Las
dictaduras que hoy subsisten y que preceden al chavismo, como por ejemplo Cuba
y Corea del Norte, tienen una característica transversal, están inundadas de
sanciones internacionales, no solo por parte de Estados Unidos, Europa sino de
otros países afines a la democracia. Lamentablemente el resultado también es
transversal: Tienen décadas en el poder.
El
chavismo recibe mismo trato, semanalmente se incrementan sanciones de todo tipo
en su contra, pero éste se mantiene incólume en Miraflores. Ahora bien, el
chavismo tiene una gran ventaja, yace en un país inagotable en riquezas
naturales las cuales explota a placer. Ello motiva a que, en lo interno, dentro
de Venezuela, el chavismo podría vivir mil años más usufructuándose de esas
riquezas, amén de utilizar las instituciones y las armas que deberían ser del
Estado (ahora son del Psuv) para protegerse a través de la violencia
institucionalizada.
A
fin de cuentas, esa imposibilidad de interactuar económica y financieramente
con el mundo, como consecuencia de las sanciones, terminan perjudicando al
venezolano de a pie, sin embargo, esa imposibilidad es parcial, hemos visto
como el régimen recibe importaciones provenientes de sus aliados
internacionales, lo que termina de beneficiar principalmente a la élite roja
cívicomilitar, al pueblo migajas. Sí se continúa con esa política de sanciones
compulsivas veremos en el chavismo otro espejo cubano, norcoreano, bielorruso,
mauritano, etc. son al menos 48 dictaduras que hoy subsisten en el mundo
logrando reconocimiento.
El
golpe certero de Bachelet ante la ONU termina de colocar al chavismo como
violador de derechos humanos ante el mundo, pero ¿Creen que a los líderes rojos
eso le interesa? A través de su dominio mediático ya Bachetet, antigua aliada a
la que anegaban en piropos, hoy pasó ser una desafortunada pieza del imperio y
la oligarquía. Más aún, el régimen echó mano a Marrero para obtener información
de los siguientes pasos de Guaidó, intimidar, hacerse de un rehén, probar la
reacción internacional y hacer que la opinión pública amaestrada pasara
rápidamente la página de Bachelet… mucha escuela cubana de por medio.
La
polémica intervención militar no está en el ambiente, ni naciones ni
organizaciones internacionales dan el visto bueno, para quienes hablan de ella,
a favor y en contra, lo hacen desde la tarima de las elucubraciones.
Los
venezolanos de a pie, el 95% del pueblo, estamos, en lo pragmático, solos en
este embrollo, así lo demuestran los hechos. Ahora, China pasó ser el gran
decisor, le queda ponderar qué le conviene más a sus propios intereses, que el
chavismo continúe e incumpla con los convenios, así apoderarse de Pdvsa, CVG o
cualquier otro milmillonario patrimonio o riqueza venezolana, o apoyar un nuevo
gobierno donde la institucionalidad vele por sus intereses en el marco y el
respeto de las leyes.
Cuba
solo presta su maquiavélico asesoramiento para retener el poder y mancillar al
pueblo, Rusia es una incógnita, también posee sanciones y serios problemas económicos,
Venezuela no le es vital, India sucumbió ante Estados Unidos y ya “dejó el
pelero”. La luz en este largo túnel es China, a quién Estados Unidos pudiera
convencer sí coloca de por medio el también milmillonario intercambio comercial
entre estas dos naciones, sea como sea, el pueblo venezolano necesita de la
diplomacia internacional para salir de este laberíntico infierno, librarse de
una élite esquizofrénicamente aferrada al poder.
Leandro
Rodríguez Linárez,
@leandrotango
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