POR LA ASAMBLEA
NACIONAL CONSTITUYENTE ORIGINARIA
El nombre fue sugerido por uno de los más respetables juristas
venezolanos, quien al leer nuestra primera versión del documento “Bases
Constituyentes, Propuesta de los Ciudadanos para la Reconciliación y el
Cambio”, sentenció que eso representaba más que unas meras reglas para la
elección de constituyentes para una Asamblea Nacional Constituyente,
rebautizando el documento de trabajo, que antes llevaba el nombre de Bases
Comiciales. Eso fue hace más de tres años. Así de largo ha sido el camino
recorrido.
La primera versión de las Bases Constituyentes de la Alianza Nacional
Constituyente se hizo pública durante su lanzamiento en el Colegio de
Ingenieros de Venezuela el día 17 de Marzo de 2016
(http://ancoficial.blogspot.com/2016/03/lanzamiento-de-la-alianza-nacional.html).
La siguiente versión se publicó el 12 de junio de 2016, y la que estuvo
publicada hasta ayer correspondió a la versión del 12 de Noviembre de 2016. Se
ha venido ajustando en base a las diferentes opiniones fundamentadas de muchos
factores políticos y sociales del país en la medida que hemos avanzado en el
proceso. Las Bases no están escritas en piedra.
Desde anoche publicamos en nuestro blog en la red, de fecha 21 de
febrero de 2017, una nueva actualización más ajustada a las observaciones
realizadas a las primeras versiones de la Alianza, que deseo comentar más allá
de su contenido -porque las pueden ustedes mismos leer- sino en su significado
en el proceso en el que nos hemos empeñado un importante número de venezolanos
(pueden descargar el documento desde
http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html).
Pero, ¿por qué comentar este documento ahora y no antes? Porque las
personas, que poco a poco han venido enterándose del proceso Constituyente de
carácter Originario que estamos impulsando, están cayendo en cuenta de la
importancia que este proceso tiene en el desenvolvimiento del problema político
en donde estamos metidos en Venezuela y las razones que tenemos para
proponerles esta ruta de acción a los venezolanos.
Lo primero que debo decir es que este es un documento inédito. Puede
sonar presuntuoso pero posiblemente nunca antes en el mundo moderno nadie haya
propuesto nada semejante. Tal vez el antecedente más cercano sea cuando en 1789
el eclesiástico y político francés Emmanuel Joseph Sieyès, propuso su tesis del
Tercer Estado en el que indicaba que este se constituía como la “una nación
completa y que no necesita a los otros dos estados: el clero y la nobleza” (ver
https://es.wikipedia.org/wiki/Tercer_Estado). Veamos:
“Cuando finalmente los Estados Generales de Francia se reunieron en
Versalles el 5 de mayo de 1789 y se originaron las disputas respecto al tema de
las votaciones, los miembros del Tercer Estado debieron verificar sus propias
credenciales, comenzando a hacerlo el 28 de mayo y finalizando el 17 de junio,
cuando los miembros del Tercer Estado se declararon como únicos integrantes de
la Asamblea Nacional: ésta no representaría a las clases pudientes sino al
pueblo en sí. La primera medida de la Asamblea fue votar la «Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano»….Ya el 27 de junio, los representantes de
la monarquía se dieron por vencidos, y por esa fecha el Rey mandó reunir
grandes contingentes de tropas militares que comenzaron a llegar a París y
Versalles. Los mensajes de apoyo a la Asamblea llovieron desde París y otras
ciudades. El 9 de julio la Asamblea se nombró a sí misma «Asamblea Nacional
Constituyente».” (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_francesa).
El pueblo pasó por encima de sus gobernantes –la monarquía- y se
constituyeron en Asamblea Nacional Constituyente, con sus propias reglas de
actuación. Nadie se paseó allí por la idea de que las reglas según las cuales
se constituiría esa Asamblea Constituyente debían pasar por los poderes
constituidos para poder deliberar y tomar decisiones respecto a qué hacer con
el país. Eso era como que si se le hubiera preguntado al Rey que hacer para
salir de él. De allí en adelante es un hecho sin discusión en el mundo que la
categoría “pueblo” está por encima de aquellos que gobiernan pues estos
devienen su poder precisamente de la Soberanía Popular.
El documento del que estamos hablando aquí y proponemos al pueblo
venezolano tiene ese antecedente histórico, según el cual los Poderes
Constituidos del Estado deben subrogarse al Poder Constituyente Originario
–esto es, al Pueblo- y a sus propias reglas de actuación. Para algunos esto
suena escandaloso, pero para sorpresa de muchos ese principio fundamental está
contenido en el Artículo 347 de nuestra Constitución de 1999.
Las Bases Constituyentes constituyen el “aterrizaje” de nuestro Proyecto
País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente, la manera estructurada de
hacerlo posible. No se puede soñar un nuevo país sin decir cómo se puede hacer
realidad. Se han interpuesto innumerables obstáculos, no solo aquellos que
devienen de la actual realidad política venezolana sino de la natural
resistencia al cambio de aquellos que siempre han vivido de hacer mal las
cosas. Muchos factores en contra de una propuesta que le abriría cauce a la
creatividad de nuestro pueblo para resolver sus problemas. Pero hemos sido
persistentes.
¿De qué se trata este documento? Con base a nuestro derecho a la
participación política consagrado en la Constitución, un grupo de venezolanos
redactamos un manifiesto para la historia denominado Bases Constituyentes,
donde aquellos que lo suscriban -denominados Activadores- nos constituimos en
todo el país en Juntas Activadoras del Poder Constituyente Originario (JAPCOs),
cuya misión tiene tres objetivos fundamentales: 1) Recoger las manifestaciones
de voluntad del 15% del Registro civil y Electoral en todo el país (Artículo
348); 2) Alcanzado y superado ese mínimo del 15% constitucional, proceder a
convocar a un Proceso Constituyente de carácter Originario; 3) Estar en la
disposición de defender la voluntad del pueblo de convocar a una Asamblea
Nacional Constituyente por encima de cualquier desconocimiento que haga el
Poder Constituido al Poder Constituyente Originario.
Esa Asamblea Nacional Constituyente tendrá todos los poderes para
proceder a destituir, si así lo considerara conveniente y necesario a los
intereses del país, a todos o algunos de los Poderes Constituidos, procediendo
en tal caso a instalar un Gobierno de Transición hasta culminar la redacción de
un nuevo texto constitucional para luego convocar nuevas elecciones.
Las reglas para llevar a cabo ese proceso, están contenidas en ese
documento, incluyendo cómo y quiénes lo conducirán, estableciendo los parámetros
para la elección de aquellos que participarán como constituyentes en esa
Asamblea Nacional Constituyente. ¿De
dónde sale la legitimidad de aquellos a quienes les toque conducir el proceso
de acuerdo a esas Bases Constituyentes? Del mismo pueblo quien con su firma da
su autorización para iniciar el proceso, con las reglas que ese mismo pueblo
convocante aprueba a través de la Planilla de Recolección de Firmas, esto es,
las Bases Constituyentes. Quien no las desee aprobar (están publicadas desde ya
casi un año) está en su perfecto derecho de no firmarlas, pero de ser
aprobarlas por un mínimo del 15%, del Registro Civil y Electoral, Venezuela
debe entrar a un proceso de elección constituyente conducido por el Poder
Originario, con esas Bases Constituyentes, tal y cual está establecido en la
Carta Magna.
Dado el carácter novedoso de este proceso, y aun cuando la estructura
fundamental sobre la cual está construida la propuesta no ha variado –Poder
Constituyente sobre Poder Constituido- si han variado algunos aspectos
relacionados con el detalle del cómo realizarlo en la redacción del documento
desde su comienzo, siempre respetando el principio democrático y de
representación proporcional. Es un dicho muy conocido “el diablo está en los
detalles”, y permanentemente aparecen nuevas observaciones.
Pero eso no nos ha detenido en el proceso de la conformación de las
Juntas Activadoras del Poder Constituyente Originario a nivel nacional. No es
fácil conciliar la práctica –el levantamiento de las firmas- con el detalle de
la implementación ya que nunca terminaríamos de arrancar. Esto nos lleva a
estar ajustando el documento aun cuando haya firmas en proceso, y a explicar
muy bien y permanentemente a los venezolanos las actualizaciones que hagamos de
la implantación, y es por ello que las JAPCOs deben estar muy bien formadas e
informadas de cada paso que de la Alianza para mantener actualizados a su vez a
todos los que ya hayan firmado, en aras de garantizar la transparencia de todo
el proceso constituyente originario.
“¿Dónde iremos a buscar modelos?
La América Española es original. Original han de ser sus instituciones y
su Gobierno. Y originales lo medios de fundar unas y otro. O inventamos o
erramos…” decía el Maestro Simón Rodríguez. Somos seres humanos y podemos
equivocarnos y seguramente lo hemos hecho en este proceso. Sin embargo, de este
gravísimo problema que tenemos los venezolanos solo saldremos con soluciones
originales. Si alguien tiene alguna otra solución, bienvenida sea y la queremos
conocer. Pero que su solución no sea destruir lo que hemos concebido, sin
proponer otro camino que podamos seguir los venezolanos. Y lo menos que pedimos
es que se nos muestre algo de la profundidad y seriedad con la que estamos
planteando estas Bases Constituyentes, de una manera pública y abierta.
Desde la Alianza Nacional Constituyente creemos que esta es la vía
constitucional, pacífica, democrática y participativa, muy concreta para
recorrer el camino de lograr la libertad en Venezuela. Conlleva riesgos,
esfuerzo, trabajo, costos de una manera continuada y permanente, en el
desarrollo de una estrategia hasta conseguir el éxito. No es una manifestación
espasmódica que pretenda salir en un día del régimen. Es un plan serio para
reconstruir Venezuela, donde las movilizaciones tendrán su momento justo y
serán para defender el principio universal de que es la Soberanía Popular la
única que decide el destino de un país, incluyendo quitar y poner gobiernos,
nadie más. Luego de tanta decepción, los venezolanos no nos merecemos menos que
eso…
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Caracas - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario