Hasta los padres más humildes y
menesterosos, algunas veces incrédulos y otras conscientes de la situación,
lloran la detención de un hijo, no solo por la natural expresión de que se
trata de "UN HIJO" sino que muchas veces, en este país, habría que
añadirle las angustias de las inmediatas consecuencias en el maltrato de su ser
querido. A esa casi diaria situación habría que añadirle el dolor, o la
preocupación de familiares y muchos amigos, por la vivencia de aquellas
perdurables palabras de Andrés Eloy Blanco: "EL QUE TIENE
DOS HIJOS, TIENE TODOS LOS HIJOS DE LA TIERRA”.
Si el caso es el de
"sobrinos" o de "ahijados", no hace cambiar el dolor o la
preocupación de tíos, padrinos, familiares o amigos; es que ni siquiera los tíos o padrinos
discapacitados oralmente, pueden esconder o, no sentir y expresar, el dolor o
la angustia en una situación como esa. En muchísimas ocasiones los tíos o tías dan muestra
de más amor por sus sobrinos que el de sus propios padres e, igualmente, el
padrino lo siente por quien bautizó.
A este respecto, es el momento para
recordar y destacar las obligaciones espirituales que adquiere el Padrino para
con su bautizado ahijado quien, luego que lo bautiza “es responsable de acompañarlo, enseñarle y mantener la relación
espiritual durante su vida y, además, el Padrino se convertirá en el padre
sustituto para el niño en caso de la muerte o incapacidad de sus padres de
nacimiento, por lo que será un acompañante constante del ahijado”, ya
sea por el dolor que cause el accidente, la detención o
cualquier otra causa mayor del ahijado o sobrino, joven o adulto, y quien, no
por destino, sino que, como lógica consecuencia de la falta de apoyo moral, de
buenos ejemplos y por el cambio u olvido
de Dios, llega al final de un camino equivocado. Hay silencios que
también causan dolor.
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
Carabobo - Venezuela
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