Vivimos momentos de definiciones, Miguel
Henrique Otero da la batalla, defendiendo la libertad de prensa contra la
censura y la intolerancia. La lucha parece desigual, un hombre digno, con su
periódico perseguido por los “cuatro costados”, frente al poder omnipotente de
un régimen totalitario… que ignora que existen batallas que no se ganan por la
fuerza, sino con el poder de las ideas.
No es un superhéroe, pero si un hombre
consciente de su valor, con una clara visión de lo que representa su lucha por
la libertad de expresión, dentro de un país donde los espacios de libertad son
casi inexistentes.
Asumió un riesgo difícil, su diario sufre
persecución, intentan arruinarlo, le niegan el papel necesario para su
impresión, atacan la obra de su familia, lo espera el exilio, pero no pueden
comprarlo. Es probable que sopesara muchas cosas, es duro perder la
tranquilidad, pensando en las decisiones que tuvo que asumir, recuerdo al
dramaturgo británico Browning “Cuando la lucha de un hombre comienza dentro de
sí, ese hombre vale algo”.
Otero lo encontramos en todos los frentes. De
una capital a otra plantea sus denuncias de manera sobria y contundente, no es
otra cosa que el mismo.
Frente a un gobierno que está haciendo todo
lo posible para callarlo, él está librando la batalla, la que un verdadero
demócrata nunca dejará de enfrentar.
Ha recibido apoyo de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP), frente a las presiones de Maduro. Periodistas y
juristas venezolanos han dado testimonio sobre la “deriva totalitaria” del
Gobierno venezolano.
Las palabras de Asdrúbal Aguiar, exministro
de Relaciones Interiores son elocuentes: “El Gobierno venezolano “ha instaurado
ya abiertamente la dictadura” y ésta “se desplaza hacia la tiranía que ejercen
a dúo Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello”.
El régimen tratando de callar la voz
opositora, ha ido cerrando sus garras alrededor de la prensa no oficialista,
Cabello, inicio este año un juicio contra El Nacional por supuesta difamación.
Incluyó en su acción al semanario Tal Cual y al portal web La Patilla, por
haber retomado una noticia del diario español ABC en el cual se aseguraba, a
partir de las confesiones de un oficial desertor de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, que el susodicho tenía vínculos con el narcotráfico, noticia que
fue reproducida por cerca de 1.500 medios de comunicación en el mundo.
En momentos tan oscuros para la democracia
venezolana, son dignas de reconocimiento las personas que pueden servirnos de
guías con su ejemplo. Hombres y mujeres amenazados, perseguido y sometidos a
actos de extrema crueldad… de manos de un régimen enfermo.
Maduro y su combo no le perdona a Miguel
Henrique Otero, dirigir uno de los pocos periódicos críticos que existen en el
país, sus noticias no dejan lugar a duda: “Venezuela se ha convertido en un
puente del narcotráfico”, “Hay una situación de inestabilidad muy grande, que
puede generar un cambio radical”, “Venezuela se ha convertido en un puente del
narcotráfico”, “Venezuela es ahora un protectorado cubano”. Por publicar la
verdad lo persiguen, por cumplir su función de informar le obstaculizan la
compra de papel y lo espera en Venezuela una orden de aprehensión.
Sus contactos internacionales no cesan, en
Madrid se reúne con dirigentes del PP y del PSOE, tiene reuniones en la Moncloa
y con la comisión sobre derechos humanos y libertad de expresión del Senado
Español. Expresidentes, políticos y periodistas lo escuchan, a quienes explica
con argumentos claros y precisos la realidad que vivimos.
Propio del que cree en su causa por la
libertad, lógico para la gente que se esfuerza y arriesga sin esperar nada a
cambio, de allí el origen de su fuerza de carácter. Incomprensible para la
turba de bolivarianos, dedicados a enriquecerse desesperadamente con el tesoro
nacional y antes de que su parapeto se derrumbe.
Su constante peregrinaje lo llevó hasta el
Vaticano, allí se reunió con el papa Francisco en audiencia pública y como
invitado especial. El sumo pontífice acogió su preocupación por las amenazas y
los ataques del régimen venezolano, contra diferentes medios de comunicación
que son adversos a la línea de pensamiento oficial.
También lo descubrimos en Washington, ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo autónomo de la O.E.A.
donde presentó un informe que demuestra la “irreparable” violación de sus
derechos humanos, así como la vulneración de la libertad de expresión de los
periodistas.
Más tarde asistiría al Congreso Mundial de
Medios Informativos, organizado por la Asociación Mundial de Periódicos y
Editores de Noticias, donde solicitó solidaridad internacional.
“En el mundo hay conciencia de que Venezuela
es una dictadura” afirma durante su participación en el Congreso del Partido
Popular Europeo, en su ponencia desenmascara a los populistas “Solo les
preocupa mantenerse en el poder, y lo más grave es que por ser supuestamente de
izquierda se escudan en el mensaje emancipador. Es una ironía hablar de
democracia del siglo XXI cuando realmente es dictadura del siglo XXI”.
En la capital de España participó también en
el foro internacional Prevención y Lucha contra el Extremismo Violento
organizado por el Club de Madrid, encuentro al que asistieron 40 ex jefes de
Estado y de Gobierno de varias partes del mundo. En Madrid Otero defendió a los
tuiteros presos, denunció la censura, el exilio forzado de periodistas, la
compra de medios sistemática del régimen, la no renovación de concesiones como
mecanismos de extorsión, también agradeció que el mundo y especialmente España
hayan sido solidarios con la lucha por la democracia en Venezuela.
La censura y la intolerancia ha originado
absurdos sociales pero también grandes tragedias humanas, en Enero del 2015,
tres hombres armados con Kalashnikov, entraron en el semanario satírico francés
Charlie Hebdo y asesinaron a 12 personas, dejando malheridas a otras cuatro. Si
estos asesinatos pretendían que las caricaturas dejaran de circular,
fracasaron, pocos minutos después los dibujos inundaban los medios de comunicación.
En mayo de 1933, los nazis quemaron 25.000
libros de 94 escritores, entre ellos Walter Benjamin, Bertolt Brecht, Alfred
Döblin, Albert Einstein, Sigmund Freud, Heinrich Heine, Franz Kafka, Stefan
Zweig, Ernest Hemingway, Jack London y Máximo Gorki. Como constatamos los
escritores no desaparecieron.
Autores como Erasmo de Rotterdam, Honoré de
Balzac y Jean-Paul Sartre, libros como el Lazarillo de Tormes, Las aventuras de
Huckelberry Finn, Los versos satánicos o la saga de Harry Potter, han sido
prohibidos y atacados. Junto a ellos se han censurado pinturas, fotografías,
denuncias, noticias o declaraciones, muestras claras de intransigencias propias
del totalitarismo.
Es imprescindible dar la batalla manteniendo el espíritu inmutable, sin ceder ni traicionar lo que uno cree. Así actúa Otero por los valores en los que cree… porque creció convencido del respeto que merece el universo de la mente humana.
Nelson Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com
@nelcasher
Venezuela
Futura
Francia
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