Afectuosa amiga.
Ciudad.
Felicitaciones
Argentina. Ganó Mauricio Macri y su equipo. Perdieron Kristina, Chávez, Maduro,
los Castro, los Lula, Evo, Correa, Ortega, etc. Esta pudiera ser la primera advertencia que en estos tiempos
anuncia, ojalá, la llegada de vientos de cambio político, tan esperados, en
América Latina. Repican pues campanas de bonanza.
Internacionalmente es
una derrota para el populismo que los Kirchner impusieron como forma de cultura
política dominante, bajo los auspicios de su mentor del Socialismo del siglo
XXI, demás compinches y tantos enchufados al silencio cómplice y mullido que
inyecta el tintinar del goce que se siente al recibir, sin factura siquiera que
invente alguna deuda, beneficios provenientes del festín petrolero que desde
aquí se repartía y reparte aún a manos inescrupulosas y llenas, a cambio de
fugaz y embusteros apoyos en comparsa.
Argentina se merecía
esta victoria tan esperada por tantos y esta derrota tan merecida para otros
que amasaron el poder a su manera e intereses como si fuera de ellos, y de qué
forma, durante 12 larguísimos e interminables años que fueron lo más parecido
al infinito. Por lo siniestro, por lo cursi e irrepetible. Por lo insoportable.
Este cambio es la
expresión ciudadana de la frustración represada que se expresó a favor de la
democracia y la decencia y en contra de una envilecida forma de la acción
colectiva. El fracaso de los que pervirtieron la política les calza a la
medida.
Esperamos pues para
ti y los tuyos, Argentina, ciudadanía y dirigencia, cosechas de orgullo, prosperidad, consensos y decencia. Ojalá en
Venezuela podamos celebrar el 6-D una victoria como esta. Qué gusto nos daría.
Sería una fiesta en la que ustedes estarían presentes en primera fila.
Porque es que
Venezuela vive las horas más oscuras y torvas de su historia. País donde ya no
se puede vivir ni respirar sin tener que enfrentarse con la ambición invasiva
que acaparan desde un poder corrupto los que aquí mandan a la brava, porque
ningún poder limpio puede sostenerse en el ejercicio del mal como política de
Estado ni en la administración perversa de una libertad envenenada que habrá
que recuperar algún día en estas tierras prosperas pero marchitas.
En el calendario
venezolano se asoman las elecciones legislativas del 6 de diciembre de este año
que pudieran mostrar el acceso a un camino de esperanza para los que militamos
en la Unidad Democrática. Lo de ustedes, con lo que tenemos de distintos y
múltiples, constituye un ejemplo para toda la región y eso debe ser motivo de
orgullo para los argentinos y de esperanza para todos los latinoamericanos que
nos merecemos otros horizontes y destinos.
Pero por el momento
dejemos los discursos de ocasión que por más que uno quiera tienden a ser
circunspectos y prudentes, y celebremos
sin más, juntos y por todo lo alto, este
tango compadrito que nos pone a todos a bailar en medio de la calle Corrientes
348 segundo piso ascensor.
Felicidades otra vez
Argentina. Te lo merecías. Estamos contigo en la distancia en la que nos
arropamos con los pliegues de un verso entrañable y caminito.
Leandro Area Pereira
leandro.area@gmail.com
@leandroarea
Miranda - Venezuela
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