Y ahora
piensan que Obama es el culposo y exhiben su mal récord económico puesto que
sus políticas fueron la causa de que la recesión se alargara durante cinco
años. En 2009, los demócratas afirmaron tener las herramientas y prometían un
crecimiento superior al 4%. Nunca lo lograron, ni siquiera se aproximaron. Y
fue Biden quien, hace una década, prometiera un verano de recuperación que
nunca llegó. Entonces, ahora creen que el trillón de dólares de endeudamiento y
gasto en el 2009 fue lo que hundió la economía, pero estos $5 trillones
provocarán una prosperidad nunca vista.
Un trillón
de dólares representa el 5% del PIB del país. La oficina congresional del
presupuesto acaba de publicar un análisis denunciando los efectos que se
causarán con el gasto gubernamental si se aumenta para ubicarlo en un 10% del
PIB, o aproximadamente de 1 a 2 trillones anuales. Un trillón de dólares sería
el equivalente del gasto anual en los créditos fiscales para ingresos bajos que
Biden quiere hacer permanentes, o, estructurados para que sean reinstalados
solo antes de las elecciones. Dos trillones de dólares, o, el 10% del PIB,
sería igual al plan de Biden de alivio del COVID que ya ha sido aprobado.
La oficina
Congresional del Presupuesto estima que incrementar el nuevo gasto de solo 5 a
10 por ciento al año, resultaría en un PIB de 10 puntos porcentuales más bajo
de lo proyectado. Los jóvenes serían los más afectados sumándose a una economía
decreciente y, como resultado, los salarios serán también más bajos, las
acciones de capital también bajas, el resultado será de salarios deprimentes.
Las pérdidas son más altas cuando se pagan con un agresivo y progresivo
impuesto sobre ingresos como el que opera en California.
Imaginemos
el daño que se puede hacer gastando $4 trillones antes de que EU tenga que
aumentar impuestos para asegurar que los pagos de Seguro Social y de Servicios
de Salud continúen fluyendo. El congreso estaría cometiendo una forma de
suicidio económico nacional, si se aprueba un paquete de “estímulo” que
representa el equivalente del 20% del PIB. Los expertos ven ya los trillones de
dólares fluyendo en la economía y se preparan para ver las señales de
inflación. La cantidad del estímulo con el que amenazan, podría ser el triple
del crecimiento potencial de la economía. El estímulo no es necesario, pues la
economía se está recuperando rápido después de la pandemia, como lo indica el
millón de empleos creado en marzo.
Esto
escribí en enero 2021.
Para
ubicarnos hay que visualizar el posible comportamiento de EU con Biden al timón
de la nave y, sobre todo, cómo se pudiera ligar a este reacomodo global. Porque
Biden ya amenazaba para, desde su primer día en la oficina oval, a través de
una serie de órdenes ejecutivas dar reversa a todo a todo lo que haya
establecido que Trump que, según ellos, produjo esta grave situación. Y, desde
estos momentos hago mi primera predicción. No hay duda de que la pandemia
destruyó el boom económico que Trump provocara, entonces, Biden iniciaría
afirmando recibir una economía que fue destrozada por la administración pasada
y, para recuperar el crecimiento, necesitará tiempo y se tendrán que hacer
grandes sacrificios.
Describirá
la situación como la de Europa después de la segunda guerra mundial, por lo que
requerirá de una “ayuda internacional” similar al Marshall Plan (FED). Hay que
recordar el lema de los demócratas, “no hay que desaprovechar las crisis y, sin
no las hay, habrá que inventarlas”. Así, para sensibilizar la comunidad global,
iniciará una gira mundial similar a la que, en su momento, Obama llevara a cabo
pidiendo disculpas por todos los ataques y ofensas que les dedicara Trump con
su estúpida política de “Primero América”, notificando que de nuevo la barra
libre de EU estaría abierta a disposición de todos y bajo el mando de su hijo
Hunter. Y, punto neurálgico en este plan de rescate, sería la reactivación de
la relación comercial, económica, tecnológica con China que ha sido la más
agraviada.
Para
mediados del 2022, con una economía agonizante de nuevo declararía el problema
heredado de Trump era mucho más grave, puesto que sus irresponsables ataques
habían causado daños irreparables y con más urgencia se requeriría de “ayuda
internacional”, de grandes sacrificios como un aumento agresivo de impuestos,
nuevas y más estrictas regulaciones pues, como afirmara Chavez, “mientras más
libertad se de a la gente, más cárceles se tendrán que construir, más
burocracia se deberá requerir para vigilarlos”. Esa es la clara escuela de
Obama, el master para cobardemente evadir culpas y luego pretender adjudicarse
los éxitos ajenos.
Y, cuando
se combinen las agresiones que ellos iniciaron contra la economía con los
destrozos de la pandemia, surgirá un aparato productivo mostrando los colmillos
de una nueva depresión, pero en esteroides, y una ola de inflación. Y, debemos
recordar que la estrategia del EP es llevar a las naciones a una gravedad
extrema que les permita tomar su control de parte de una población que, no solo
no se resistirá, les dará la bienvenida.
Larry
Summners, quien fuera secretario de la tesorería con Obama, afirma que Biden
está siguiendo la más irresponsable política macroeconómica en muchas décadas
que son tantas que no puede recordar. En una entrevista en Blumberg advirtió.
“En estos momentos lo equivocado de esas políticas macroeconómicas causaran
graves riesgos que se pueden convertir en eventos muy peligrosos”. Y cuando un
economista de izquierda como es Summners hace advertencias de esta naturaleza,
es muy importante estar alerta en lo que todo esto pueda provocar
Y algunos
elementos de la media han decidido hablar y la publicación, The Hill, presenta
un análisis en un artículo con título premonitorio: “La casa blanca se prepara
para remodelar el papel del capitalismo en EU”. “Esta ya presionando por una
ley de infraestructura que, sin duda, puede reestructurar la discusión acerca
del capitalismo, así como reestablecer al gobierno federal como el principal
motor y conductor de cómo la economía debe funcionar y crecer…ello también
redefiniría proyectos clásicos de infraestructura para incluir inversiones en
trabajadores y familias, obviamente todo pagado con los aumentos de impuestos
que se preparan”. Concluye, asegurando los $5 trillones definitivamente sentará
una nueva relación gobierno—sector privado con radicales cambios a la
estructura económica. ¡Y mis amigos me regañan cuando afirmo Biden es un
marxista rebosando de bacanora!
Ricardo Valenzuela
chero@reflexioneslibertarias.com
@elchero
México – Estados Unidos
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