El caso de las elecciones en Barinas reclamaría un acuerdo político de altura entre gobierno y oposiciones, y no una mala solución basada en volteretas judiciales. Sin embargo -con toda su importancia-, no podemos olvidar que por debajo de tales tira y afloja están fluyendo los “ríos profundos” de la vida de la población venezolana: lo que hay día a día en la mesa de cada familia, la atención que recibe su salud, las oportunidades de trabajo dignamente remunerado que existen, la educación que reciben los niños, niñas y jóvenes… Se trata de los ríos vitales que van llevando a un pueblo por caminos de avance social, económico y cultural o que, por el contrario, perdido su buen cauce se empantanan o, peor, se despeñan hacia el caos y la destrucción. ¡Qué difícil retomar el buen rumbo una vez que se ha perdido! Deberíamos evitar ese destino.
Pensando en la educación, no hay duda de que la cuarentena forzada por la pandemia ha venido a empeorar seriamente su cobertura y calidad, ya afectadas por la crisis económica y política del país. Hacen falta, especialmente de parte del Estado, iniciativas acertadas, desarrolladas con todo empeño e inteligencia, para ir asegurando a pesar de todo una formación estudiantil al menos adecuada y que mejore progresivamente. Lo que se está haciendo no es suficiente: podría hacerse más, incluso con las graves limitaciones de recursos que hay.
En primer lugar se encuentra el tema de los ingresos de las y los docentes, especialmente los del sector público, ingresos que se han vuelto insignificantes. Quisiéramos que todos los trabajadores contaran con un buen salario, pero no puede negarse la relevancia de los sectores salud y educación: necesitamos, como nación, que quienes laboran en ellos reciban salarios adecuados y puedan cumplir bien su tarea. Esto es prioritario entre lo prioritario. Está subiendo la producción petrolera y el precio del crudo: serían oportunos acuerdos para poder vender petróleo libremente, dirigiendo esos recursos al pago de quienes laboran en salud y educación. Y a la reparación de instalaciones en ambos sectores. Porque el estudiantado debe disfrutar de locales aptos, y las personas que lo requieran deben ser atendidas en hospitales funcionales y dotados. Seguiremos.
Aurora Lacueva
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Aurora Lacueva
@AuroraLacueva
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Venezuela
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