VENTANA DE PAPEL
UNIVERSIDADES CHANTAJEADAS
Aunque es bien sabido que la democracia es una forma de gobierno, su
praxis se ha deformado por causa de criterios engañosos que han dejado ver que
el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia que exhorta la Constitución
de la República, no es gobierno de todos, ni por todos ni para todos.
Escasamente es el gobierno de unos pocos quienes usurpan los derechos de otros
para su beneficio particular.
El compromiso constitucional mediante el cual queda determinado que
Venezuela, dada su condición de Estado federal descentralizado, se rige por
principios de cooperación, solidaridad concurrencia y corresponsabilidad, tanto
como por preceptos que enaltecen valores políticos como la inclusión, la
participación y el pluralismo, es enteramente pertinente. Más, porque exalta
valores sociales y económicos que se plantean el desarrollo de la persona y el
respeto a su dignidad, la promoción de la prosperidad y bienestar de los
habitantes de la patria de Bolívar. Pero según las realidades propias, estos
ideales se han visto vulgarmente abolidos de un plumazo. Sobre todo, por el
necio afán del presidente en su desquicio por zarandear los sentimientos y
anhelos democráticos de los venezolanos.
En medio de un mediocre ejercicio democrático, los actuales gobernantes
han demostrado suma incapacidad para actuar en la dirección de construir un
país con plena conciencia de sus potencialidades afectivas y productivas. El
bullicio que dicho desgobierno provoca, inhibe disposiciones normativas que
sólo reflejan la descomposición institucional la cual incita el necesario
desorden jurídico para actuar al margen de la esfera constitucional. Así sería
posible pensar un Estado de Derecho sin participación determinante de la
opinión lo cual pareciera seguirse en el país para evitar la presencia de
medios libres y pluralistas. Por supuesto, en los predios de una presunta
democracia, que además podría acusarse de ¿democracia sorda, ciega y muda?
La universidad es fuente de lucha por la democracia. Históricamente así
ha sido.
Por esa razón, sería absurdo pensar que por el hecho de que una
institución universitaria autónoma sea alimentada financieramente por
compromiso gubernamental, deba arrastrarse la universidad a los pies del
gobernante quien por fungir de omnímodo, pretende hacer que la universidad sucumba
ante el poder político y económico que ese gobernante infundadamente se arroga”
Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Merida - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario