Ha
sido relativamente más sencillo hacer el diagnóstico del desastre al cual nos
ha llevado el régimen con el apoyo de instituciones militares y judiciales
serviles, que plantear los caminos que nos conduzcan hacia un modelo de
desarrollo sostenible y democrático. No ha sido difícil determinar lo
escandalosamente nocivo que ha sido el régimen para el país. Venezuela se
encuentra inmersa en un pantano de difícil salida. Somos hoy un país de
disoluciones donde se está perdiendo lo mejor de los ciudadanos, jóvenes e
intelectuales, que es donde está la base para la reconstrucción de lo
destruido.
Afortunadamente
hoy tenemos el convencimiento pleno de que ha llegado la hora de
considerar con absoluta sinceridad,
responsabilidad y valentía la difícil y peligrosa situación para la
institucionalidad y la libertad del país.
La
AN asume la implementación de medidas urgentes para proscribir las tácticas de
hegemonía totalitaria, las cuales son inconciliables con nuestra tradición
democrática y que pretenden desvirtuar la auténtica y libre voluntad del pueblo
bajo la tendencia inaceptable del intervencionismo de un poder sobre otro en
clara violación de la carta magna. Stalin dijo: “El comunismo no es un sistema
para gobernar países que han conocido los beneficios de la libertad.”
Los
venezolanos nos encontramos ante una nueva y gran oportunidad para ofrecer un
futuro al país, es nuestra obligación salvarnos de la satrapía oficialista,
estamos frente al “PUNTO DE NO RETORNO”, la ENMIENDA es la respuesta.
Nunca
como ahora habíamos podido vislumbrar con tanta claridad un horizonte en el que
la vulneración de los derechos humanos desaparezca definitivamente, la sinrazón
de la imposición que alimenta el conflicto sea cosa del pasado y podamos dar
paso a un nuevo tiempo político en el que todos saldríamos ganando.
La
sociedad venezolana en pleno apoya consensuada las posiciones y los pasos de la
AN, donde actúan de manera valiente y decidida asumiendo riesgos importantes en
pos de una solución democrática, dando la espalda a quienes insisten en
alimentar la injusticia, el odio y la venganza de manera irresponsable y
mezquina apostando por la represión, el genocidio y el enfrentamiento.
El
régimen se corresponde con situaciones que nacen del inmediatismo, cuya
importancia radica en el logro del afianzamiento del poder y no en el bienestar
ciudadano, las acciones políticas y judiciales
sólo propenden el resultado inmediatista de demostrar la supuesta fuerza
del cobarde. El pueblo rechaza la actuación del “Cartel de las Togas”. Agotados
los diagnósticos vamos a las estrategias y terapias sociopolíticas en pro de la
libertad.
Un
recordatorio para los falsos bolivarianos: “Sólo la democracia, en mi concepto,
es susceptible de una absoluta libertad.” Simón Bolívar, Congreso de Angostura
(1819).
Fernando
Facchin Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin
Carabobo
- Venezuela
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