Las
expectativas fallidas de la población de a pie de Colombia son las que están
inclinando a la baja la popularidad de Ivan Duque cuando apenas llega a los 100
días de gobierno. Es que al menos la mitad más dos de la colectividad de su
país creía, o esperaba con fervor, que el nuevo presidente, traería consigo un
cambio visible al desastre del gobierno que Santos protagonizó para los temas
sociales y la economía del país.
Duque no es
el primer mandatario que tiene que cargarse sobre el lomo las equivocaciones de
su predecesor. Por ello estaba obligado a dar un golpe de timón que, en un muy
corto plazo, generara resultados visibles y, con ello, consiguiera mantener, o
incluso potenciar, la credibilidad de los gobernados. Su cuesta era, sin
embargo mucho más empinada que la de otros presidentes, aunque tuviera viento
de cola a su favor. Porque la realidad es que la gestión de Juan Manuel Santos
y, particularmente la firma del acuerdo de Paz de La Habana, había provocado un
entusiasmo momentáneo y breve en la colectividad. Pero para el momento en que
le entregó a su sucesor las llaves del Palacio de Nariño, ya los colombianos
comenzaban a buscarle el queso a la tostada.
El caso es
que al menos en 3 sondeos de opinión, el promedio de favorabilidad del
Presidente a esta hora no alcanza a 30 % y algunas apenas le dan 22%. Si se
ahonda en los reclamos de los colombianos encontraremos que un enorme
contingente de los que le votaron creen que la criminalidad ha aumentado, que
la corrupción continúa rampante, que la desigualdad de la sociedad no mejora
porque los programas sociales del gobierno no funcionan, que el costo de la
vida no se reduce, la salud no mejora, los impuestos asfixian a la población. Y
encima de ello tienen que hacerle frente a millón y medio más de ciudadanos
depauperados y exigentes que vienen de mas alla de la frontera!
El caso es
que Duque ha conseguido en estos primeros 100 días que su gestión sea la más
impopular de los últimos 20 años y que el apego numérico que aún le queda sea
uno de los más bajos en décadas.
¿Lo
convierte ello en el peor Presidente de los colombianos?. Quienes están
movilizando la penalización a la imagen del presidente son los estudiantes y ya
sabemos cuántos decibeles pueden estos ponerle a su descontento. El país se ha
llenado de protestas han llamado a un paro general al que se han sumado
profesores y trabajadores. Pero los escuderos presidenciales no han sabido
manejar un tema que es , sobre todo, de imagen.
Es así como
la desfavorabilidad, es decir el rechazo, ha subido del 36% en agosto, a un 62%
en diciembre, según la investigación de Datexco, publicada en los primeros días
de este mes.
Carlos
Lemoine, presidente del Centro Nacional de Consultoría le dijo a CNN lo que
este medio perifoneo al mundo entero. “Él ha fallado en el simbolismo. No ha
logrado en esos 100 días construir un símbolo de lo que será su orientación en
el gobierno", fueron las palabras del experto. La revista Semana la
completó: Según el estudio de Datexco 76% desaprueba como Duque maneja la lucha
contra la pobreza y 80% desaprueba la gestión en salud. “Cifras muy
preocupantes para el mandatario pues su plan de gobierno versa precisamente
sobre la equidad”, dice Semana.
Si se
profundiza en estas mediciones uno puede concluir que los jóvenes son quienes
lideran el malestar, que más de la mitad de los colombianos no entiende el
programa de gobierno, y que un muy alto porcentaje quiere rapidez después de
una década de penurias. La casa tiene que ser puesta en orden, no cabe duda,
pero es preciso palpar resultados concretos, ya que la desesperanza es
indicativo de lo que estar por venir ya que la prensa, malintencionada o no, se
encarga de potenciar el descontento.
De esta
manera, no le queda otra a Duque que modificar el estilo de gobierno o incluso
la composición del equipo que lo acompaña, desarrollar acciones efectistas y
mantener su plan en revisión constante para escuchar los reclamos electorado.
No empezó
realmente el nuevo mandatario de Colombia con el pie derecho, pero aun está a
tiempo de modificar el rumbo.
Beatriz de
Majo
@beatrizdmajo1
No hay comentarios:
Publicar un comentario