Es que nos acostumbramos a perder al punto de que
todo lo convertimos en derrota? ¿Es que estos veinte años no han sido
suficientes para darnos cuenta de que la estrategia del G2 de sembrarnos
desesperanza le ha funcionado todo el tiempo? ¿Nos vamos a rendir cuando
estamos a punto de ganar?… ¡Los venezolanos nos emocionamos y nos decepcionamos
en segundos!
Me provoca gritar de la desesperación cuando leo
mensajes y mensajes que hablan de la derrota que sufrimos el fin de semana.
¿Cuál derrota? ¡Sí, claro que tenemos que lamentar una vez más muertes de
inocentes venezolanos y eso es una tragedia! Pero esto que vivimos es una
guerra, y por desgracia, en las guerras hay bajas. Y este régimen de Nicolás
Maduro es despiadado, vil, asesino. La libertad la pariremos con dolor…
Lo que pasó el fin de semana expuso ante el mundo lo
que los venezolanos tenemos años sufriendo. Todos los ojos estaban puestos
sobre nosotros y Maduro decidió seguir la estrategia cubana: todo le salió mal.
Y encima, los videos virales mostraron la verdadera cara de su régimen: los
policías y guardias nacionales disparando a un pueblo desarmado, Iris Varela a
la cabeza de los grupos paramilitares –se especula que también de presos-,
malandros encapuchados, fuertemente armados, recorriendo las ciudades
amedrentando a los habitantes, otros malandros incendiando camiones llenos de
ayuda humanitaria… ¡Eso no fue un éxito de Maduro! ¡Fue un éxito de la Asamblea
Nacional, de los valientes diputados que nos representan y que tantos han
vituperado y del pueblo que salió a acompañar las caravanas y protestó desde
sus ciudades!
Encima, el bailecito de Maduro terminó de exacerbar
incluso a la señora Bachelet que había permanecido impertérrita ante la
situación venezolana.
Luego vino la reunión de este lunes –Guaidó con el
Grupo de Lima y el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence- sobre la
que también hubo comentarios airados, desalentadores y que no corresponden a la
realidad. Un texto que circuló por Whastapp y cuya autoría desconozco, resume
estupendamente dicha reunión:
“Para los que han estado en este grupo en reuniones
multilaterales (que son varios) está claro que la reunión de hoy fue un éxito
diplomático:
1. Guaidó participa por primera vez en una reunión
multilateral como presidente de Venezuela y así es reconocido y tratado por
todo el grupo.
2. Se reconoce formalmente el uso de fuerzas
paramilitares por parte del usurpador.
3. Se reconoce el incumplimiento del Convenio de
Ginebra sobre la ayuda humanitaria por parte de Maduro.
4. Se reconoce a Guaidó como único representante ante
los organismos Multilaterales como BID, Banco Mundial, FMI, CAF, FLAR, BIS,
Parlamento Andino, etc.
5. Se designa al BID para que empiece a trabajar en el
Plan País.
6. Se utiliza un lenguaje sumamente fuerte en contra
de Maduro por parte de todos los integrantes del grupo, algo nunca visto en
reuniones multilaterales de este tipo.
7. Se reitera el respaldo de todos los gobiernos del
grupo al presidente Guaidó”.
El aspecto que más me ha gustado de todo lo que ha
hecho Guaidó desde que asumió la presidencia de la Asamblea Nacional, es que no
ha dado puntada sin dedal. Todo ha estado perfectamente concebido, por
escenarios de acción, plan A, plan B, plan C, plan D. ¿Por qué pensar que se
agotaron los planes? ¿Por qué seguir la línea de pensamiento de quienes
manipulan y tergiversan todo? Reitero cuánto siento los asesinatos, pero estoy
segura de que no quedarán impunes. Si no salimos de Maduro, habrá muchos más
bajas.
Mientras escribo este artículo escucho la conversación
del periodista de Univisión Jorge Ramos con Patricia Janiot. Otra pifia más
para el larguísimo recuento de pifias del régimen. Una entrevista autorizada
por el mismo Maduro fue interrumpida abruptamente por él y los hermanos
Rodríguez. Ramos y su equipo fueron encerrados en un cuarto del Palacio de
Miraflores, con luces apagadas, confiscados sus equipos, incluyendo celulares y
pertenencias personales. La prensa internacional vivió en carne propia la
represión que la prensa nacional ha sufrido por años. Las denuncias se harán
aún mayores…
Maduro y su combo tienen que demostrar que están
fuertes, pero su lenguaje corporal los delata. “Estoy duro, de pie”, vociferó
Maduro en el mitin que dio el sábado. Lo hicieron antes que él Saddam Hussein,
Muamar El Gadafi, Manuel Noriega, Ferdinand Marcos, Osama Bin Laden, Hosni
Mubarak y otros tiranos. Sólo basta remitirse a la historia reciente.
Yo sigo optimista. Yo creo en Guaidó. Creo en nuestra
Asamblea Nacional. Creo en nuestra fortaleza y nuestro valor. Como leí no
recuerdo de quién, no es que vamos bien… ¡es que vamos del carajo!
Carolina Jaimes Branger
@cjaimesb
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