DEFENSA DE LOS CAMBIOS DEMOCRATICOS
La vida de Carlos Delgado Chalbaud (20-01-1909 - 13-11-1950) y su
actuación en la Revolución del 18 de Octubre de 1945, su posterior pertenencia
al gabinete del presidente don Rómulo Gallegos, su participación en el alevoso
derrocamiento de su gobierno en noviembre de 1948, y su propio magnicidio
ocurrido hace 66 años, constituyen uno de los capítulos más dramáticos de la
historia política venezolana.
Hijo del general Román Delgado Chalbaud, enemigo de Juan Vicente Gómez y
quien había desembarcado sin éxito en Cumaná a la cabeza de una expedición
armada contra su régimen dictatorial, acompañó a su padre en la fracasada
acción, debiendo partir a Francia para continuar sus estudios.
Ingresó en el año de 1936 al Ejército Nacional con el grado de Capitán.
Regresó nuevamente a Francia donde se le permitió incorporarse al IV Regimiento
de Ingenieros con su mismo rango y luego formó parte de la Escuela de
Aplicación de Ingeniería de Versalles. A comienzos de 1939, se reintegró al
Ejército venezolano asimilado al Servicio de Ingenieros. Posteriormente fue
Oficial de la V Sección del Estado Mayor General; Jefe de Estudios de la
Escuela Militar y además fue profesor de las cátedras de Álgebra,
Fortificaciones, Física, Geometría Analítica y otras.
Delgado Chalbaud fue uno de los oficiales más comprometidos a favor de
la Revolución de Octubre de 1945. En su condición de Mayor formó parte del
Gobierno Provisional junto al capitán Mario Vargas y los dirigentes políticos
Rómulo Betancourt -quien presidió la Junta-, Luis Beltrán Prieto, Raúl Leoni,
Gonzalo Barrios y el independiente Edmundo Fernández.
Entre los objetivos principales del movimiento según su primer
comunicado a la nación, se encontraba: “enjuiciar ante los Tribunales, como
reos de peculado, a los personeros más destacados de las administraciones
padecidas por la República desde finales del siglo pasado”, asegurar que los
responsables fuesen condenados a: “devolver a la Nación y al pueblo lo que
usurparon mediante el deshonesto manejo de los dineros públicos”; la adopción
de medidas inmediatas destinadas a: “abaratar el costo de la vida” y
especialmente: “garantizar una elecciones libérrimas, sin imposición ni
parcialización ejecutivista por ninguna de las corrientes política en pugna,
para que de las limpias manos del pueblo surja un presidente de la República
lealmente asistido de la confianza nacional”.
Buena parte de estos propósitos administrativos, sociales y políticos
fueron cumplidos por la Revolución de Octubre que además se obligó a respetar: “de
manera absoluta” la libertad de prensa, la libertad sindical y la libre
expresión del pensamiento, entre otras, compromiso que entre otros asumía el
sector militar.
Delgado Chalbaud fue nombrado ministro de la Defensa Nacional y al mismo
tiempo se le ascendió al rango de Teniente Coronel.
Sus manifestaciones públicas en
ese tiempo fueron de constante respaldo a los cambios democráticos afirmando el
deber de defender: “los postulados de la Revolución de Octubre”. Su discurso el
24 de junio de 1946 contuvo importantes pronunciamientos acerca de la conducta
militar y su relación con los derechos e intereses de la nación. Al respecto
Delgado Chalbaud señaló: “Debemos congratularnos de que nuestras fuerzas
armadas tengan un origen eminentemente nacional”. “Si bien el ciudadano llamado
al servicio no deja de ser ciudadano, existen sin embargo, un conjunto de
medidas, de precauciones, que tienden a que nuestras Instituciones Armadas sean
coherentes y autónomas por una parte, y, por la otra, un Cuerpo políticamente
neutro”.
A fin de preservar la integridad militar el Ministro resaltó la
conveniencia de: “luchar contra las influencias exteriores para salvaguardar a
las Fuerzas Armadas de toda penetración política” observando que ello era: “una
necesidad imperativa en toda sociedad democrática” advirtiendo que las mismas:
“no son una Institución nacida de la Revolución y que su misión dentro del
Estado son y seguirán siendo para beneficio de la colectividad venezolana”.
Aun cuando justificó la actuación militar durante la Revolución de
Octubre de 1945: “traduciendo una aspiración mayoritaria del pueblo venezolano,
restituyendo a éste una Soberanía perdida”, aseguraba que las Fuerzas Armadas
en Venezuela: “no intervendrán de nuevo para satisfacer aspiraciones” valorando
entonces la oportunidad excepcional reivindicar a la misma ante la nación, al
prometer que: “No arrebatarán a Venezuela sus Fuerzas Armadas Nacionales esta
ocasión única en la historia de nuestro país de llegar mediante una lucha
cívica a la más legítima posesión del Poder”.
Sorpresiva y alevosamente encabezó junto a otros el derrocamiento del
gobierno legítimo en 1948, y cuando años después el presidente Gallegos tuvo
noticias de la muerte de quien fue su ministro de Defensa manifestó en forma
concluyente: “lamento el triste final de Carlos Delgado Chalbaud”.
Jose Felix Diaz Bermudez
jfd599@gmail.com
@jfdiazbermudez
Anzoategui – Venezuela
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