El que la oposición formalmente reconocida, la de Guaidó, haya aceptado en la Asamblea Nacional el punto impuesto por el régimen a la oposición ficticia de Timoteo y compañía, es un muy duro golpe a las esperanzas libertarias de la nación. Da cuenta de una pérdida absoluta de objetivos, de convicción, sobre todo, de sintonía con las verdaderas exigencias/necesidades de los venezolanos… es algo que lamentamos muchísimo, que nos hace transitar en pantanos de desesperanza.
En el supuesto onírico que los 5 rectores electos sean imparciales, la respuesta a la interrogante ¿Qué hacemos con ese nuevo CNE? Es la misma a la ¿Qué haríamos con un presidente opositor aún en usurpación? ¡NADA! porque las instituciones del Estado continuarían secuestradas. Entiéndase, el núcleo del problema no es Maduro, el castrismo en Venezuela prescindió del mismo Chávez, a casi siete años de su fallecimiento el régimen continúa ahondando en su proyecto contra vientos y mareas, el núcleo es toda la usurpación, la desinstitucionalización reinante que obra al margen de la constitución, con violencia sin límites, auto permisada..
Menos útil (y más sospechosa) se hace esa elección condicionada cuando son solo 2 rectores a elegir, cuando a la AN se le ha impuesto un inexistente desacato, cuando quienes han sido intermediarios con el castrismo venezolano para esta elección han sido los mismos que cedieron a las pantomimas de las presidenciales 2018, cuando se hace de cara a las elecciones parlamentarias y no ante unas necesarias elecciones de todo los poderes… todos deben pasar por el tamiz de la constitucionalidad, de la legitimidad ¡TODOS! Comenzando por unas presidenciales.
Pero seamos realistas, la política es realidad. Pregúntese ¿Usted cree el régimen va permitirse perder el CNE? Obviamente no, veremos cómo al final de esta perdedera de tiempo será el TSJ rojo rojito quien escogerá los nuevos rectores, también rojos rojitos ¿Por qué el régimen nunca levantará la ficción del desacato a la AN? Porque una AN en plenas facultades tiene entre sus deberes investigar la corrupción, rango donde el chavismo tiene todas las de perder. Además de aprobar e investigar todos los convenios suscritos por el ejecutivo, hecho éste que el castrismo venezolano nunca aceptará por los riesgos que implica al escudriñar en el colosal “elefante rojo” del Fondo Chino, demás convenios chinos, rusos, cubanos y demás yerbas comunistoides.
Un pretendido CNE en las actuales condiciones, con las presiones visibles y no visibles del régimen, con una bancada del Psuv que hace años abandonó su curul y muchos de ellos delinquen al usurpar supuestos cargos “constituyentes”, con una AN arando en el mar con un desacato que jamás desaparecerá, solo servirá para que el régimen fabrique su argumento para justificar la elección de estas autoridades vía TSJ o ANC.
Más aún ¿Elecciones? Está más que demostrado el venezolano, mientras exista usurpación, ¡NO VOTARÁ! así se demostró ante el mundo desde la “constituyente” aguas abajo, procesos dizque electorales con abstenciones históricas que la misma Smartmatic tuvo que confesar para salvar pellejo ante sus clientes internacionales. El castrismo prepara un escenario que sabe jamás perderá: otro CNE rojo rojito, otras elecciones que, en previsible abstencionismo, les dará todas las plazas públicas, con misma esencia de no reconocimiento internacional que le sabe a “blusf” pues aún controla las riquezas e instituciones del país ¡Fin!
Con este desatino del CNE, otro final al cual referirnos es al de la oposición del momento, tanto a la ficticia como a la del (con profundo pesar lo escribo) sobrestimado Guaidó. De este modo, las esperanzas de recobrar la constitucionalidad y la democracia en Venezuela sufre un duro revés, atrasa la meta. Seguro estamos, ese liderazgo atinado y con coraje llegará, a la par de un drama social que poco a poco se hace incontenible.
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
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