“A veces nos paramos tanto tiempo a contemplar una puerta que se cierra que vemos demasiado tarde otra que se abre”. Alexander Graham Bell (1847- 1922), físico, científico, inventor escocés.
Ciudadanos
de otros países ven claramente en la distancia el rotundo fracaso del gobierno
venezolano. La semana previa a las elecciones en Argentina se hizo popular una
campaña que decía: “Este domingo vos elegís: Macri o Venezuela”.
La
clarísima alusión de lo que le podría pasar a Argentina de seguir por el camino
del populismo iniciado en Venezuela por Chávez y seguido fielmente por los Kirchner
en 12 años de gobierno, con resultados dramáticos como la quiebra del país
petrolero más rico de Latinoamérica, fue argumento convincente para más de un
millón de argentinos que hicieron la diferencia a favor de una alternativa
democrática liberal de centro.
Si
bien cada país maneja sus propias realidades, la comparación entre estos dos
gobiernos que se asociaron política y comercialmente, saltan al ruedo después
de la derrota del kirchnerismo en el poder ejecutivo. A diferencia del
conductor de Venezuela, Cristina no amenazó con lanzarse a la calle si perdía,
ni con candelas ni burundangas. Tampoco insultó a los vencedores ni los
descalificó. Guardó un silencio helado, pero respetuoso de la decisión de su
pueblo de cortar la saga Kirchner. El órgano electoral no saboteó la campaña
Macri, tampoco retrasó el cierre de las mesas. En un proceso manual donde
votaron 32 millones de argentinos, se
cerraron los centros y a las 6 de la tarde comenzaron a publicar los escrutinios
en tiempo real, con el 3% apenas de los votos. A las 8 de la noche, con más de
80% del escrutinio, el gran favorito oficialista Daniel Scioli, mano derecha de
Cristina Kirchner, reconoció su derrota, felicitó al ganador y dijo que estaba
a la orden para lo que necesitaran de él. El ganador con mucha alegría, dijo
que comenzaba una era de integración, de felicidad y de gobierno para todos los
argentinos. Fin de la historia electoral, sin motorizados, sin trampas, sin
insultos. Nada de “victorias de m…”.
Ahora
el mundo tiene los ojos clavados en Venezuela: nunca unas elecciones
parlamentarias levantan tanto interés, pero el gobierno venezolano está bajo la
lupa mundial, acusado de violador de derechos humanos, de encarcelar a la
oposición, bajo severas sospechas de narcotráfico y con graves evidencias de
corrupción. Reos de ventajismo, usan
recursos públicos, amenazan a los votantes con violencia, obligan a los
empleados públicos al 1x10, chantajean con las misiones, hasta piden foto del
voto, en estúpida demostración de que por lo menos en eso, Tibisay no miente:
el voto es secreto.
En
el año 2010 aplicaron un cambio en las circunscripciones electorales que
perjudicó a la oposición. En el caso de Carabobo, unieron a San Diego con
Valencia, donde arrasa la oposición. Aislaron circuitos rojos y les dieron
mayor representación, como el Circuito 5. En esta oportunidad han creado centros electorales en
sitios remotos, en barrios recónditos, mayoritariamente de una sola mesa, donde
abundan los migrados de otros estados, municipios o circuitos, abstencionistas
y extranjeros cedulados.
En
Carabobo ya la MUD tiene el ojo puesto en los 62 nuevos centros de votación, de
los cuales 39 están en el Circuito 5, el único que elige 3 diputados. En total
tienen 32.036 votantes, de los cuales 19.698 están en ese Circuito 5. Los demás
votantes son las mesas en la Ciudadela José Martí, en Ciudad Chávez y en los
campamentos bolivarianos Valencia 2 y 3. Son miles de votos que pueden hacer la
diferencia de un diputado.
La
próxima semana analizaremos circuito por circuito cómo podrían ser los
resultados en Carabobo. El cambio no lo paran estos vivos. Mucho menos un
muerto.
AQUÍ
ENTRE NOS
*La
Unidad Educativa Crispín Pérez (Anexo), en Tocuyito, es una muestra de cómo
funcionan los planteles educativos públicos. No hay profesores de matemáticas,
de inglés, de química. Los muchachos no ven esas materias y el Ministerio de Educación acepta que se
las den por vistas, como si las hubieran cursado y aprobado. Cuando los padres
protestan, les dicen que no hay presupuesto para pagar profesores. Pero sí hay
para repartir a los alumnos morrales tricolor y canaimitas con Chávez en la
página de inicio.
*El
Festival Suena Caracas 2015, según el crédito aprobado por la Alcaldía de
Libertador, cuesta Bs 215.913.491. Por lo menos la mitad de este presupuesto,
se va en pagar 36 artistas o agrupaciones extranjeras, con dólares cambiados a
6,30. En 2014 este Festival se realizó en diciembre pero este año fue
adelantado, en plena campaña electoral. La entrada reconoce el nivel exacto de
inflación que el BCV oculta: el año pasado costaba Bs. 70 y éste Bs. 200.
Exactamente el 186%. Según caraotadigital.com, ese presupuesto
serviría para costear 107.956 becas universitarias o para pagar un mes de
sueldo mínimo a 22.379 trabajadores o la pensión a la misma cantidad de
abuelitos. Dan circo con el dinero del pan.
*La
Conferencia Episcopal Venezolana ha convocado para este domingo 29 de noviembre
a una jornada de oración por la paz en Venezuela con motivo de las elecciones.
En todos los templos del país se orará por “elecciones claras y transparentes,
que no haya violencia y todos respeten los resultados”, expresó el Cardenal
Jorge Urosa Savino.
Charito Rojas
Charitorojas2010@hotmail.com
@charitorojas
Carabobo - Venezuela
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