Se escuchan voces intentando “manejar” la nueva Asamblea Nacional según
criterios particulares de cada forma de mirar el paisaje. Algunos analistas y
constitucionalistas han sido muy prudentes. Carlos Blanco y Juan Manuel
Raffalli, por caso. Otros son exacerbantes que bajo ningún concepto deben
atenderse porque hay que desterrar el ambiente bélico que en nada ayuda a la
recuperación de la economía y por esta vía de la satisfacción social.
Preferimos esperar que hombres duchos en política como Ramos Allup,
Julio Borges, Henrique Capriles, Alfonso Marquina y tantos otros, quienes
asumen con prudencia el triunfo, sepan administrar las potestades de la AN.
Hay un principio muy elemental que hasta el más tarado de los diputados
chavistas tiene que entender: quien puede lo más, puede lo menos. La MUD
controla la mayoría calificada del parlamento y por ende está facultada a hacer
lo que hizo un PSUV minusválido en el quorum.
De manera que actuando con el librito azul en la mano y no solo
blandiéndolo como hizo y hace Maduro, es posible protagonizar cambios y
demostrarle al país, incluso a los 5 millones que votaron por el chavismo, que
el golpe de timón era necesario para salir del berenjenal de Maduro-Diosdado.
También es prudente que la MUD, ahora que puede, logre apoyo para editar
volantes y contrarrestar el efecto de la Red Comunicacional del Oficialismo. La
gente lee con mayor atención ese papelito antes que perder el tiempo escuchando
una cadena presidencial recargada de despecho, frustración y deseos de
venganza.
Y quienes podamos aportar algo en provincia debemos hacerlo sin otro
interés que desatar el nudo gordiano que opera como grillete inclemente sobre
la humanidad de nuestros pueblos. Desde luego, alertando sobre quiénes rechazan
escuchar. Vienen nuevos derroteros que deben ser salvados con éxito para
bienestar del venezolano.
José Angel Borrego
periodistaborrego@gmail.com
@periodistaborr1
CNP-526
Anzoategui . Venezuela
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