Los líderes del totalitarismo son enemigos de
la elección universal directa y secreta de quienes han de ejercer los cargos en
los poderes públicos. Es su naturaleza. Para ellos la institución del VOTO no
es más que un carnaval vacío de contenido, sustituible por la voluntad que un
jefe militar sustenta en el cañón de los fusiles y la punta de las bayonetas.
Sólo que sobre tales instrumentos no es posible sentarse.
A partir de 1917 y hasta finalizada la
“Guerra Fría” los comunistas utilizaron las balas para asaltar las
instituciones y hacerse del poder absoluto. Luego han optado por el camino
cívico. En Latinoamérica han ido conquistando importantes espacios mediante
promesas engañosas y rampante demagogia por delante para, a renglón seguido,
actuar como la KGV, la Gestapo, o el G2.
La conjuración del Foro de Sao Pablo,
asociación de forajidos con caretas de líderes sociales, ha logrado clavar su
garra totalitaria en Argentina, Brasil, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Uruguay,
en menor grado, respaldados por el poder económico de la Venezuela pletórica de
dólares, hoy al borde de la ruina, gobernada por un ignaro de tomo y lomo que
imaginó ser Simón Bolívar redivivo y puso a caminar por América Latina una
chequera en sustitución de la rutilante espada del Libertador de medio
continente.
Consecuentes con la concepción totalitaria
del poder, en 1958 apoyaron la candidatura de un militar para Presidente de la
República. Fueron derrotados por Rómulo Betancourt. Los lacayos de Moscú
pretendieron desconocer el triunfo del adversario y la investidura del más
conspicuo de los demócratas venezolanos, pero la ciudadanía con el respaldo de
las FFAA los sometió. Fracasaron en el asalto y Miraflores se les puso lejos.
Se enguerrillaron contra el gobierno elegido por la voluntad mayoritaria de los
venezolanos, pero la democrática conjunción cívico-militar derrotó, en todos
los frentes, la aberración armada financiada y dirigida por Fidel Castro.
La “Revolución Democrática” inició su
andadura de la mano de Rómulo Betancourt en 1959 y tenía que elegir un nuevo
presidente en 1963. Los comunistas enmogotados se propusieron hacer fracasar el
proceso y bañar de sangre el acto cívico de la votación. Los prolegómenos
fueron atentados dinamiteros contra redes petroleras y de energía eléctrica;
importaron el secuestro, el asesinato de industriales y personeros de la
administración pública. En arremetida contra la gente más humilde que
respaldaba el gobierno democrático, difundieron una Orden General a sus
Unidades Tácticas de Combate cuya criminalidad sólo es comparable con los
exterminios hitlerianos y estalinistas. MATA UN POLICÍA Y HAZ PATRIA, fue la
infame consigna.
Se les incautaron alijos de armas provenientes
de Cuba y se apresaron los terroristas que las accionarían para imposibilitar
el singular acto cívico de sustituir a un Presidente con el arma cívica del
VOTO. Fue el triunfo de la consigna ¡VOTOS SÍ, BALAS NO!. Y así, una vez
puestos en fuga o aprehendidos los irregulares, continuó discurriendo la vida
en Venezuela hasta que el colectivo perdió la razón y dio vida a un “monstruo a
gatas”.
Ahora, en los inicios del Siglo XXI, el
pueblo que degustó las mieles de la democracia, se niega a continuar tragando
la amarga retama dictatorial del castro-comunismo. Los lacayos del
totalitarismo importado desde la URSS por un senecto y baboso “gallego” no
anclará en la conciencia de los venezolanos su
inconmensurable miseria y la tragedia que estamos viviendo. De allí las
amenazas proferidas por Maduro y su cohorte. “Ganaremos como sea” y otras de
similar envergadura, materializadas en la compra de armamento para “defender la
revolución”. ¿Y de la democracia qué señor ilegítimo? Su incoherente parla
clarifica la intención de no reconocer la derrota que su corrupto gobierno
tienen cantada.
El 06-12 los humillados por las colas, el
miedo y el peregrinar tras productos de la dieta diaria, un medicamento o de lo
que sea; también por el infamante “toque de queda” impuesto por los malandros
al servicio de la dictadura castro-comunista, comenzaran a ser reivindicados
por el VOTO CIUDADANO.
German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico
Miranda
- Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario