sábado, 22 de diciembre de 2018

PEDRO E. PIÑATE B., LOBO EN PUERTA


En Katowice, Polonia, este diciembre 2018 la 24 Reunión Mundial sobre Cambio Climático (COP 24), ratificó el compromiso de 196 países incluyendo Venezuela, de cumplir las reglas del Acuerdo de Paris de 2015 para evitar el calentamiento global. Para Venezuela que estuvo representada por 10 funcionarios, esto supone que en adelante, si asumirá efectivamente su cuota parte de responsabilidad global frente al cambio climático.

De allí que la lectura del artículo “Un planeta en peligro necesita una actuación multilateral” por Signe Krogstrup y Maurice Obstfeld del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional (Diálogo a fondo 03/12/2018), sirve aquí también de contundente alerta: “2018 ha sido un año con olas de calor, incendios forestales y tormentas de mayor intensidad. De los 18 años más calurosos sobre los que existen estadísticas, 17 han ocurrido desde 2000. 2018 está en camino a sumárseles. Entre tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando. (..) Otros aspectos críticos del clima y la biósfera terrestres sufren enormes tensiones. Los bosques lluviosos están mermando. Los cascos polares pierden superficie a medida que se calientan los océanos y, a medida que estos se acidifican, desaparecen los arrecifes de coral. El vertido de fertilizantes inyecta demasiados fosfatos y nitratos en las cuencas fluviales, contaminando las aguas y los ecosistemas litorales. Los microplásticos están entrando en los alimentos y el agua que bebemos. La biodiversidad de nuestro planeta está haciendo implosión.”

Nada nuevo como citan alertó en 1977 William Nordhaus, nuevo Premio Nobel por su trabajo en economía ambiental: “Al contemplar el futuro rumbo del crecimiento económico en Occidente, los científicos se dividen entre un grupo que clama "¡se viene el lobo!" y otro que niega la existencia de esa especie. Una inquietud persistente es que las actividades económicas humanas alcanzarán una escala tal que el clima mundial se verá afectado significativamente. A diferencia de muchas alarmas sobre la llegada del lobo, me parece que esta habría que tomarla con gran seriedad. Al cabo de poco más de cuatro décadas, tenemos al lobo en la puerta.” Ciertamente el cambio climático es “el lobo en la puerta”. Si no lo detenemos, a todos en el planeta y Venezuela nos devorará.

Pedro E. Piñate B.,
ppinate@gmail.com

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