miércoles, 8 de febrero de 2017

LUIS GARRIDO, "IRRESPETO A SU MEMORIA"

HABLA LA CONCIENCIA 
CASO FABRICIO OJEDA

"Por mi parte, preferiría que sus despojos se quedarán ahí, en el Cementerio General del Sur, junto al pueblo por el que luchó y que todavía no ha visto el fruto de su sacrificio.  O al menos que lo lleve al Panteón un gobierno decente, con moral para pontificar sobre moral".   Fabricio Ojeda hijo.

El traslado de los restos de Fabricio Ojeda al Panteón Nacional dejó una estela de dudas y controversia en la opinión de esa significativa parte de la población que, para conocimiento propio o referencias históricas, supieron de las vivencias de este joven venezolano que se dio por entero a la causa noble y patriótica de luchar contra una  dictadura feroz y criminal como fue la de Marcos Pérez Jiménez.  Los mismos que ayer profanaron los restos del Libertador sin el más mínimo respeto por los muertos, hoy levantan el nombre de Fabricio Ojeda para hacerlo sentir como uno de sus protagonistas de pensamiento y convertirlo en bandera de sus propósitos nefastos. 

Si algo quedó para escribirle a las generaciones futuras, fue el paso valiente de tantos venezolanos en nombre de la iglesia, los jóvenes militares, la universidad, los trabajadores, los partidos políticos y toda esa abnegación de un pueblo dispuesto a derrocar la dictadura.  La derrocó; el tirano salió huyendo cuando la reacción indignante  dijo "basta".  

Sacrificados hubo muchos: cárceles repletas, campos de concentración,  exiliados regados por el continente y asesinados en cifras increíbles.  Justo es reconocer que siendo el partido Acción Democrática quien registra el mayor número de sus dirigentes asesinados, en cinco oportunidades que gobernó al país -digamos 25 años- nunca tuvo la desdichada ocurrencia de convertir a alguno de sus mártires en merecedor de los espacios  sagrados del Panteón Nacional.     

Fue el pueblo quien tomó el nombre de esos héroes para mantenerlos vivos en su recuerdo.  Sin retrotraernos al sentimiento que alguna vez nos arrancó una que otra lágrima, podemos decir que  a lo largo de toda Venezuela se extienden los ejemplos como testigos fehacientes de esta afirmación.


Con el mayor respeto hacia los hijos y familiares todos de Fabricio Ojeda, hemos escrito  estas referencias de comparación para demostrar que mientras la democracia lleva a sus muertos en el corazón, las dictaduras juegan con el dolor de sus dolientes.  Bien dijo Fabricio Ojeda, hijo: "hubiese preferido dejarlo alojado junto a mi madre".

Luis Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
Carabobo - Venezuela     

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