Por ningún
motivo el sindicalismo democrático que todavía existe en Colombia, debe recibir
orientaciones de grupos o partidos políticos marxistas abiertos o furtivos; en
vista de que la doctrina comunista es liberticida y está en las antípodas del
pluralismo, pues los seguidores de esa secta se consideran predestinados para
avasallar al resto de ciudadanos, de ahí que en las protestas hay que dejar en
claro, que las luchas sociales no son patrimonio de ningún sector político e
ideológico, ni tampoco pertenecen a candidaturas presidenciales izquierdistas o
a proyectos políticos totalitarios, por esa razón el sindicalismo libre debe
condenar los actos terroristas y vandálicos que han ocurrido en los últimos
días en Colombia, agenciados por bandas narco-comunistas como el Eln, las Farc
y colectivos chavistas, entre otros.
No se puede
olvidar que Lech Walesa y Ronald Reagan sepultureros del comunismo en Europa
oriental con la caída del muro de Berlín y la debacle de la URSS, tenían origen
sindical, siendo el primero presidente del sindicato polaco Solidaridad y
Reagan fue presidente del sindicato de actores de Hollywood, lo que demuestra
el anticomunismo de estos dos artífices del derrumbe del totalitarismo en el
viejo continente y que además fueron presidentes de sus respectivos países; en
razón de lo cual históricamente el sindicalismo ha tenido un talante
anticomunista desde la Primera Internacional de los trabajadores, puesto que en
esa organización del siglo XlX fueron rechazados los sofismas de Karl Marx por
parte de los obreros dirigidos por Bakunin y Proudhon.
Los
integrantes del marxismo en todos sus pelambres, les debería dar vergüenza
hablar acerca de que la ideología de los trabajadores es el comunismo,
resaltando que los connotados lideres libertarios antes mencionados le
propinaron hace 150 años una humillante derrota conceptual e ideológica a Karl
Marx, quien pretendía mediante el Estado crear una esclavitud política en
contra de los obreros, de ahí que el marxismo fue definido por loa anarquistas
como una patraña burocrática de engaño al proletariado, que se fundamentaba en el
absolutismo y la crueldad.
Marx con
sus dogmas estatistas, burocráticos y embrutecedores, buscaba que el Estado
fuera un especie purgatorio para los trabajadores, por eso la narrativa de que
el marxismo es la doctrina que deben de seguir los sindicatos es un embuste,
debido a que la historia así lo ha demostrado, porque también con los dogmas de
Marx se han montado dictaduras oprobiosas como las de Pol Pot, Stalin, Lenin,
Mao Zedong, Kim il Sung, Ho Chig Minh y Fidel Castro que le han regalado a la
humanidad alrededor de 140 millones de asesinatos que comenzaron con el golpe
bolchevique en Rusia hace 103 años, amén de la creación de monarquías como las
de Cuba y Norcorea.
Al
comunismo en toda su historia no le ha interesado el bienestar de las masas,
porque lo que pretende es mantener y reproducir la miseria como condición
necesaria para que el Estado comunista represivo y burocrático perdure
eternamente, por eso el sacrificio de los mártires de Chicago ocurrido en 1886
quienes eran libertarios y en cuya memoria se conmemora el Primero de Mayo es
la antítesis del marxismo que aplasta la libertad individual, para montar
nomenclaturas infames, cuyas élites parasitan con el
Estado
oprimiendo a los pueblos y convirtiéndose en las burocracias más corruptas que
hay sobre la tierra, pues al ser dictaduras no tiene ningún control.
La
legalidad de las luchas sociales, que deben de ser lideradas por los
sindicatos, especialmente, se tiene que basar en la solidaridad rechazando la
infiltración de grupos terroristas marxistas leninistas, así pues estas bandas
buscan utilizar la protesta para desarrollar sus aviesos planes, en vista de
que como seguidores del adefesio marxista leninista pretenden tener a obreros,
campesinos y a la ciudadanía en general de herramientas para satisfacer sus
apetitos, recordando que el comunismo totalitario ha sido el peor enemigo de
los pueblos, desde que existe.
El
Cristianismo Católico ha sabido responder a los desafíos que de manera abyecta
a impulsado el comunismo totalitario en el movimiento de los trabajadores,
comenzando por el papa León Xlll quien el 15 de mayo de 1891, promulgó la
encíclica Rerum Novarum, fundamento de la dignidad de los trabajadores, en ella
se muestra el carácter social de la Iglesia, al apoyar incondicionalmente a los
sindicatos, rechazando la acumulación desmedida de capital y repudiando la
perfidia del comunismo totalitario.
De acuerdo
a lo expuesto, sería importante que en Colombia apareciera una candidatura
presidencial anticomunista para el 2022, y así fortalecer el debate ideológico
y disipar ambigüedades doctrinarias que en nada ayudan a la democracia y a la
libertad.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario