EL CONSTRUCTOR DE SU PROPIA DICTADURA
Los católico y cristianos en general, y se puede decir que en todos los
credos, encomendamos los fallecidos a la gracia de Dios, y así debe ser con
Fidel Castro.
Se sabe que su significado se relaciona significativamente con
nuestra cercanía con la persona fallecida, y en este caso la muerte de Fidel
Castro no nos debe ser más cercana que la de uno de nosotros los venezolanos.
Pero debe tenerse presente que Castro tuvo mucho que ver con la vida del pueblo
venezolano, y no precisamente para nuestro bien. Se debe destacar la invasión
de Venezuela que procuró en los años 1960, y también la intervención dominante
que se registra hoy. Se debe considera como muy positiva la lucha contra
la dictadura, y no solo en el país de
uno, sino en cualquier rincón de la humanidad.
Pero hay luchas que no se
justifican, y en esa dirección, por ejemplo, la ideología no justifica una
lucha que constituya violación de derechos, como los contemplados en los
principios aceptados universalmente, en las Constituciones.
Se puede procurar
la aceptación de una ideología y que la misma se refleje en una constitución,
pero nunca su imposición, nunca se debe producir la sumisión a un supuesto
mesías.
La historia universal registra personajes que fueron guerreros por las
causas nobles de la humanidad, y así son reconocidos por la historia.
Permitiéndonos dejar aparte al venezolano Simón Bolívar, se debe tener
presentes a Gandhi, Mandela, Luther King, los líderes democráticos de la
Segunda Guerra Mundial y otros.
Pero
también existen personas que han sido reconocidos por su perversidad,
principalmente por su ejercicio ilegítimo, dictatorial, del poder para
usufructuarlo en beneficio personal y en contra de su propio pueblo, e incluso
de otros. Basta recordar a Hitler. En el caso de Fidel Castro, se reconoce y se
valora su liderazgo en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. Se
reconoce su proyección como un personaje internacional, más que por su obra en
Cuba, por su enfrentamiento con los Estados Unidos, país que se granjeó antipatía
en el mundo por su condición de gran potencia imperialista.
Parece que no se le
ha dado toda la importancia debida al hecho de que poco tiempo después de su
arribo al poder, construyó lo que ha sido grandemente calificada en el mundo
como su propia dictadura, la cual pudo explicarse en alguna medida, nunca
determinante, por el enfrentamiento de los Estados Unidos, pero nunca hasta el
punto de justificar, durante tanto tiempo que llegó a ser de unos 50 años bajo
su mando, tanta violación de derechos,
valores y principios universales, pudiéndose destacar el elemental derecho del
hombre a la vida.
Procurando aceptar y respetar la verdad, incursionando en un
ámbito que no nos es propio en el ámbito académico, y evitando la posición
condenatoria exagerada, se piensa que Fidel Castro figura como uno de los
gobernantes más autoritarios, totalitarios y despóticos, más dictatoriales, en
la historia universal, al menos durante el siglo XX.
Por nuestra parte, los
venezolanos tenemos que anotarle en su enjuiciamiento, su claro desprecio por
nuestra soberanía y dignidad, como lo demuestra su intento realizado durante
los años 1960de destruir nuestra independencia, derrotado por el gobierno
nacional, especialmente por las Fuerzas Armadas, y la última incursión con el propósito
de crear una especie de Cuba Venezuela, la cual si bien le ha sido más
fructífera con el concurso injustificable del gobierno venezolano, será de
nuevo derrotada por Venezuela.
Resta preguntar cuáles serán las consecuencias
de su fallecimiento, y al respecto, tomando en cuenta que durante los últimos
casi 10 años estuvo prácticamente al margen del gobierno de Cuba y de los
acontecimientos en el mundo, se puede esperar que las mismas no lleguen a ser
de significado internacional.
En el ámbito cubano quizás no ocurra algo
significativo en el corto plazo y la dinámica siga el curso observado en los
últimos pocos años, incluyendo lo derivado del cambio en las relaciones con
Estados Unidos, algo que se espera se interrumpirá con el gobierno de Trump.
Sin embargo, se pueden producir algunos cambios en la estructura de poder de
Cuba que puedan generar cambios democratizadores a mediano plazo. Con respecto
a la participación de la Unión Europea,
se puede esperar que mantenga su orientación, pero la misma ha demostrado no
ser significativa, y quizás sufra las consecuencias derivables del cuadro
complejo que se ha venido desarrollando en Europa, tal como lo muestra el
Brexit inglés.
Finalmente, y lo más importante para nosotros los venezolanos,
no se cree probable que se desarrolle un cambio significativo en el marco
negativo de la relación actual, salvo que este fallecimiento genere una
alteración significativa en el juego de fuerzas dentro de la cúpula chavecista.
Douglas Jatem Villa
djatem@gmail.com
@djatemv
Falcon - Venezuela
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