“Todo grupo necesita de valores que lo cohesionen, hasta los de delincuentes”, Aristóteles.
La
derrota virtual de octubre ha producido una desbandada de dirigentes
cristinistas. Las rebeliones de Randazzo, Urtubey, de otros gobernadores del
régimen y algunos barones del Gran Buenos Aires, han generado una lucha interna
del FpV en plena campaña electoral. Ante esto, la Presidenta ha reaccionado sin
flexibilidad y apostando por su desgastada personalidad política. Scioli,
prisionero, ha renunciado a su posibilidad de demostrar ante el electorado
independencia ante la semi dictadora. Más dirigentes peronistas de lo que se ha
hecho público tratan de relacionarse con Macri. Parafraseándolo a Scioli: “con
el poder no se jode”.
Descartamos
que este enfrentamiento anárquico sea una estrategia electoral, porque a los
votantes les molestan mucho las diferencias internas. Especialmente en medio de
la inseguridad, la inflación, la corrupción, el narcotráfico, la traición a la
Patria y un mega asesinato político. En consecuencia, el costo electoral está
siendo fatal para el FpV. Se les ha caído la victoria ante la sombra de la
derrota.
La
presidenta ha perdido autoridad dentro del FpV y ha sonado el “sálvese quien
pueda”. Es un proceso político lógico, de pérdida de consenso, pero más grave
de pérdida de legitimidad, ante las reiteradas violaciones de la Constitución.
Están
saliendo a la luz las consecuencias del “zaffaronazo”, que ha traído la
anarquía delictiva; la corrupción, que ha provocado muertes, y que un modelito
argumentado sobre la base de que se puede gastar más de lo que se produce, no
es de derecha o izquierda, es ilógico.
Rebelión
en la granja
Pero
por sobre el “zaffaronazo”, la ilógica económica, los inconstitucionales
poderes extraordinarios, los presos políticos y el espionaje masivo, se ha
proyectado la sombra fatídica de la derrota y el cambio del poder. Dijo
Aristóteles que hasta una banda de delincuentes necesita de algunos valores en
común para sostenerse como grupo. El principal valor, el del reparto de favores
y riquezas, está cuestionado y lamentablemente esto es mucho más grave para el
grupo gobernante que los desaguisados inmorales que hemos apuntado. La
oligarquía gobernante se ha quebrado y muchos de sus miembros buscan poder y
dádivas futuras del poder emergente.
La
presidente no ha ayudado con sus ataques a Scioli para parar la desbandada de
sus tropas. Ella, que debería haber dado el ejemplo de coherencia, no ha podido
con su anarquía psicológica y ha embestido contra su propio candidato. Esto ha
despertado los temores de los gobernadores feudales del régimen. Esta
incoherencia política puede costarles y les costará a algunos de ellos muy
caro.
El
verticalismo y el efecto Nisman
En
estos últimos doce años, el verticalismo político se ha mezclado con la anarquía
social. El gobierno ha recurrido al miedo para mantener el orden en sus propias
filas. El asesinato de Nisman sembró terror en la filas del congreso. Los
legisladores se sienten vulnerables a los suicidios y saben que ni Fein, ni
Gils Carbó, ni la mayoría de los jueces los protegerán, de ahí que voten
disciplinadamente las órdenes arbitrarias de la presidente.
Sin
embargo, no pasa lo mismo con los gobernadores del régimen. Ellos, rodeados de
sus propias policías y volando en sus Lear Jets, se sienten seguros del riesgo
de ser suicidados.
Como
señores feudales, ven que los ATN y subsidios por decreto finalizarán en menos
de dos meses y que lo más probable es que Macri deba decidir sobre estos. He
aquí otra vez la sabiduría scioliana: “con la plata no se jode”.
ISIS
y La Cámpora
Ante
el riesgo inminente de perder el poder político, la presidenta recurre al
miedo. Miedo en la campaña, pero también amenazas de disturbios contra el
próximo presidente, si éste fuera Macri. Cuenta para ello con La Cámpora,
Milagro Sala y otros grupillos violentos. Pero Milagro Sala no tendrá, después
del 10 de diciembre, la financiación del Estado y las estructuras burocráticas
de inteligencia obedecerán al nuevo Presidente.
La
presidente cuenta con La Cámpora, pero este grupo no es ISIS. En ISIS sus
miembros tienen una mística religiosa para arriesgarse y asesinar; La Cámpora
tiene la mística de lo ñoquis y ya muchos estarán buscando contactos con el
grupo político que se viene.
Los
abusos desgatan más de la cuenta
Con
el escenario político sobreiluminado, todos los liderazgos se desgastan, no
soportan la verdad que los medios transmiten al pueblo sobre ellos. Esto ocurre
en todo el mundo, pero en la Argentina se ha agravado, porque ha renunciado al
ministerio de economía el Dr. Soja. La traición de la soja, con la caída de sus
precios internacionales, ha sido peor para el régimen que la inmoralidad de sus
actos. Triste conclusión para quienes amamos a Argentina, ¡qué dura es la
verdad!
Esta
renuncia del Dr. Soja trae para el régimen una consecuencia nefasta: hay menos
para repartir entre los miembros de la oligarquía gobernante. A esto se ha
agregado el terror a la pérdida del poder político y la extinción de todo
reparto. Ante la grave situación, soldado que huye sirve para él mismo y para
otro gobierno; no vaya a ser que tengan que trabajar. Para ellos el trabajo ni
es digno ni es un derecho, es una explotación servil que el pueblo trabajador
les quiere imponer. Ésa es su mirada revolucionaria de la justicia social.
De
la independencia económica ni hablar. Después que el FpV eligió a un juez de
Nueva York para que defina sobre la deuda argentina y la soberanía política se
decide en Teherán.
Con
este cuadro de derrota política, la deserción en el oficialismo se agrava a
medida que pasa el tiempo y por fin se está terminando el tiempo para el
gobierno del mal.
Carlos
E. Vi
Carlos
E. Viana
carlosdeviana@yahoo.com
@ceeviana
Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario