sábado, 31 de octubre de 2015

EMILIO NOUEL V., DELIRIO DE LOS 200 DÓLARES POR BARRIL

Los del gobierno continúan creyendo en la fantasía de un aumento del precio del barril de petróleo.

El “Destructor eterno”, en unos de sus tantos desvaríos, les metió el cuento de que iba a llegar a 200 dólares y más, lo que iba a permitirles mantener el loco y corrompido festín en que hundieron al país.

Se aferran a esa quimera porque es la única tabla de salvación que en su menguado cerebro les queda para no soltar el poder y seguir medrando de él.
Alegría de tísico.

Desesperadamente tratan de convencer a los miembros de la OPEP de que incrementen los precios, y hacen una propuesta disparatada que no se corresponden con las realidades del mercado, ni los deseos de aquellos.
Pretenden trasladar al ámbito internacional una visión demencial que ha producido en la economía nacional el derrumbe que vivimos. Como si el “precio justo” arbitrario que han impuesto en Venezuela a productores, distribuidores y comerciantes lo pudieran aplicar en el mercado energético mundial, pero al revés, es decir, el “precio justo” del ofertante. Una lógica, pues, bien extraña, más bien, esquizofrénica.

Hay que estar adoleciendo de una chifladura grave para creer que van a convencer a la OPEP de ese despropósito, habida cuenta de lo que está en juego para esos países. Nadie los acompaña. Hasta los iraníes le voltean la cara.

No sería extraño que hayan contratado a algún santero de la economía al estilo del español Monedero, para que -miles de dólares mediante- les diseñe la genial propuesta que hacen a los jeques que cortan el bacalao en el petróleo.

Quienes sí saben del asunto no hacen sino burlarse de la iniciativa.

En cualquier caso, hacer el ridículo es ya proverbial en los que desgobiernan a este país. Sus declaraciones sobre este tema, como en cualquier otro, son lamentables, reflejan una ignorancia desmedida. Son el hazmerreir de los funcionarios de otros países y de organismos internacionales. ¡Cómo nos compadecen!

Porque no hay sector económico en el que no metan la pata, literalmente hablando.

En el fondo de todo, son los resultados adversos que se dibujan en el horizonte electoral, los que los han puesto aun más erráticos.

La desesperación por obtener dinero a como dé lugar, los hace cometer aun más traspiés, acostumbrados a derrochar a manos llenas sin nociones de gerencia y administración responsables.

El barril de petróleo a 100 dólares se fue para no volver, quién sabe por cuánto tiempo.

Mientras tanto, el gobierno sigue pidiendo milagros a los babalaos que tiene como gestores de la economía.

Emilio Nouel V.
emilio.nouel@gmail.com
@ENouelV

Miranda- Venezuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario