La jacarandosa comparsa de las llamadas comadres del
CNE, ya tienen trazadas las cifras para
revelar públicamente la tendencia irreversible del malicioso y sesgado triunfo
del oficialismo en las elecciones municipales del próximo domingo 9 de
diciembre.
Siempre he sido un compulsivo y frenético votante; sin
embargo, en esta oportunidad me asedia la incredulidad en relación al proceso
comicial municipal, ante la salida del camino electoral de la irremplazable y
vital Unidad del sector democrático. Semejante equívoco dará pie a la consabida
y cínica parodia, que de manera irritante ofrecerá en cadena nacional, la
arrogante y mofletuda Tibisay Lucena, anunciando unos amañados resultados que
den cuenta de una tendencia irreversible a favor del PSUV y sus aliados.
La mayoría de los venezolanos dan por sentado que las
elecciones dirigidas por el actual CNE, no ofrece ni asegura garantía de
pulcritud e imparcialidad, y mucho menos ahora cuando es sabido que la
oposición concurre sin la condición determinante de la Unidad, base y sostén de
anteriores conquistas.
Por eso en el actual proceso municipal hay sectores
que se niegan a intervenir por existir un clima de incertidumbre, confusión y
enfrentamientos indebidos, lo cual permea la excitación y la fogosidad del debate,
cada vez más acentuado sobre la base de votar, abstenerse, o todo lo contrario.
Raya en lo tragicómico parafrasear semejante dislate, pero es que retrata lo
burlesco que es la vía electoral en las actuales circunstancias en donde no
cuenta para nada la emoción, el fervor popular, ni siquiera el fanatismo
partidista, ante tanta arbitrariedad, inseguridad jurídica, ventajismo y las
abruptas y transgresoras decisiones de un órgano electoral que está degradado y
al servicio exclusivo del insensible dictadorzuelo.
La antinomia, y las contradicciones suman otro
terrible infortunio: el vacío comunicacional que existe en la prensa escrita –
con las debidas y respetadas excepciones- por amenazas de clausura, detenciones
y la autocensura de los que todavía se dejan ver, quienes por miedo o
condescendencia le cierran el paso a la publicidad de los opositores.
Dejo en claro que la cínica parodia que simbolizo, no
pretende excluir ni soslayar la aspiración del sector de la oposición que va a
participar el 9 de diciembre, están en su derecho y lo respeto, lo que si trato
es de alertar sobre una elección municipal cuya convocatoria, pienso es un
salto al vacío, un simulacro, un engaño más de Maduro, pues de acuerdo a
sólidos argumentos que proceso, auspicia una nueva Constitución que
aniquilará a los Concejos Municipales,
Alcaldías y Diputados regionales, sustituyéndoles por el llamado Poder Comunal.
Estemos claros, concurrir a un evento electoral en
dictadura, además de desigual e inútil, es francamente una ociosidad. Se puede
entonces borrar de la memoria, o echar en saco roto, por ejemplo, la reciente,
insólita e ilegal resolución del TSJ ilegítimo en la elección estudiantil de la
Universidad de Carabobo? No digo más.
jesus ganem martinez
@chuchoganem
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