La Navidad también
nos recuerda que con la aparición del
hijo de Dios en el mundo, su doctrina durante 2000 años ha estado
acompañando las reivindicaciones
en favor de los necesitados, y Jesucristo en varias oportunidades dio
muestras de privilegiar a los
humildes por encima de la opulencia de los acaudalados de aquel tiempo,
continuando sus apóstoles con las
enseñanzas, en donde el cristianismo primitivo tenía un gran fervor por
el servicio a la comunidad, recordando que en el libro de
los Hechos de los Apóstoles nos narra la
forma como tenían todas las cosas en común, ya que vendían sus propiedades y sus bienes
repartiéndolos según la necesidad de
cada uno; esa costumbre se practico durante al menos 3 siglos de
cristianismo en el imperio romano, en donde se destaca a San
Lorenzo mártir y diacono, quien fue
sacrificado en el año 258 d.c, pues administraba los bienes de la Iglesia y
cuidaba de los pobres, a los que consideraba
el mayor tesoro, situación que no permitieron las autoridades romanas
quienes lo quemaron vivo.
También se destaca
que el 15 de mayo de 1891, fue promulgada la encíclica
Rerum Novarum del papa Leon Xlll. En ella se muestra el
carácter social de la Iglesia, al apoyar a los sindicatos, condenando la
avaricia hacia el capital como causante
de la pobreza y degradación del trabajo.
La aparición de este
documento se enmarco dentro de la lucha ideológica al interior de los
trabajadores en aquel entonces, pues existía la
segunda internacional, en donde se enfrentaban comunistas totalitarios basados en el
marxismo, con los libertarios y las corrientes social demócratas, así que la
Iglesia supo percibir el momento
histórico y propuso esa encíclica
social, que tiene vigencia hasta nuestros días.
La Iglesia vivía momentos difíciles a finales del siglo XlX, por la descristianización de los
sectores proletarios, impulsada
principalmente por el marxismo cuyo fundador planteó que la religión era
el opio del pueblo, pero no lo acompaño en esa postura el dirigente libertario
Bakunin, contradictor de Marx en la primera internacional de ese mismo Siglo XlX, quien
manifestaba su catolicismo, por no tener
elementos científicos validos para
volverse ateo, ello lo esbozo en su libro La Libertad: así que la Iglesia con la
encíclica Rerum novarum, discernió el signo de los tiempos, siendo una actitud
fundamental para contrarrestar a los adversarios de la Iglesia y proyectar la doctrina social, que es base indispensable
para la construcción del Reino de Dios entre nosotros.
Los sindicatos le deben mucho a las iniciativas
de la Iglesia con la doctrina social, no solo en el ámbito mundial sino desde
luego en nuestro país, recordando las
obras del padre José María Campoamor y
monseñor Jorge Murcia Riaño en el siglo
XX, además la Iglesia impulso la
creación de la juventud obrera católica (JOC) la SETRAC(selección de
trabajadores católicos) el secretariado económico y social(SESAC). Ayudo a la creación de la UTC(unión de
trabajadores de Colombia) en 1946, y colaboro con la fundación de la
JTC(juventud trabajadora colombiana) a lo cual hay que agregar que en el
movimiento cooperativo que ha sido
cercano al sindicalismo, tuvo mucha
influencia en su desarrollo el cristianismo católico, todo lo anterior
demuestra lo trascendental que ha sido la encíclica Rerum Novarum en estos 124 años.
Cabe destacar que la Iglesia pudo contrarrestar con el
documento del papa Leon Xlll en su aplicación práctica, la influencia de ideas absolutistas que buscaba que el
materialismo fuera asumido íntegramente
por los trabajadores, por ello se resalta que en la búsqueda de la dignidad de
los trabajadores, la Iglesia promulgado
atraves de los años otras encíclicas de contenido social como: Quadragesimo
Anno de Pío Xl en 1931; Mater et magistra en 1961 de Juan XXlll; Centesimus Annus de Juan Pablo ll; Populorum
progressio de Pablo Vl en 1967,Laborem
exercens del papa Juan Pablo ll; todas estas encíclicas exaltan el trabajo
humano y
rechazan las doctrinas totalitarias, el mercantilismo y el desempleo,
recalcando que en el trabajo se imita a Dios, siendo Jesucristo hombre de
trabajo; además Benedicto XVl durante su
pontificado promulgo la encíclica
Caritas in Viriatate, en donde se
reconoce grandemente la labor de los trabajadores.
La Iglesia cristiana
católica que es una institución
histórica, toma el trabajo como
condición necesaria para el progreso, en donde este no se puede deshumanizar
como lo hace el neoliberalismo y la
globalización, de ahí que la opción preferencial por los pobres es una premisa
para el desarrollo eclesiástico
siguiendo las enseñanzas de la palabra de Dios, respetando la tradición y
fortaleciendo el magisterio; así que la acción pastoral a favor de los
trabajadores reconforta para lograr la
dignidad social, sin olvidar que hay que
trabajar defendiendo la creación, que
corre peligro por la el afán excesivo de poseer y acumular riquezas, como lo
expone nítidamente el papa
Francisco en la encíclica Laudato Si,
difundida este año y que es sobre el medio ambiente; por ello el
desarrollo de las organizaciones sindicales debe de ir de la mano con la defensa de los nobles intereses, que
mueven a las mujeres y los hombres de buena voluntad en la Navidad.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia
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