como explicación de las filas y la espera prolongada le
recuerda a la gente que fue Chávez el que popularizó la orden ¡Exprópiese! Y
que esas expropiaciones sirvieron para que unos cuantos se enriquecieran a
costas del esfuerzo de quienes habían establecido empresas productivas.
Imposible no hablar del Chávez enemigo de la iniciativa privada. El que
redujo dramáticamente nuestro aparato productivo. El que hizo imposible que
Venezuela produzca los vehículos que necesita y peor aún los repuestos
necesarios para que el parque automotor resista la tempestad chavista que nos empobrece.
¿A alguien en su sano juicio se le ocurre exculpar a Chávez de que
seamos el país más pobre de las Américas? Que el ciudadano venezolano haya sido
reducido a un individuo parroquial que gasta la
mayor parte de su tiempo en lograr la supervivencia y no en el trabajo
productivo y el crecimiento espiritual.
Imposible no culpar a Chávez del
presidente a quien apoyó postreramente y que no calza los puntos para manejar
siquiera una alcaldía rural. Un presidente limitado que carece la visión de un
estadista del siglo XIX (19), no tiene nada que ofrecer en una época
caracterizada por el rápido avance de la tecnología y la educación.
Lo escoltan militares golpistas responsables de las asonadas que en 1992
dejaron cientos de muertes en las calles. Personas que no tienen empacho en
aplicar los métodos primitivos que buscaban imponer cuando quisieron acceder
violentamente al poder.
El responsable de la desgracia que hunde a los venezolanos en la miseria
es Hugo Rafael Chávez Frías. No puede esperar el tenientico que se benefició de
la pasantía del comediante eterno por el poder, pedir a quienes salieron
perjudicados que no ejerzan su natural derecho de despotricar del responsable
de nuestros males.
Desde el terror que le produce tener que rendir cuentas, el tenientico
barrunta tonterías insostenibles. Las encuestas hablan y lo muestran como lo
que es. Un político que llegó al poder parasitando la imagen de Chávez. Quizás
eso explique el que no quiera que hablen mal de
él. De lo que estoy seguro es que los venezolanos no te vamos a
complacer y seguiremos hablando mal de tu comediante eterno.
La mala noticia para el tenientico golpista es que el tiempo de rendir
cuentas está llegando. Esperamos que el anaranjado te siente bien.
Jose Vicente Carrasquero A.
botellazo@gmail.com
@botellazo
Caracas - Venezuela
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