domingo, 13 de diciembre de 2015

RICARDO VALENZUELA, INDIVIDUO CORPORATISADO, REFLEXIONES LIBERTARIAS, DESDE MEXICO

Cuando Vicente Fox se convirtiera en presidente de México iniciaba su jornada de forma interesante; pretendía definir los verdaderos problemas del país. Problemas económicos, sociales, de seguridad etc., pero uno en particular era la llave para abrir el candado de las soluciones de infinidad de ellos; el que el autor americano Lawrence Harrison ha definido como, “las estructuras mentales de los mexicanos.” La nueva Secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez, lo definía muy claro en la famosa presentación de Televisa; “ya no vamos hablar del combate a la pobreza, ahora vamos a vigorizar a los mexicanos para que ellos mismos fabriquen sus oportunidades sin depender ya del Estado.”--- Ahí estaba y sigue estando la clave del futuro de nuestro país.

Siendo yo estudiante en el Tecnológico de Monterrey, el jefe del departamento de economía, Dr. Giorgio Berni, me solicitó una investigación por demás interesante: Descubrir las raíces de las abismales diferencias entre el desarrollo de nuestro país y el de los EU, cuando sólo nos separa una valla, pero años luz en cuanto a prosperidad, progreso, bienestar y oportunidades para nuestros ciudadanos. Tuve gran ayuda en mi exploración de parte de un gran sonorense, el Ing. Armando Hopkins , y al final de mi investigación le presenté al Dr. Berni mis conclusiones: Los EU debían su envidiable desarrollo al sistema político parido por la consciencia libertaria de sus fundadores y las estructuras mentales de libertad y responsabilidad individual que a sus habitantes les había formado el calvinismo protestante.

En México, sin embargo, el sistema político heredado de la autocracia de la corona de España y las estructuras mentales herencia del catolicismo, nos habían hecho perder prácticamente 500 años condenándonos a la pobreza, el subdesarrollo y, sobre todo, a la organización política del rentismo y rapiña que nos manejó especialmente durante los últimos más de 100 años. La interminable matra de nuestros “intelectuales” en el sentido de que los mercados libres sólo sirven para hacer al rico más rico y al pobre más pobre, ha sido el estandarte con el que nos han enterrado en la miseria y la desesperación. ¿La estrategia para lograrlo.? Castrar la voluntad individual del ser humano para llevarlo al redil del estatismo colectivista a través del corporativismo; perderlos en la inmensidad del rebaño.

El término corporativismo se refiere a la prescripción de la doctrina política muy de moda en la primera parte del siglo XX. De acuerdo con estas ideas, la sociedad se debería de configurar, no de individuos aislados, sino de corporaciones, cuerpos organizados verticalmente que deberían de estructurar el orden social con base a las funciones económicas y sociales. Cada organización debe de representar a un grupo con una función común en la división social del trabajo, y los individuos deberán actuar y relacionarse con los demás, a través de las organizaciones a las que pertenecen.

A nivel político el estado debe estar organizado en base a una representación de ciudadanos considerados, no como electores individuales, sino piezas a través de las corporaciones. Esas corporaciones deberán también ejercer funciones de regulación y control además de las representaciones ya tocadas. El corporativismo siempre ha sido hostil hacia el capitalismo liberal por su excesivo individualismo. En aspectos económicos, los corporativistas promueven un sistema que combina la propiedad privada con el rechazo de las fuerzas del mercado---. Su alternativa es lo que ellos elegantemente han llamado “la tercera vía.”

En México, desde la formulación del Pacto de Calles de 1929, se inició también el desarrollo del plan para controlar a la ciudadanía a través de la formación de entes corporativos como el mismo partido y sus componentes: Organizaciones obreras, sindicales, campesinas, sociales etc., evitando así la estructuración de una sociedad civil sana y vigorosa. A través de ese corporativismo se ha matado la identidad del individuo soberano. Los ejidatarios son los hijos de Zapata y la CNC, los obreros son los retoños de Lombardo Toledano y la CTM, los maestros son hijos de Jongitud Barrios y de su famoso sindicato, los empresarios estatistas solo peones de este gran ajedrez. Los mexicanos han perdido su identidad y su soberanía.

Es debido a esta realidad corporativista el que en nuestro país tengamos actitudes como la de pensar que el gobierno tiene la responsabilidad de crear los empleos, de hacer llegar la prosperidad a los hogares, o como decía Bastiat; proporcionar capital para todos los proyectos, consuelo para los tristes, diversión para los aburridos, leche para los niños, vino para los ancianos. Depender de ese gran ente que llamamos el Estado para que nos proteja y nos evite la desagradable tarea de planear nuestro futuro, desarrollar sentido de responsabilidad, prudencia, respeto, orden, frugalidad y responsabilidad ciudadana. Es debido a este realidad corporativista el que tengamos una economía ineficiente y actores económicos pidiendo la protección del estado en un mundo globalizado.

Mientras el ciudadano no encabece una cruzada para desterrar el corporativismo y sus herencias trágicas, México no podrá progresar. Mientras no hagamos causa común con su con lo que expresara, josefina Vázquez, Secretaria de Desarrollo Social, en el año 2000, no vamos a combatir la pobreza, sino que vamos a motivar a todos los mexicanos a depender de sus habilidades, de su trabajo—en un entorno económico saludable --sus buenos deseos permanecerán en esa dimensión, la de los buenos deseos. Mientras los mexicanos no tengamos claro conceptos como los de Hayek, Friedman que pregonaban la superioridad del orden económico individual para la generación de prosperidad, sobre los sistemas de planeación gubernamental---México no podrá progresar.

Mientras los mexicanos no tengamos claro conceptos como los de Kant que hablaba de la inmoralidad del uso de individuos como medio para avanzar y lograr los objetivos de grupos de poder, puesto que al hacerlo se viola su autonomía y su integridad. Mientras a los mexicanos no se les regrese su soberanía individual, su libertad para actuar, pensar, llorar o reír fuera de las corporaciones, no podremos lograr el progreso que todos soñamos. Mientras no muera el corporativismo priista, perredista, panista etc. México no tiene futuro.

Ineptocracia :

“Un sistema de gobierno en el que los menos aptos para ejercer el poder, son elegidos por esa mayoría de los que no producen nada, en el que los miembros de la sociedad incapaces para sostenerse a sí mismos y no tratan mas, se les recompensa con bienes y servicios expropiados de la riqueza creada por un número cada vez menor de gente responsable y productiva“.

Ricardo Valenzuela
chero@reflexioneslibertarias.com
chero13704@gmail.com
@elchero

Mexico

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