Fuera
del juego democrático, para mí, la barbarie. Digo esto porque mientras el mundo
busca la vía electoral para legitimarse, otros buscan la violencia física o el
aparato estatal, para dominar. Son dos esquemas que están utilizando minorías
en el mundo, la primera más sanguinaria pero no menos perversa que la segunda y
¡cómo dañan!
En la línea de la violencia física para
dominar está El Estado Islámico, un Estado no reconocido como Estado, mejor
conocido como ISIS. Es un grupo terrorista, que está bajo el control de ABU
Bark al-Baghadadi, autoproclamado califa de todos los musulmanes, válgame
Dios. Se encuentran en parte de Siria e
Irak, cuya capital es Al Raqa. Es ahora el Estado Islámico y el levante. Con la
Sharia (biblia o constitución) y la violencia brutal contra los chiitas y
cristianos, han logrado dominar a esa población e invaden para asumir más
territorio. Así han logrado el control de siete pozos de petróleo en Irak seis
en Siria, el cual refinan a través de refinerías móviles en medio del desierto,
en forma artesanal y por ello muy malo y sobre todo, barato, pero sobra quien
lo compre desde países vecinos, contrabandistas que siempre han existido en esa
frontera, hasta el mismo Asad, través de líderes tribales, por necesidad de dar
servicio ¿qué paradoja? su peor enemigo es quien lo mantiene, que cosas ¿no?
Este grupo es una amenaza contra el mundo, no contra la cultura occidental,
sino contra el mundo: hay que someterse o te matan, así de lamentable, ya que
puede ser la causa de la tercera Guerra Mundial.
Guardando las distancias en la línea de la
utilización del Estado para dominar están, como ejemplos, Angola que tiene una
democracia pluripartidista, pero el presidente tiene todos los poderes públicos
bajo su control, nombra a los gobernadores y a los Jueces del Tribunal Supremo
de Justicia, no sé hasta dónde sea por los casi 25 años de guerra civil
intestina, pero ésa es la “justificación” de tanto control estatal; Uganda un
presidente reelecto en cualquier cantidad de elecciones denunciadas como
fraudulentas, en medio de una política homofóbica, contra los homosexuales,
bisexuales y transexuales y Venezuela donde, lo que yo diga aquí es poco
compadrado con lo que saben y han sufrido los lectores conocen.
Estas líneas de acción riñen con los tiempos
de democracia. Estas formas de dominación son inaceptables. La democracia nos
permite progresivamente institucionalizar mediante el reconocimiento de los
derechos civiles y políticos. Hay que hacer en este sentido una reflexión y un
mea culpa. Esta dominación se logra gracias a una sociedad dispersa,
individualista, cómoda, que busca su propio bienestar y no el del colectivo. El
muro de contención contra la barbarie, está anidada en la fuerza de la sociedad
(Tocqueville) en el espíritu de la gente (Hegel).
En Venezuela una esperanza de cambio en las elecciones del 6D hacía la reinstitucionalización del país, para ello es necesario votar por quien le puede ganar al chavismo: los candidatos de la UNIDAD, no te equivoques.
Carlota
Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar
Anzoaregui
– Venezuela
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