Pocos días faltan. Llegó la hora de
las elecciones de diputados. Llegó el momento de votar y mostrar con un gran
triunfo que queremos cambiar el rumbo del País pues no nos gusta cómo se
gobierna y mucho menos los resultados.
Según la Constitución, la Asamblea
Nacional es una especie de abeja reina que nombra los funcionarios para otros
poderes. Es el poder del equilibrio y por ello tan importante. En opinión de
los entendidos los actuales ocupantes del CNE, la Contraloría, la Fiscalía, el
Poder Ciudadano tienen factibilidad y mérito para ser renovados por la nueva
Asamblea y por supuesto se puede consultar a los ciudadanos sobre otros
cambios.
Por esta razón Maduro y sus allegados
han puesto tanto interés en evitar un triunfo opositor. Anticipan que con una Asamblea no sumisa,
como la actual, deberán poner orden y empezar a respetar la Constitución y no
reducirla a mostrarla en su versión mini en las fastidiosas cadenas. Todos los Ministerios serán observados de
cerca en sus deberes, el despilfarro de dinero
terminará y la rochela de tener leyes habilitantes se frenará en seco.
Un reciente estudio de varias universidades revela que la pobreza en Venezuela afecta a 73% de los hogares (sus ingresos no cubren la canasta básica) y de ellos 43% es pobreza extrema es decir que no consumen ni el mínimo de las 2.220 calorías diarias. Esta realidad se traduce en un problema de grandes dimensiones y la nueva Asamblea deberá colocar lo mejor de su sabiduría e ingenio para irlo reduciendo.
El poder ejecutivo ya no podrá seguir jugando a
las “guerras” desestabilizadoras y otras excusas cubanas. Maduro deberá enseriarse
y resolver problemas o renunciar de una buena vez.
Las encuestas gritan un triunfo
indudable de la oposición que ni siquiera ya oculta el propio gobierno. Jorge
Rodríguez en una entrevista de prensa se refería a las elecciones argentinas donde
“el candidato del gobierno reconoció la derrota y el ganador no llamó a actos
de violencia”. Como que se le “chisporroteó” la declaración pues anticipó lo
que pasará en Venezuela. El miedo es libre y pareciera que el gobierno teme
mucho a que se formen manifestaciones post victoria solicitando la renuncia de
Maduro. Si así fuese de esta revolución no quedaría ni quién cerrase la puerta.
Quizás sería lo mejor, pero no
creemos que algo así pase y, como de costumbre, tendremos unas elecciones cargadas
de triquiñuelas y trampas que no serán suficientes para dominar el gigantesco
número de votos por el cambio. El actual CNE nos dará su último “Show” e irá
mostrando a cuentagotas los resultados para que la expresión de júbilo popular
se minimice.
Vamos a ganar pero para ello hay que ir a depositar el voto. En esta
ocasión ese acto transciende lo usual. Nuestro voto es el mejor homenaje y
apoyo a los millones de ciudadanos en pobreza extrema y es la sólida piedra
para la construcción de la Patria buena. Que nadie se pierda la historia.
Feliz victoria. Viva Venezuela.
Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
Zulia - Venezuela
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