viernes, 30 de octubre de 2015

GERMÁN GIL RICO, ¡VOTOS SÍ, BALAS NO!

Los líderes del totalitarismo son enemigos de la elección universal directa y secreta de quienes han de ejercer los cargos en los poderes públicos. Es su naturaleza. Para ellos la institución del VOTO no es más que un carnaval vacío de contenido, sustituible por la voluntad que un jefe militar sustenta en el cañón de los fusiles y la punta de las bayonetas. Sólo que sobre tales instrumentos no es posible sentarse.

A partir de 1917 y hasta finalizada la “Guerra Fría” los comunistas utilizaron las balas para asaltar las instituciones y hacerse del poder absoluto. Luego han optado por el camino cívico. En Latinoamérica han ido conquistando importantes espacios mediante promesas engañosas y rampante demagogia por delante para, a renglón seguido, actuar como la KGV, la Gestapo, o el G2.
La conjuración del Foro de Sao Pablo, asociación de forajidos con caretas de líderes sociales, ha logrado clavar su garra totalitaria en Argentina, Brasil, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Uruguay, en menor grado, respaldados por el poder económico de la Venezuela pletórica de dólares, hoy al borde de la ruina, gobernada por un ignaro de tomo y lomo que imaginó ser Simón Bolívar redivivo y puso a caminar por América Latina una chequera en sustitución de la rutilante espada del Libertador de medio continente.
Consecuentes con la concepción totalitaria del poder, en 1958 apoyaron la candidatura de un militar para Presidente de la República. Fueron derrotados por Rómulo Betancourt. Los lacayos de Moscú pretendieron desconocer el triunfo del adversario y la investidura del más conspicuo de los demócratas venezolanos, pero la ciudadanía con el respaldo de las FFAA los sometió. Fracasaron en el asalto y Miraflores se les puso lejos. Se enguerrillaron contra el gobierno elegido por la voluntad mayoritaria de los venezolanos, pero la democrática conjunción cívico-militar derrotó, en todos los frentes, la aberración armada financiada y dirigida por Fidel Castro.
La “Revolución Democrática” inició su andadura de la mano de Rómulo Betancourt en 1959 y tenía que elegir un nuevo presidente en 1963. Los comunistas enmogotados se propusieron hacer fracasar el proceso y bañar de sangre el acto cívico de la votación. Los prolegómenos fueron atentados dinamiteros contra redes petroleras y de energía eléctrica; importaron el secuestro, el asesinato de industriales y personeros de la administración pública. En arremetida contra la gente más humilde que respaldaba el gobierno democrático, difundieron una Orden General a sus Unidades Tácticas de Combate cuya criminalidad sólo es comparable con los exterminios hitlerianos y estalinistas. MATA UN POLICÍA Y HAZ PATRIA, fue la infame consigna.
Se les incautaron alijos de armas provenientes de Cuba y se apresaron los terroristas que las accionarían para imposibilitar el singular acto cívico de sustituir a un Presidente con el arma cívica del VOTO. Fue el triunfo de la consigna ¡VOTOS SÍ, BALAS NO!. Y así, una vez puestos en fuga o aprehendidos los irregulares, continuó discurriendo la vida en Venezuela hasta que el colectivo perdió la razón y dio vida a un “monstruo a gatas”.
Ahora, en los inicios del Siglo XXI, el pueblo que degustó las mieles de la democracia, se niega a continuar tragando la amarga retama dictatorial del castro-comunismo. Los lacayos del totalitarismo importado desde la URSS por un senecto y baboso “gallego” no anclará en la conciencia de los venezolanos su  inconmensurable miseria y la tragedia que estamos viviendo. De allí las amenazas proferidas por Maduro y su cohorte. “Ganaremos como sea” y otras de similar envergadura, materializadas en la compra de armamento para “defender la revolución”. ¿Y de la democracia qué señor ilegítimo? Su incoherente parla clarifica la intención de no reconocer la derrota que su corrupto gobierno tienen cantada.
El 06-12 los humillados por las colas, el miedo y el peregrinar tras productos de la dieta diaria, un medicamento o de lo que sea; también por el infamante “toque de queda” impuesto por los malandros al servicio de la dictadura castro-comunista, comenzaran a ser reivindicados por el VOTO CIUDADANO. 
German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico

Miranda - Venezuela

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