El dato más
preocupante que existe en el país es el sentimiento de frustración de muchos
venezolanos que votaron por el cambio y pusieron su esperanza en un mejor
porvenir.
Maduro trata de desmantelar el tejido democrático que restableció el
pueblo el 6 de diciembre de 2015. No asimila su derrota e ignora la jerarquía
constitucional del parlamento nacional, como órgano independiente y soberano.
No obedece el mandato de la mayoría.
Maduro no entiende que el comunismo quedó
sepultado en el derrumbe del Muro de Berlín y en las cenizas de la antigua
Unión Soviética. Que Cuba se arrodilla ente el imperio norteamericano. Que el
modelo socialista comunista se desplomó porque fue incapaz de darle al pueblo
suficiente comida, agua, luz, hospitales en buenas condiciones, libertad y
medicamentos.
El rechazo del gobierno a la ayuda humanitaria de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) es un acto inhumano, propio de los comunistas.
Mientras Barack Obama, presidente de los EEUU, cuna del imperio, pone fin al
distanciamiento de 54 años de embargo económico a Cuba; restablece relaciones
diplomáticas; firma acuerdos económicos, comerciales, de telecomunicaciones, de
transporte aéreo y de salud, para surtir de medicamentos a la isla comunista.
En tanto, Maduro sigue arrimado a Cuba y regalándole millones de dólares.
Además, sembrando desesperanza, la misma que implantaron en Cuba hace más de 50
años para amansar a la gente, doblegarla y volverla fácil de obedecer. Cuando
bloquean a la Asamblea Nacional, lo hacen con el mismo propósito. Todo para
desviar la atención de la grave “crisis humanitaria” que requiere urgentemente
ayuda internacional ante las difíciles condiciones sociales que atraviesa el
país.
Los venezolanos hemos sido sometidos a la peor escasez de comida y
medicamentos inimaginable. La situación se agrava día a día. Los pacientes con
enfermedades crónicas no consiguen sus tratamientos; han muerto niños, hombres
y mujeres de distintas edades, por la carencia de insumos y equipos
especializados para la realización de radioterapias y quimioterapias; los
tomógrafos dañados o no pueden hacer los exámenes por falta de los contrastes
requeridos; la mayoría de los hospitales tienen los quirófanos contaminados y/o
inutilizables, la gran mayoría de los tales CDI no son más que los antiguos
ambulatorios a los que les cambiaron el nombre pero no les hicieron ni una
mejora.
La situación es indignante y no hay responsables. Es el colapso general
de la salud.
Jesús Alberto Barrios
R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela
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