HABLA LA CONCIENCIA
CASO FABRICIO OJEDA
CASO FABRICIO OJEDA
El traslado de los restos de Fabricio Ojeda al Panteón Nacional dejó una
estela de dudas y controversia en la opinión de esa significativa parte de la
población que, para conocimiento propio o referencias históricas, supieron de
las vivencias de este joven venezolano que se dio por entero a la causa noble y
patriótica de luchar contra una
dictadura feroz y criminal como fue la de Marcos Pérez Jiménez. Los mismos que ayer profanaron los restos del
Libertador sin el más mínimo respeto por los muertos, hoy levantan el nombre de
Fabricio Ojeda para hacerlo sentir como uno de sus protagonistas de pensamiento
y convertirlo en bandera de sus propósitos nefastos.
Si algo quedó para escribirle a las generaciones futuras, fue el paso
valiente de tantos venezolanos en nombre de la iglesia, los jóvenes militares,
la universidad, los trabajadores, los partidos políticos y toda esa abnegación
de un pueblo dispuesto a derrocar la dictadura.
La derrocó; el tirano salió huyendo cuando la reacción indignante dijo "basta".
Sacrificados hubo muchos: cárceles repletas, campos de
concentración, exiliados regados por el
continente y asesinados en cifras increíbles.
Justo es reconocer que siendo el partido Acción Democrática quien
registra el mayor número de sus dirigentes asesinados, en cinco oportunidades
que gobernó al país -digamos 25 años- nunca tuvo la desdichada ocurrencia de
convertir a alguno de sus mártires en merecedor de los espacios sagrados del Panteón Nacional.
Fue el pueblo quien tomó el nombre de esos héroes para mantenerlos vivos
en su recuerdo. Sin retrotraernos al
sentimiento que alguna vez nos arrancó una que otra lágrima, podemos decir que a lo largo de toda Venezuela se extienden los
ejemplos como testigos fehacientes de esta afirmación.
Con el mayor respeto hacia los hijos y familiares todos de Fabricio
Ojeda, hemos escrito estas referencias
de comparación para demostrar que mientras la democracia lleva a sus muertos en
el corazón, las dictaduras juegan con el dolor de sus dolientes. Bien dijo Fabricio Ojeda, hijo: "hubiese
preferido dejarlo alojado junto a mi madre".
Luis Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
Carabobo - Venezuela
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