“Con
el Sr. Maduro y sus violentos no queda más. Se han agotado todas las formas,
diálogos y protocolos. Todos las oportunidades. Todas las advertencias. Toda la
paciencia.”
Cero
decepción. Nada de frustración. Lo hemos dicho y la gente lo asimila. Lo entiende.
La salida de este gobierno-en cuya fase nos encontramos-no se agota en un sólo
acto. Recién entramos en el careo. Maduro y sus violentos tomaron la vía de la
confrontación. Pues nada. La tendrán, pero en el marco del Derecho
Internacional Público y del sistema de Tratados Internacionales del Derecho
Humanitario, de los Delitos Trasnacionales, de Los Estados Frágiles y de los
Derechos Humanos.
QUEMANDO
LAS NAVES…
No
es que Maduro y sus colectivos sólo quemaron un camión con insumos
humanitarios. Lo que realmente sucedió con ese acto ruin y salvaje fue que
Maduro quemó sus propias naves. Sí, un desliz hostil que prende las alarmas de
la coalición internacional humanitaria y la habilita a adentrarse a la doctrina
de la Responsabilidad de Proteger. Maduro ha preferido una reacción primitiva,
transgresora y agresiva como la sucedida en el puente Las Tienditas frontera
Colombo-Venezolana, que lo convierte en un criminal confeso del delito de lesa
humanidad de genocidio.
Con
el Sr. Maduro y sus violentos no queda más. Se han agotado todas las formas,
diálogos y protocolos. Todas las oportunidades. Todas las advertencias. Toda la paciencia. Rechazar la ayuda
humanitaria con plomo y candela activa ipso iure el postulado superior que
enmarca la Cláusula Séptima de la Carta de la Naciones Unidas sobre la legítima
defensa de los pueblos indefensos, esto es, activar ante la tiranía y el
exterminio el deber de la comunidad internacional de intervenir.
Estados
Unidos y Canadá han liderado la ayuda humanitaria y han sido los más fervientes
denunciantes de los latrocinios y abusos de DDHH del régimen de Caracas. Y no
es para menos. Por su patio han viajado desafiante y audazmente fortunas
provenientes de narcotráfico y blanqueo de capitales sucios. En sus territorios
y Europa han burlado sistemáticamente las regulaciones y controles en materia
financiera y de legitimación de capitales. Y en la propia sede del
Eurocentrismo, desde Washington, NY y Vancouver a Paris, Bruselas y Andorra se
han forjado delitos trasnacionales y hasta campañas de propaganda en contra del
“imperialismo” que han burlado todas las fronteras. Ahí pase el dinero que hoy
hambrea al pueblo venezolano. Y en las narices del mundo le echan fuego al
mandato humanitario de una coalición internacional. Basta de protocolos. No hay
Tratado Internacional ni petróleo [conveniencia] que tolere, compre ni compense
la barbarie que representa Maduro para el Mundo.
CESE
DE LA USURPACIÓN
No
hemos terminado esta ruta. Una de las fases necesarias era el ingreso de la
ayuda humanitaria. Podían ocurrir dos cosas. Que Maduro tuviese el último
vestigio de inteligencia y dejase entrar los cargamentos de medicinas y comida
para el pueblo [con lo cual ganaba algo de tiempo] o la bloqueaba. En el primer
caso prolongaba y complicaba el cese de su gobierno de facto porque “el
muchacho no se portó tan mal”. Esto
obligaba a mantener la dinámica de mensajería y micrófonos mientras se
construyen otros escenarios. Pero Maduro decidió no sólo bloquear la ayuda
humanitaria sino profanarla. Incurrió en delito de lesa humanidad. Atacó y destruyó material humanitario y
además acabó con la vida de manifestantes que exigían su derecho a
sobrevivir. En este escenario la mesa
está servida para injerencia forzosa, la injerencia legítima. La entrada
vigilada de la ayuda humanitaria. La legítima defensa del pueblo venezolano
sobre la base de la Convención para la Prevención y Represión de Genocidio
(1948) de la Convención Europea sobre los Derechos Humanos y Libertades
Fundamentales; Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y la
Convención Americana de DDHH y Fundamentales. En este orden comienzan otros
actos preparativos. El de la coalición humanitaria preventiva y asistida de
custodia contra la cual otro acto de hostilidad justificará el derecho
humanitario internacional en término de defensa armada. Así de fácil, así de
claro, así de sencillo…
TODAVÍA
SE LA PUEDE PENSAR
El
intento de ingresar la ayuda humanitaria no cesará. La coalición internacional
volverá por ello. Maduro podría tener
una “segunda oportunidad” pero de proceder con violencia, la coalición podrá
reaccionar bajo esquemas de legítima defensa. Además, si opta por seguir
generando resistencia, opresión y muerte, el caos es previsible en dos
direcciones: 1.- La desobediencia de tropas crecerá a ritmo de efecto cascada o
dominó. 2.- La anarquía incontrolada obligará la intervención de las fuerzas
del orden público internacional.
Como
decía al inicio, aquí nada es improviso ni nadie anda al decir de Homero “con
una mirada perdida hacia el mar”. Vamos
bien. Vamos siguiendo una bitácora en la cual está prevista encontrarse con
corsarios en alta mar. Y se librará la batalla, con mayor fuerza y
determinación como quien lo tiene todo previsto cuando sabe muy bien que “el
capitán” del buque pirata tiene pierna de palo, garfio y es tuerto.
Cero
desanimo. Cero dejarse amilanar por Maduro bailando salsa o desmoralizando la
dignidad del pueblo. Maduro resbaló. Y sin dudas esa decisión de patear la
lámpara fue el anuncio de su último vals. ¡Vamos bien!
Orlando
Viera-Blanco
@ovierablanco
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