lunes, 13 de marzo de 2017

CARLOTA SALAZAR CALDERÓN, ¿POPULISMO O DESCOMPOSICIÓN SOCIAL?

 ¿O VICEVERSA?

Leo con preocupación que la culpa de la crisis política, social y económica que padecemos los venezolanos es del populismo. El populismo se entiende como un  fenómeno social que ocurre cuando se hace una oferta popular sin intención de ejecutarla sino de engañar. Dicho así parece muy fácil ¡pero no lo es! Porque se tipifica el populismo como una acción mala, dañina, de gente que ofrece cosas y no cumple, sin analizar la descomposición de la sociedad donde actúa.

El populismo es un concepto bifronte, puede verse: desde la sociedad y desde el líder o élite política, económica y social. Esa visión global nos adentra en el fondo del fenómeno que es una sociedad que padece de serios males y un liderazgo, que forma parte de esa sociedad, con capacidad de engancharla, no para solucionar, sino para dominarla y beneficiarse.
 
Desde Laclau, Freidenberg, Krauze, hasta Kaiser y Álvarez, refieren al populismo tomando en cuenta los países latinoamericanos. Un estilo de liderazgo, carismático, personalista y paternalista entre líder y sus seguidores, que no reconoce mediaciones organizativas o institucionales, que habla en nombre del pueblo y potencia sus cualidades como extraordinarias, en una relación de dependencia, intercambio clientelar, un mal endémico en Latinoamérica, el líder arenga al pueblo, una vez en el poder decreta la verdad oficial, desquicia la economía, azuza el odio de clases, mantiene a las masas en continua movilización, manipula las libertades, manipula elecciones…

Axel Kaiser y Gloria Álvarez configuran la mentalidad populista: - desprecio por la libertad individual, - idolatría por el Estado (Hitler y Mussolini),  - complejo de víctima (culpa a otros), - paranoia liberal (liberalismo como responsable de toda la miseria), - manto democrático (elecciones e instituciones) y obsesión igualitarista (que solo puede crear el Estado, es decir ellos). 

En la misma línea de pensamiento, en el país, Luis Vicente León, define populismo diciéndole a sus hijos que se llama así  porque es  popular, que logra engañar a la gente ofreciendo repartirle gratis cosas, usualmente producidas o propiedad de otros, a quienes los populistas llaman ladrones y especuladores, mientras la economía los definen correctamente como productores y generadores de riqueza y a quienes les pueden expropiar todo… los discursos populistas son encendidos, llenos de culpables, enemigos imaginarios y marcianos invasores…siempre el mismo: castigo a la oligarquía, redistribución de la renta (operación Robín Hood), intervencionismo económico, controles, expropiaciones e intervenciones de empresas y se acompaña con la criminalización de la disidencia, el nacionalismo y el chauvinismo, entre muchas otras yerbas aromáticas….

Todos conceptos y caracterizaciones impecables, pero el populismo no es el problema. El populismo es una consecuencia de la descomposición social que padecemos los venezolanos. Tesis que reafirmo desde la entrada en escena del  en Bexit en Inglaterra, de Trump en Estados Unidos y de Le pen en Francia
    
El populismo es la consecuencia de una sociedad de excluidos, por razones de sexo, religión, ideología, clase social, discriminación, pérdida de oportunidades, formas de sometimiento... El populismo es el caldo de cultivo, una realidad social, que mientras exista habrá líderes populistas. Quiero decir, que si no se analiza el problema social del venezolano, no estamos haciendo el análisis político correcto.

Entonces lo importante es ¿por qué? La sociedad venezolana es tan prolifera en líderes populistas y ha permitido tanta humillación, sin chistar, lo cual haré, desde mi visión, en el próximo artículo.

Carlota Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
prensaanzoplural1@gmail.com
@carlotasalazar
Anzoategui Plural
Anzoategui - Venezuela

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