Nunca
el lenguaje pendenciero fue un rasgo distintivo de los presidentes venezolanos.
Tengo años suficientes para haber podido observar el tono y forma comunicacional de nuestros mandatarios. De un
tiempo a esta parte nos ha tocado escuchar- sin acostumbramos, por cierto- a un estilo grosero y agresivo de parte del
alto gobierno cuando algún hecho consigue sacarlo de quicio.
La grosería ha comenzado a hacerse presente para mostrar malestar en
torno a posiciones o hechos que envuelven a la oposición o sus postulados. No
hay otra manera revolucionaria de defenderse que el insulto.
Desde la Presidencia de Hugo Chavez y el
célebre “ huele a azufre” en una Asamblea General de Naciones Unidas , para
burlarse del Presidente de los Estados Unidos , Georges Bush, los desacuerdos o
las simples antipatías del alto gobierno venezolano han comenzado a expresarse con un lenguaje cáustico, soez, inapropiado,
circense, a través del cual los
protagonistas intentan ganar tribuna universal
mediante el irrespeto olímpico y público de las convenciones
universales. Consideran que es una manifestación superlativa de fortaleza el
exhibir abiertamente desprecio al uso de
las formas.
Esta
vez el objetivo fue el Presidente Mariano Rajoy y el lenguaje no pudo ser más
descolocado. Nuestro Presidente , en un exceso verbal inaudito llamó
"racista, basura corrupta y basura colonialista" al jefe de Gobierno
español en funciones, Mariano Rajoy. La razón de tal desatino hasta el presente
no es evidente, pero es posible atribuirlo al último discurso de Rajoy en el
que asumió una gallarda posición en torno a la ausencia de libertades en
nuestro país.
Pues
bien, ni una palabra de vuelta profirió el Mandatario groseramente increpado y se limitó a exigir el debido
respeto usando la diplomática fórmula del retiro de su mas alto representante
diplomático. Hasta allí.
Hilando
fino hay que imaginarse que el Partido Popular de España debe estar harto agradecido
de la irreverencia, por lo mucho que tal
abrasiva descalificación del Presidente podría ayudar al PP en el difícil
trance electoral en que se encuentra hoy. Nada hay que sirva de mayor
aglutinante en torno a una figura destacada, que una agresión inmerecida
y por demás grosera y abusiva. No es difícil imaginar que los españoles pueden
ser apasionados en esta materia.
Al
final va a resultar que el insulto mal proferido y gratuito de un enemigo
terminará dando el espaldarazo que Mariano Rajoy necesita para el proceso de
formación de gobierno o de nuevas elecciones que su partido debe encarar en las
semanas que siguen.
Una
buena ayudadita le dio el gobierno a Rajoy, no cabe duda.
Es
que no arriman una al mingo….
Beatriz
De Majo
bdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo
Miranda
- Venezuela
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