martes, 31 de enero de 2017

ERNESTO GARCÍA MAC GREGOR, ÍDOLOS DE BARRO DEL CHAVISMO

VERDADES DOLOROSAS  
EL INTENTO DE AFIRMAR UNA NUEVA HISTORIA
                                             
La semana pasada el TSJ, pasando por encima de la Asamblea Nacional, ordenó llevar los restos del guerrillero Fabricio Ojeda al Panteón Nacional, honor reservado para los  próceres y grandes benefactores de la patria. ¿Quién es y qué hizo el susodicho para merecer tal distinción?

En junio de 1957, el PCV invitó a los partidos políticos URD, AD y Copei a constituir una Junta Patriótica clandestina con la finalidad de derrocar a Pérez Jiménez. La presidencia de la Junta era rotatoria, y el 23 de enero de 1958 le tocó por casualidad a Ojeda (miembro de URD) su turno  en el desempeño de esa función. Fue esa junta la que convocó una huelga general y el día de la caída del dictador sirvió como uno de los voceros del suceso. Eso fue todo.

Posteriormente Ojeda fue guerrillero y traidor a la patria tratando de destruir la recién nacida democracia. Si a eso vamos, más mérito tienen Wolfang Larrazabal, presidente de la junta de gobierno que derrocó al tirano, Rómulo Betancourt, fundador de la democracia o tantos otros participantes. Pero los chavistas necesitaban un héroe para el 23 de enero y lo inventaron.

De la independencia transformaron al oligarca y mantuano Bolívar en socialista y mulato; a Guaicaipuro y Negro Primero los llevaron simbólicamente al panteón para quedar bien con los indígenas y los afrodescendientes. De la guerra federal (más destructora que la de la Independencia) transformaron a Ezequiel Zamora en héroe de los pobres y campesinos, no obstante haberse casado con una multimillonaria latifundista. Zamora solía vanagloriarse de su lugarteniente negro, el depravado asesino Martín Espinosa, cuyo grito de guerra era: “mueran los blancos y los que sepan leer”. De él solía decir: “el odio represado en el zambo es nuestro mejor aliado”… hasta que dejó de serle útil y lo fusiló.


Chávez, alimentando su megalómano y narcisista ego, se creyó descendiente de Moctezuma a través de su bisabuelo el guerrillero del montón Maisanta, pero una comisión enviada a México acabó con el delirio. También se dice que los santeros de Miraflores, a través de los huesos del Libertador le dieron poder ilimitado al comandante eterno, al parecer por poco tiempo, porque al poco tiempo falleció. Que oiga quien tiene oídos...

Ernesto Garcia Mac Gregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor
Zulia - Venezuela

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