En el libro State of Fear, de Michael Crichton, un
tecno-triller, para no decir ciencia ficción, sobre el tema del cambio
climático, por cierto, su última novela antes de que falleciera, Crichton
recrea una escena en un jet privado donde Evans, un abogado, y Kenner un agente
del contraterrorismo ven un noticiero que reportan un enfrentamiento que acaban
de tener con unos ecoterroristas en un parque nacional.
En el noticiario, el ancla del programa luego de
reportar los sucesos dice: “… científicos concuerdan que habrá problemas
delante de nosotros, más eventos de clima extremo, como inundaciones y tornados
y sequías, todo como resultado del calentamiento global.
Evans dice- ¿Este sujeto está leyendo una nota de
prensa?
-Eso es como lo hacen en estos días- Kranner dijo-
Ni siquiera se ocupan de cambiar una frase aquí y allá, ellos solo leen la
nota, y por supuesto, lo que dicen no es verdad.
-Entonces ¿Qué está causando el incremento de
eventos extremos del clima en el mundo?- dijo Evans
-No hay incrementos en clima extremos.
-¿Eso se ha estudiado?
-Repetidamente. Los estudios arrojan que no hay
incrementos en eventos extremos del clima en el último siglo. O en los últimos
15 años. Y algunos reportes sobre el calentamiento global no predicen mayores
eventos, si algo predicen son menos eventos extremos.
-Entonces, ¿Lo que dice el reportero es mierda?
-Correcto, y también lo es la nota de prensa.
En pantalla el hombre del tiempo estaba diciendo-
la situación es tan mala que las últimas noticias son estas, vean esto,
glaciares en Groenlandia se están derritiendo y muy pronto desaparecerán
completamente. Estos glaciares tienen
tres millas de espesor, amigos. Eso es bastante hielo, un nuevo estudio estima
que los niveles del mar se incrementarán en veinte pies o más, de modo que es
el momento de vender esa casa que tiene en la playa.
Evans dijo- ¿Y qué hay de eso? Estaba en las
noticias ayer en Los Angeles.
-Yo no lo llamaría noticia- dijo Kenner-
científicos en Reading corrieron simulaciones computarizadas que sugerían que
Groenlandia podría perder su capa de hielo en los próximos mil años.
-¿En mil años?- dijo Evans
-Podría…
Evans señaló a la televisión- El no dijo que podría
suceder en mil años a partir de ahora?
-¿Te lo puedes imaginar?- dijo Kenner- dejó eso por fuera.”
Lo que Crichton plantea en su novela es que hay personas y organizaciones en el mundo con el interés de crear pánico en la gente con el asunto del Calentamiento Global, que manipulan la información, entre ella la científica, para crear la impresión que se tratan de eventos no solo catastróficos sino inminentes, con el propósito de recoger dinero en fondos de emergencia para alimentar ese terror y crear instituciones paralelas a los gobiernos, y que en nombre de una supuesta campaña para salvar el mundo, obliguen a la gente a cambiar sus estilos de vida, la manera como trabajan y lo que consumen.
Lo he dicho en varias ocasiones, hay grupos de
interés que abogan por darle un frenazo al capitalismo, tal y como hoy lo
conocemos, hay intereses alimentando con información basura esta trama, pues
estos alarmistas van a ser los beneficiarios de estos cambios que promueven, y
que se encuentran no solo en corporaciones de tecnologías limpias, de alimentos
orgánicos, de energías alternativas sino de políticos, que ven en estos
reacomodos de la civilización occidental una oportunidad para instaurar sus
ideologías, entre estos figura el partido demócrata de los EEUU y sus líderes
que son parte principal de este vuelco civilizatorio que quieren dar hacia un
socialismo más “humano”, entre sus líderes se encuentra el presidente Obama y
ahora se ha sumado el Papa Francisco, quien pretende favorecer a una iglesia
socialista antes que capitalista, porque ve en el capitalismo una desviación
del ser cristiano.
Uno de los puntos de honor de este movimiento
alarmista ambiental es dinamitar el negocio petrolero mundial con el cual se
derrumbaría el capitalismo actual, poco les importa la crisis en que sumirían
el mundo, los principales afectados sería los países en vía de desarrollo y el
Tercer Mundo en general, sus posibilidades de desarrollo se verían encarecidas
y la dependencia a los países con las tecnología limpias se afianzarían
definitivamente.
El caos social que esto produciría en el mundo lo
controlarían con gobiernos fuertes, dictaduras, al estilo Cuba y Venezuela, que
se encargarían de mantener la estabilidad y la paz social, comiendo de las
manos del nuevo orden socialista mundial.
Los enormes flujos de dinero cambiarían de las
corporaciones y empresas privadas a instituciones gubernamentales y partidos
únicos, que controlarían sus centros de poder por medio del terror a una
catástrofe ambiental.
Ojo! no estoy diciendo que no hay un cambio
climático, a lo que me atengo es que ese cambio es el curso natural producto de
todos los factores que inciden y han incidido en el clima desde los orígenes
del planeta Tierra. Lo que estoy
diciendo es que hay personas e instituciones que por conveniencia están
manipulando las observaciones y los resultados científicos para probar que es
la actividad humana la causante de cambios acelerados y drásticos en nuestro
clima.
Tomemos el caso de los osos polares que es un
ejemplo de lo que hablaba Crichton en su novela, no hay semana que pase sin que
aparezcan artículos, programas en televisión o comentaristas radiales hablando
de la inminente desaparición de la población de los osos polares el ártico.
Los osos polares son una especie bastante
especializada a su medio ambiente local y que por siglos de glaciaciones han
conservado un amplio territorio con las condiciones ideales para su desarrollo
y crecimiento, pero su hábitat natural depende del clima en gran medida y si
sufre variaciones, la especie va sentirlo de una manera u otra.
La historia de los hielos en el planeta indica, que
en espacios de tiempos geológicos (que nada tienen que ver con los tiempos
humanos), los casquetes polares se contraen y expanden en ciclos, de hecho,
hubo períodos de tiempo cuando el polo norte estaba cubierto por bosques, y
otros cuando los hielos casi llegaban al que hoy es el estado de la Florida en
los EEUU, cubriendo casi la mitad del mundo.
De hecho, una revista de National Geographic
editada en 1896, explicaba que los hielos de los glaciares se estaban retirando
desde los tiempos de George Washington, hay informes confiables de la Bahía
Glaciar en Vancouver, que indican que para el año de 1750 la mayor parte de la
bahía la ocupaba el glaciar, para 1794 ya se reportaba un retroceso de los
hielos, para 1879 cuando John Muir, fundador del famoso Sierra Club estuvo allí,
anotó que el glaciar se había retirado de la entrada de la bahía 30 millas, y
para 1900 la Bahía Glaciar estaba totalmente libre de hielo.
El proceso de deshielo no se ha detenido porque
estamos viviendo un período interglaciar (estos períodos duran aproximadamente
100.000 años cada uno), si el proceso de deshielo parece haberse acelerado, no
es precisamente debido a la abundancia de gases invernadero producido por la
quema de combustibles fósiles, sino por un alza esperada y razonable en la
temperatura de la Tierra, de modo que esas escenas que nos presentan los
ambientalistas alarmistas, de pedazos enormes de hielo desprendiéndose de los
glaciares, de las cataratas de agua cayendo al mar desde enormes paredes de
hielo, es parte del proceso natural de deshielo.
El ex vicepresidente de los EEUU Al Gore, destacado
alarmista ambiental, quien ha realizado películas y programas, dado
conferencias, escritos libros y recogido fondos para detener el Calentamiento
Global, ha utilizado al oso polar como símbolo de la degradación ambiental del
planeta, y ha sido muy efectivo.
Pero las predicciones de Al Gore hechas hace casi
veinte años atrás no se han cumplido, muchos de los glaciares que dijo
desaparecerían todavía están allí, los países cuyos territorios iban a sumergirse
en una gran parte por la subida del nivel del mar, siguen tratando de atraer
turistas a sus playas, los osos polares no están en peligro de extinción sino
que han experimentado un crecimiento en sus poblaciones.
El día 19 de Noviembre del 2015, apareció en el
diario El Nacional una noticia sobre el peligro que corría la población de osos
polares de disminuir en un 30% antes del 2050 (cada vez más los ambientalistas
alarmistas corren sus fechas muy convenientemente), eran declaraciones de la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y que las
atribuía entre otras razones al calentamiento global y a la explotación
petrolera en el ártico, la UINC ponía la población de osos entre 22.000 y
31.000 individuos en el mundo.
Resulta que es todo lo contrario, el biólogo
canadiense Mitchell Taylor testificó ante el Senado de los EEUU que de 13
colonias de osos polares que viven en Canadá (las más grandes del mundo), 11 se
han reportado estables o en crecimiento. La experta en osos polares, la Dra.
Susan J. Crockford con 35 años de experiencia con estos animales, ha demostrado
en un reciente estudio que ha sido el aumento de los hielos precisamente, uno
de los peligros para el oso polar.
El ecologista Jim Steel asegura que una población de
25.000 osos polares asegura un máximo histórico de la población de osos polares
en el polo norte, a pesar del descenso que experimentó la población entre el
año 2000-2013, en su opinión el oso polar nunca ha estado en mejores
condiciones, esto, a pesar de las escandalosas informaciones e imágenes que un
tal Charles Monett hizo correr en la prensa mundial sobre osos polares
ahogándose o muriendo de hambre que impactaron la comunidad ambientalista,
aparentemente, todo un montaje.
Repito, en esto del cambio climático hay que irse
con mucho cuidado, hay demasiado dinero involucrado, demasiados intereses y la
apuesta de los bandos en pugna tiene carácter global. –
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
Miranda - Venezuela
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