COMPETENCIA
CAPITALISTA
Quisiera puntualizar
algunas cosas sobre la actual legitimación de partidos políticos, para evitar
el engaño al que se somete a los venezolanos.
Es cierto que la ley
que obliga a la legitimación es adeco copeyana, lo que ha usado el Gobierno
como excusa contra las quejas por su aplicación. La verdad es que los
reglamentos de esta ley son del período actual y son ellos los que han creado
disposiciones que dificultan el proceso: 1) la obligación de los electores de
trasladarse a donde fije el CNE, 2) la limitación a dos días de los trámites y
3) la restricción del número de capta huellas.
Además, hay que decir
que la ley vigente es pre constitucional y que no se entiende por qué el
Gobierno de la democracia “participativa y protagónica” no promulgó otra ley, ajustada
a la Constitución, en estos 18 años y en cambio aplica en forma estricta la ley
de la odiada “cuarta república”.
Es claro que el CNE
ha favorecido a ciertos partidos, al convocarlos a legitimarse junto con
partidos políticos que no participarían. Avanzada Progresista gozó de esta
facilidad y tuvo las capta huellas sólo para el uso de sus partidarios. Un
Nuevo Tiempo también disfrutará de estar solo en el proceso, lo que reafirma la
cortesía que le brinda el Gobierno.
A Voluntad Popular
pensé, y así lo dije, que se le pondrían las mayores dificultades, pues se lo
ha calificado de terrorista, tienen preso a su máximo líder y a otros de sus
dirigentes y el Gobierno ha pensado ilegalizarlo. Sin embargo, también le toca
legitimarse sin competidores, por lo que debe haber alguna razón, presión
internacional o acuerdo del diálogo secreto entre los polarizados, para que se
proceda de esta manera.
Tan cierta es esta
apreciación, que el CNE, que había colocado a Primero Justicia y a Acción
Democrática el mismo día, decidió separarlos para facilitarles el proceso. Esta
decisión no fue porque a las rectoras las iluminó un rayo democrático, ni
tampoco porque las presiones de calle de la MUD las acorralaron. Fue el
resultado de conversaciones y acuerdos MUD-Gobierno, con la aquiescencia de los
mediadores (Rodríguez Zapatero estuvo de improviso en el país hace poco), para
garantizar la existencia de por lo menos estos cinco partidos de la Mesa.
La Constitución revolucionaria eliminó la reivindicación democrática del pasado del
financiamiento estatal de los partidos, por lo que los nuevos reglamentos han
profundizado la mercantilización de la política, tal y como ocurre en los
países del llamado cochino capitalismo. Sólo quienes tengan recursos
financieros, provenientes del sector privado nacional o del extranjero o del
robo de los fondos públicos, pueden legitimarse y participar en elecciones.
Hasta en esto el retroceso es más que evidente.
Con los partidos del
Polo “Patriótico”, pudiera aparecer una sentencia algo tardía del TSJ o una
decisión resolviendo el caso de algunos de ellos.
El resto de los
partidos queda de su cuenta en esta competencia capitalista.
Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Caracas-Venezuela
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