domingo, 16 de mayo de 2021

ROMÁN IBARRA: LA VÍA ELECTORAL

La designación del nuevo CNE por parte de la Asamblea Nacional, ha comenzado a mover el piso político del país.
 
Para quienes siempre sostuvimos la necesidad de la vía del voto como herramienta de cambio debemos admitir que, aunque no sea perfecto en su conformación, este CNE es bastante más equilibrado que los anteriores en los últimos años.
 
La inclusión de gente proba, y de reconocida solvencia moral –ajenos al oficialismo- en esa institución, contribuye a mejorar la percepción que de la misma se ha tenido en los últimos tiempos, gracias a que quienes la dirigieron eran fichas partidistas vinculadas muy estrechamente con el gobierno.
 
Sin embargo, desde el anuncio de su designación, voceros de la oposición encabezada por el abstencionismo militante e ineficaz de Guaidó y compañía, no han hecho otra cosa que atacarlos, pero fueron sorprendidos por la dura realidad que en este caso tiene varias aristas.
 
En primer lugar, su postura sistemáticamente abstencionista, terminó por hartar a la población que decidió abandonarlos, tal como se refleja en todas las encuestas. Guaidó, dirigido por el llamado G4 (AD-RamosAllup/PJ-Julio Borges/VP-Leopoldo López/UNT-Manuel Rosales), cayó del 80% de aceptación al 4%, y eso obviamente los ha desquiciado.
 
Ello obedece a su tibia manera de hacer las cosas; las ambigüedades con las que aborda el liderazgo que le fue confiado, y por la mentira imposible de sostener por irresoluta.
 
Fracasó estruendosamente con su mantra irrealizable, y lo mantuvo por largo tiempo, diciendo que ¨íbamos bien, muy bien´, y que ¨todas las cartas estaban sobre la mesa, y por debajo también¨.
 
Una engañifa, y una estafa permanente sin aterrizaje concreto que obligó a que la gente que antes depositó su confianza en esa dirección política, terminara abandonándolos por su incapacidad de confrontar con éxito al gobierno y su intención totalitaria.
 
Otra de las razones que hoy les obliga a repensar la forma de abordar la lucha opositora, tiene que ver con el hecho de que varios de los aliados internacionales, incluyendo a EEUU, vieron con renovado entusiasmo las posibilidades de darle un giro a la lucha política en Venezuela, por la vía de la participación con el nuevo CNE.
 
Eso los llevó automáticamente a cambiar el discurso inicial del ¨ese CNE es la misma cosa, y no lo vamos a convalidar¨, a esta nueva postura proclive a la negociación con el gobierno. Ergo, fueron convencidos por los aliados internacionales para cambiar la postura.
 
Otra muy importante, es el hecho de que las bases de esos partidos y sus dirigentes medios, reclaman la necesidad de participar en los procesos electorales, y no ceder más espacios al gobierno por inacción. Y desde luego, esa presión, más la posibilidad de sentirse desplazados, los obligó a proponer –ahora si- negociaciones con el gobierno.
 
Largos años perdidos por la insensatez, y terquedad de esa dirigencia, y en el medio una población abandonada y desprotegida para poder atender los más graves problemas que destruyen la vida ciudadana.
 
Ojalá que esta nueva actitud traiga consigo el reconocimiento humilde de sus garrafales errores, y la enmienda necesaria, con la intención de convocar a todos los sectores a la participación y conformación de un poderoso movimiento unitario sin exclusiones odiosas.
 
Hay que salir a reconquistar el acompañamiento popular con la verdad, y la participación de todos; participar decididamente en las elecciones de Alcaldes; Concejales; Gobernadores, y Diputados a los Concejos Legislativos Regionales.
 
Respetar los liderazgos naturales de las regiones en las que pueda haber consenso, y seleccionar los mejores candidatos posibles para ganar tantas gobernaciones y Alcaldías como sea posible, y acumular fuerzas, para con ello avanzar hasta que finalmente se celebren elecciones presidenciales cuando corresponda, y derrotar al peor gobierno de nuestra historia. UNIDAD SINCERA!
 
Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela 

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