Con este mecanismo, manejan la falacia con una
poderosa herramienta: la propaganda.
Aunado a este patrón, que tiene como objeto imputar todos los males que
sufre el pueblo - por causa de su
mecanismo de sometimiento estalinista- a la oposición, engañar al mundo
exterior y someter a su propio pueblo a la sumisión y la miseria, tienen una
impronta pautada, haberse del gobierno “per secula seculorum. Como corolario,
no puede faltar el discurso sofista y demagógico aforado con un chovinismo que
asocia la venganza y la retaliación a un falso patriotismo (Bolívar); en
consecuencia, la traición florece mediante la dádiva y la anuencia como lo hizo
localmente Aristobulo Isturiz quien impunemente traicionó y co-ayudó a volver
miserable al gremio magisterial venezolano y, de carácter internacional o
geopolítico en función de obtener apoyo de naciones extranjeras como lo hacen las
naciones “sanguijuelas”, que envían a sus holgazanes de espías y mercenarios,
(Bolivia, Cuba, Nicaragua entre otras) para proteger al Gobierno de la protesta
legal y constitucional que es el derecho del pueblo. Finalmente, a este guiso
macabro le agregan una sazón de victimismo donde el pueblo es enajenado
haciéndoles creer que han sido víctimas de gobiernos que, si no fueron
excelentes, por lo menos no crearon tanta sangre sudor y lágrimas como lo ha
hecho el actual en Venezuela
Repito, con tal discurso, hacen creer al pueblo que:
el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de sus opositores.
Para ello, los simpatizantes, nepotismo y adeptos del gobierno deben repetirlo
en todo momento.
Su mejor recurso es mantener atento al pueblo de un
posible enemigo que hay que combatir; hace poco tiempo le tocó a Guyana con la
Exxon, según declaraciones de William Fariñas, pero más allá de cualquier
certeza “a medias” que haya proferido este adlátere dizque “bolivariano”, su
objetivo es una orden precisa que tiene que cumplir originaria desde la esfera
interventora castro-comunistas. Aunque siempre ha sido “El imperio USA” el
enemigo preferido del comunismo castrista, últimamente se ha autoasignado al
Gobierno Colombiano y su operación República que les tiene el ojo puesto al
Cartel de los soles como Narco Gobierno.
¿Será este teatro de enemistad una orden de la matriz
política representada por el Gobierno, y proveniente de los Castro?
Irónicamente, Fidel Castro en un momento de la historia (1986) tildó a
Venezuela de expansionista por reclamar lo que le pertenece contra Guyana. Pero, como este tipo de Gobierno se hace
odioso por su mecanismo represor, la idea de hacerse un enemigo de la patria
obedece a la necesidad de un ejército, pero no para defender a la patria del
supuesto enemigo sino para defenderse de las posibles arremetidas del pueblo en
protestas y sublevaciones en reclamación de sus derechos violados y su dignidad
mancillada.
Es todo un teatro de ficción, que hace nido en las mentes
crédulas e ignorantes de política y civismo, enajenadas por el espíritu déspota
del marxismo. Creado por líderes farsantes, zánganos con aguijón Quien conozca
“algo” de la historia de Marx, debe tener en cuenta que es la misma del hijo
pródigo, resentido y holgazán, ejemplo de lo que rechaza Platón en sus
discursos sobre política. En Venezuela este episodio dramático lo ha
representado un teatro político pero de títeres, protagonizado en otrora, por
el Arañero de Sabaneta de Barinas Hugo R. Chávez F., su heredero Nicolas
Maduro, sequitos y nepotes, todos pescadores de aguas revueltas. El máximo representante en Colombia, entre
otros como Ivan Marquez y El difunto Marulanda es Gustavo Petro la única
diferencia es que estos últimos son, fueron
y seran siempre terroristas asesinos. En España: Pablo Iglesias, en Bolivia: E. Morales, en
Ecuador, R. Correa, etc., etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario