En teoría, ser de
izquierda significa ir contra lo rígido, la injusticia social, la opresión, ser
idealista, romántico y soñador. Todo esto muy bonito, pero cuando los ideales
se forjan únicamente basados en la sensibilidad social inmediata y no en el
raciocinio y la realidad, el culto a la emoción prevalece y la respuesta a un
problema planteado se hace más emocional que pragmático.
De esta manera damos
la espalda a la verdad que nos perturba, para entregarnos al espejismo que nos
reconforta (cuando un pobre invade un terreno, sólo se piensa a favor del pobre
y no en el problema que éste está creando). Por eso el chavismo triunfa en el
terreno emocional, pero fracasa en el progreso y en la lucha contra la pobreza.
Por otra parte, el
socialismo que existe en los países de Europa Occidental y el que gobernó a
Venezuela durante la época democrática, como AD y Copei, son el polo opuesto al
comunismo chavista. Se trata de socialismos moderados que se apegan a la
democracia, al pluralismo político y a las libertades.
Mientras el
socialista francés Mitterrand, luchó contra los invasores nazis, nuestros
guerrilleros izquierdistas auspiciaron la traidora invasión cubana a nuestra
patria (como hoy lo ha hecho el chavismo). Mientras que el socialista español
Felipe González, lucho contra la dictadura de Franco en su país, nuestros vende
patria guerrilleros intentaron destruir la balbuceante democracia. El
socialismo que el venezolano divisa es el antidemocrático, el de la guerrilla,
el del infiltrado, el de los círculos chavistas.
Pero ¿cómo puede un
ser pensante, apoyar a un gobierno que entre otras cosas, ha arruinado a
propósito al país, provocado la más alta tasa de criminalidad e inflación del
mundo y la carestía total?
Pudiera ser la ignorancia, o que un bozal de arepas le haya comprado su dignidad. Pero eso no explica la gran cantidad de focas amaestradas, que se babean y aplauden frenéticamente ante cualquier alusión al Comandante Eterno o a su dictadura heredada. La explicación más racional es que se trate de lavado de cerebro, que por definición requiere de individuo con cierta debilidad mental. Que oiga quien tiene oídos…
Ernesto
Garcia Macgregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor
Zulia
- Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario