jueves, 6 de mayo de 2021

LINDA D'AMBROSIO: OTROS "CUENTOS GROTESCOS"

Cuentos Grotescos, publicado originalmente en 1922, es una serie de historias que describen la realidad de una Venezuela signada por la tiranía, el abuso de poder y el resquebrajamiento de valores...

En tono sucinto, la noticia podría ser que ha visto la luz una nueva edición de los Cuentos Grotescos de José Rafael Pocaterra. Es cierto. Pero lo interesante de esta publicación, ya en sí misma valiosa, es que se trata apenas del primer volumen de una serie que sale al paso de la dificultad que experimentamos quienes, en el extranjero, intentamos recuperar nuestra perdida biblioteca de autores clásicos venezolanos. En efecto: pocos son, entre los millones de compatriotas dispersos por el mundo, los que pudieron llevar consigo sus más queridos libros. Acceder a los textos de los clásicos universales es bastante viable, aun en países de habla no hispana. No sucede así con los de nuestros autores nacionales.
 
Habiendo detectado este vacío, un grupo de jóvenes ha desarrollado una colección concebida para ser vendida en Amazon, tanto en formato físico como en formato digital, de manera que sean accesibles en términos económicos y geográficos.
 
Subrayaré aquí que la idea parte de una joven oriunda de Bélgica, en donde está radicada la Editorial Caobo. Vivió varios años en Venezuela y, enamorada de su cultura y de su gente, al regresar a su país, acometió esta tarea.
 
Empezaron por las memorias de José Rafael Pocaterra, en cuatro volúmenes, y la reedición de Cuentos Grotescos. ¿Por qué comenzar por este autor? Supongo que por emblemático, por haber sufrido el exilio, por ser muy cercano al corazón de los venezolanos, en particular a través de la figura de Panchito Mandefuá, quien fue a cenar con el Niño Jesús. Uno de los editores me ilustra: “Con Pocaterra existe una cercanía particular por el cariño a su ciudad natal, que es también la nuestra, y por una visión estratégica: tanto la temática de su obra como los avatares de su vida y su actitud hacia las circunstancias de su tiempo nos hacen sentir que es un buen primer nombre para despertar el interés, tanto del público venezolano, como de aquel que, sin serlo, ha desarrollado curiosidad por el país, su realidad y, desde luego, sus letras. Es también un autor que está justo en la línea entre la oscuridad del olvido y la fama del prócer, y creemos que servirá de buena entrada para un catálogo, que incluirá, eventualmente, nombres más lejanos para el lector moderno”.
 
Pocaterra recorrió más de una vez el camino del exilio en razón de su activismo en contra de los regímenes de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. Pero, además, estuvo preso. La portada escogida por Caobo para las Memorias de un venezolano de la decadencia incluye dibujos hechos por el propio escritor como parte del testimonio gráfico sobre las condiciones de La Rotunda. Son los planos de las dos plantas de la cárcel gomecista y un dibujo de los grillos con que encadenaban a los presos. “Figuran junto a fotografías tomadas clandestinamente dentro de la prisión por otros compañeros de celda; toda una hazaña riesgosa descrita en el tercer y cuarto volumen del libro. Para las portadas de las obras de ficción, hemos hecho interpretaciones de detalles de obras clásicas de pintura; en el caso de Cuentos Grotescos, un trozo de El Jardín de las Delicias del Bosco”, me explican.
 
Cuentos Grotescos, publicado originalmente en 1922, es una serie de historias que describen la realidad de una Venezuela signada por la tiranía, el abuso de poder y el resquebrajamiento de valores.
 
“Nuestro esfuerzo va dirigido a echar nueva luz sobre este y los próximos autores clásicos, y a poner a disposición de los lectores una colección curada con esmero, que se traduzca en un catálogo lo más extenso posible”.
 
Un esfuerzo sin duda encomiable, que muchos querremos agradecerles.
 
Linda D´ambrosio
linda.dambrosiom@gmail.com
@ldambrosiom
@ElUniversal
Venezuela-España 

1 comentario:

  1. Muy interesante información, para los venezolanos que estamos fuera de nuestro país.

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