La obra de Thays
Peñalver, La Conspiración de los 12 Golpes, es una de las investigaciones
políticas más lúcidas y exhaustivas de nuestra historia contemporánea; acabo de
terminarla y me quedó ese sabor agridulce que sólo producen los buenos libros.
Thays se fajó como
las buenas para encontrar, procesar, entender, organizar y darle sentido a más
de mil documentos, entrevistas, grabaciones, reportajes, informes y otros
libros sobre el tema, algunos de difícil acceso, que por separado no tendrían
el mismo valor, si no se hubieran encajado en este enorme mosaico de eventos
que esta lúcida escritora y analista nos ha construido sobre el auge y caída de
la democracia en Venezuela.
Lo primero que me
impresionó fue su labor de desmontaje del mito de nuestras FFAA; ya en las
primeras cien páginas del libro nos muestra con lujo de detalles a una
institución enclenque, mal formada, con graves problemas de conocimiento y de
valores, receptáculo de seres humanos dañados, a quienes el país entregó sus
armas para que lo defendiera.
Para la página
doscientas el lector está al tanto no sólo de la grave amenaza interna que se
cierne sobre la nación, debido a sus hombres en uniforme- los “políticos
armados”, como bien los categoriza la autora- sino que además nos adelanta el
objetivo de los militares, la instauración de la bota militar en el gobierno y
la desaparición de la democracia.
Un plan absolutamente
descabellado y sin futuro en los albores del siglo XXI, pero era el plan que
nuestros radicales de la ultraizquierda tenían reservado para el país.
Nuestros cuarteles,
nos enseña Thays, eran un hervidero de comunistas conspirando en las mismas
narices de quienes nos gobernaban en democracia.
Toda aquella leyenda
dorada de nuestras FFAA, de nuestros militares retratados como defensores de la
Patria de Bolívar y garantes de nuestra Constitución, era solo propaganda, de
la más burda e infame que sólo ocultaba una agresiva infiltración de factores
de la izquierda más retardataria y controlada por los cubanos.
La otra gran
contribución que ofrece este trabajo es el desenmascaramiento de esa figura
obscena y mesiánica de Hugo Chávez; el personaje es disectado con mucho cuidado
para enseñarnos su alma oscura y falsa, como una moneda de tres bolívares, una
figura confeccionada de mentiras y cuentos de camino y empaquetada como el
hombre popular, recio y salvador de la patria por los laboratorios socialistas
de opinión pública. Da cierto horror enterarse de su verdadero currículo y de
que ese golem nos haya mal gobernado por tanto tiempo, burlándose de cada uno
de nosotros. Chávez fue el más díscolo y engreído de todos aquellos golpistas
que protagonizaron sangrientos episodios de violencia callejera con el solo
propósito de imponerle al país una agenda de dominación y explotación, cosa que
logró, no por la fuerza de las armas, sino gracias a un estamento político y
unos partidos que habían perdido su razón de ser y su sentido de sobrevivencia.
Thays nos habla
también de una prensa y unos periodistas en complicidad con estos felones para
llevar a un golpista, un traidor y un criminal a la más alta magistratura del
país; presenta toda una vorágine de elementos, circunstancias y personajes que
dieron vida a una creación artificial llamada Hugo Chávez y a una revolución
que no tenía ni pies ni cabeza, situación que aprovechó el comunismo
internacional para medrar de las riquezas petroleras del estado y sacar de la
ruina y la miseria a otros países mientras hundía al nuestro en la
desesperanza.
Y la verdad sea
dicha, todos esos gobiernos democráticos que antecedieron al de Chávez le
ocultaron al país la verdad, dieron la impresión de que gobernaban con cierta
estabilidad, pero la realidad era que bailaban sobre la cuerda floja; si estos
gobiernos hubieran informado sobre los golpes y conspiraciones que se
develaban, si hubieran publicitado las identidades de los responsables y
explicado los alcances de las intrigas, estoy seguro de que el pueblo se
hubiera preparado, las instituciones funcionado para defenderse y la comunidad
internacional presionado para desactivar la amenaza, pero prefirieron manejar
la situación internamente, políticamente, a espaldas del país, muchas veces con
una lenidad que asombra; si esa inteligencia se hubiera compartido y hecho
pública, muchos de esos complots no habrían prosperado y sus actores habrían
recibido sus castigos… y el país se hubiera ahorrado sobresaltos y retrocesos.
Los venezolanos sólo
conocemos la política de salón, de campañas electorales, de debates políticos
entre los partidos… pero subterráneamente ha corrido otro tipo de política que
no tiene nada que ver con los discursos progresistas y patrioteros que
escuchamos en televisión, es esta vena oculta y turbia donde se solventan los
temas de poder y aspiraciones personales, de intereses de otros gobiernos, de presiones
internacionales y amenazas veladas que los gobiernos no informan a los
ciudadanos, y en un mundo globalizado, donde todo se interconecta de una forma
u otra, el secreto y los operadores en las sombras pierden sentido.
El libro de Thays apunta a que una ciudadanía informada, al tanto de lo que sucede en sus instituciones, despojando de los ropajes de propaganda a las circunstancias y presentándolas como realmente son, se convierte en un elemento fundamental para la seguridad de la nación; porque un ciudadano bien informado toma mejores decisiones, exige mejores gobiernos, actúa para evitar situaciones de peligro y resguarda de mejor manera el bien común, cosas que, en definitiva, desembocan en la paz y la convivencia ciudadana.
El país hizo fiesta
cuando, por desconocimiento, le entregó el poder a los golpistas, totalmente
ignorante de sus intenciones, de sus pasados y de quiénes eran sus amos; fue
una situación que tenía más de cuarenta años fraguándose y los gobiernos
democráticos, que supuestamente deberían tenernos al tanto, prefirieron guardar
silencio y ocultarnos la situación.
La espina que saca
Thays Peñalver es gruesa, pero se siente alivio al saber que está afuera,
ensangrentada, pero a nuestra vista.
Los gobiernos
anteriores a Chávez no supieron defender la democracia, es más, la empujaron al
precipicio, tal como revela la autora en su conmovedor capítulo final; una
buena parte lo hizo por simple egoísmo, otra por miedo y aún otra porque
confiaba en que con sus habilidades políticas podría manejar cualquier
situación… hasta que se les sentó el gorila encima y no pudieron moverse.
La gran pregunta que
surge al finalizar el libro es ¿Qué hacemos con los militares?, ya en varios
artículos he abogado por una refundación de la institución, coincido con Thays
en que un país con las características de Venezuela no puede prescindir de unas
FFAA, pero no como las que tenemos en la actualidad, que no es sino un partido
político armado y que ha respondido a intereses extranjeros; refundarla
significa ir hasta su ADN y empezar desde cero.
Felicito a Thays Peñalver por su libro, lo disfruté y lo sufrí muchísimo; La Conspiración de los 12 Golpes no es sólo una enjundiosa obra histórica de nuestra política moderna, sino que está escrita con pasión y amor por nuestro país.
Recomiendo
ampliamente su lectura, es un tema que nos concierne a todos. -
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
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